Amarieth: El despertar

Capitulo 22

Ahmed

 

Esto es un poco incómodo, la mirada furtiva de todos me está haciendo querer explotar.

 

—bueno…es mejor que… estemos preparados para lo que venga. —sentencio Damián rompiendo el silencio.

 

No pasó desapercibido como Elliot apenas llego miraba a mi gemela, oh no, eso no.

 

—¿Jessie sigue en la frontera? —tome un sorbo de agua analizando todas las miradas, Adalet me compartió lo mismo que yo observaba, está a punto de partirse de la risa.

 

Ese es el efecto de dos gotas de agua.

 

—sí, se ha quedado allá apoyando a Gabriel, en casa todo es un caos, por eso preferiblemente es mejor que me quede aquí. —asentí comprensiva volví a guardar silencio, aun me perturban mis memorias.

 

Sé que ya Adalet no puede sentir lo que yo y aun así sé que sabe que estoy sobre analizando todo.

 

—¿siempre son así? —ambas alzamos la mirada a Lou y luego mire por el rabillo del ojo a Adalet que se giró a mirarme.

 

no, no siempre —respondimos al unísono ganándonos las miradas y ceños fruncidos.

 

Adalet me codeo cuando no aguante las ganas de reírme, si ella no lo hacia lo haría yo.

 

—lo siento, es que es gracioso como nos miran —negué levemente apoyándome por completo en la silla con las piernas abiertas dejando mi tobillo izquierdo sobre mi rodilla derecha moviéndolo como un tick.

 

—bueno, ahora mismo se nota por sus actitudes y looks —hablo Elliot analizando todos nuestros patrones desde hace un rato.

 

—¿pueden actuar una igual a la otra? Eso es lo que nos explicó Leonard —volvimos a compartir la mirada de complicidad e hice una imitación de Adalet, sentándome recatada y poniendo ojos de cordero, en cambio ella se sentó como yo lo había hecho hace un momento.

 

—debo hacerle caso a Jessiel porque si no me dará de coscorrones y gritará perdiendo el control —hice unos ojos de lastima mirando a todos y Leo solo rodo los ojos negando, sabía lo que se aproximaba.

 

—sí, sí, debo seguir mis propias reglas porque detesto ver como un par de imbéciles lo hacen mal, ñiñiñi —hizo ese gesto feo que me hizo reír y ambas chocamos los puños y chasqueamos los dedos al mismo tiempo.

 

—bien, está claro que ustedes son… —Damián se quedó pensando exactamente que decir sobre nuestro vinculo.

 

—¿un caso sin remedio?

 

—¿un molesto cumulo de partículas esperando explotar?

 

Ambas elevamos las cejas con sorna, yo sonriendo de medio lado y Adalet solo una sonrisa mostrando los hoyuelos.

 

Tan santa.

 

—han tenido muchos choques ¿no? —la pregunta de Theo me hizo mirar de nuevo a Adalet.

 

—sí, supongo que sus límites no son iguales a los míos, si la molestan partiría un par de huesos por ella.

 

—aun no tienes tus recuerdos.

Me recordó a modo de regaño, esta probándome.

—recuerdo lo suficiente como para recordar que entre hermanos nos cuidamos. —le dedique una mirada a Leonard que estaba al lado de Leire —siempre. —volví mi vista a Adalet tomándole la mano con cuidado, creo que puede ser extremista, pero si, así de locos estamos en esta familia.

 

 

 

 

 

Unos días más tarde o no sé cuánto tiempo llevamos en realidad aquí en esta cabaña sin poder salir, es tremendamente aburrido mi hermana simplemente se digna a averiguar que exactamente mi cerebro recuerda, los amuletos de las manos volvieron a aparecer, tal parece que mi propio subconsciente prefiere estar encadenada a mi ser humano y no volverlo a hacer intentar estallar.

 

Saque un par de risas y lágrimas de mi gemela y momentos incomodos por igual, también me estoy dando cuenta que hay cosas que no le he comentado y ella apenas se está enterando.

 

—aaaauch! ¿eso por qué? —me queje sobando mi brazo.

 

—por decirme verdades a medias —se veía enojada y yo solo fruncí el ceño.

 

—auch! ¿ahora por qué? —está condenada me volvió a dar un golpe en el otro brazo, a mí! Que sigo convaleciente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.