Amarieth: El despertar

Capitulo 20

Damián

 

Logre comunicarme con Chloe en sus sueños, la cosa es que es muy difícil llamarla por la cantidad de veces que le pedí que mantuviera su mente en un solo lugar.

 

Ella era la única humana que con toda esta eternidad estaba ligada a mí de muchas maneras.

 

Sus vidas a través del tiempo siempre me llevaban a ella, aunque no la buscara, ella siempre aparecía.

 

Y justo ahora no estoy sereno, no sé porque tardan tanto, puedo sentir como los escudos cayeron ¿Cómo es posible?

 

Pues después que un escuadrón intentara calmar las anomalías y los demonios que cruzan de ella no puedo mantener a Chloe tan lejos, la energía de Ahmed desde que se fue a crecido mucho y esa misma energía la hace casi imposible de rastrear, así que solo cuento con Chloe para que lleve el mensaje que deben regresar solas a la isla.

 

La lluvia ha comenzado desde que Leonard y Leire llegaron anunciando que sentían que algo no iba bien.

 

Tambien un mensaje de Jessie diciendo que necesitaba a Ahmed en el castillo, no pude responderle de vuelta por las interferencias de donde sea que este.

 

Cuando las escucho por la isla caminar aquí me desespero caminando de un lado a otro ¿Por qué no corren?

 

Jamás me he sentido tan ansioso en toda mi existencia. Elliot me envía mensajes telepáticos advirtiéndome que estoy por explotar de lo ansioso y angustiado que estoy, pero apenas las vi entrar a ambas de completamente empapadas, corrí a abrazarla, no permití que dijera absolutamente nada solo hice lo que hace mucho he querido hacer, tome su rostro probando sus labios, siempre es un sabor diferente pero el algo de lo que me vuelvo adicto demasiado rápido, olvide al resto y estoy casi seguro que ellos llevarían su propia apuesta al respecto, apenas me aleje recordando que ella aun es humana, sus ojos brillan, antes era tenue, ahora es como si todo el universo se abriera para ella, sus mejillas sonrosadas y su cabello dorado mojado la hacen ver más adorable.

 

—¿Qué…qué está haciendo? —las palabras preocupadas de Theo me nos hicieron salir de nuestra burbuja solo para ver como Ahmed tenía los ojos cerrados, y los puños apretados, esto no es algo bueno.

 

—creo que estaba haciendo un viaje al castillo —Leo camino cauteloso hacia su hermana, pero sus corneas se movían demasiado rápido, esto no es bueno.

 

Fueron unos segundos, pero logre verla tambalearse e intentar controlar su propio cuerpo eso quiere decir que algo está haciendo su alma, Samuel dijo que ella puede hacer esta clase de viajes en cuestión de segundo si sabe a dónde va.

 

—Haz que despierte, ¡ya! —grite haciendo que Leonard al fin la sostenga por los hombros y ella abrí los ojos por fin relajando sus músculos.

 

—es un caos, está demasiado protegido. —comenzó a respirar como si le faltara el aire dejándose apoyar por Leonard.

 

—dime que no peleaste—aunque la voz de Leo es baja logre escucharlo. Igual que la presencia de alguien a las afueras de la casa.

 

—solo un poquito… ¿Qué paso? —

 

—¿sienten eso? —Louise se dio cuenta también de la energía que comenzaba a crecer; todos subimos las escaleras y tome la mano de Chloe con fuerza, fuera lo que fuera no iba a ponerla en peligro.

 

—¿Cómo es posible? —Theo fue el primero en mirar por una de las ventanas antes de que yo llegara a las puertas que llevaban al balcón de la entrada.

 

Ese es… ¿Samuel? Porque siento que hay algo extraño en él. Me gire a mirar al grupo y todos estaban confundidos, creo que no es algo muy digno de él darle la espalda a alguien, no si no lo conociéramos tan bien. Salí al balcón dejando un apretón a la mano de Chloe, sus ojos me decían que no lo hiciera, pero es mi deber como líder de esa casa.

 

—queremos que se rindan, Damián —grito un rubio desde la entrada, por lo que sabía, este idiota es Glen, no era indiferente de un caído, menos cuando sabia sus técnicas.

 

—no nos vamos a rendir, traidor —Ahmed intento salir, pero Leonard la detuvo, estaba comenzando a molestarse y podía verlo en sus ojos los cuales estaban pasando del café destellos dorado con rapidez.

 

Unas explosiones al sur de la casa me hicieron dar cuenta de mi error, no es solo la energía que emanan estos ángeles caídos liderados por un ángel como Samuel, estos de atrás eran demonios, demonios del limbo, del castillo entre la frontera de ambos territorios.

 

Este no es Samuel, es Sathiel y eso es un problema.




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