AHMED
Aun con las manos temblando simplemente no podía procesarlo, todos están a mi alrededor mirándome mientras tengo la mirada perdida en algún punto en medio de la mesa, esos ojos me están persiguiendo, es como si también hubiera dejado una marca impresa en mi mente como lo hizo Leah.
—¡BASTA! —Grite dejando la taza sobre la mesa, todos me miraron como si yo hubiera perdido la cabeza.
No lo hice. Bueno tal vez. ¿pero quién no?
Vi a Dios a los ojos, él/ella tomo mi mano, fue como si hubiera quitado algo dentro de mí, algo tan hondo que ni yo misma me plantee pensar mucho en ello.
—ella tiene razón, debemos calmarnos. —contesto Elliot intentando peinarse el mechón de cabello desarreglado.
—Dios solo hablo de palomas ¿eso cómo nos ayuda? —el desdén de Sam no pasó desapercibido.
—debo hablar con mi padre —fue todo lo que dije antes de siquiera pensarlo con cabeza fría, incluso yo me sorprendí por lo que dije.
—no, es un rotundo no y creo que sabes porque —Sam no apartaba los ojos de mí, podía sentir su mirada incluso si yo no lo miraba a los ojos, haría lo que fuera para que no hiciera una locura.
El mundo tal vez no gire a mi alrededor, pero así lo estoy sintiendo y lo odio.
—no tenemos opciones —dijo Leo sabiendo el por qué su hermana quería hablar con su padre.
—¿Por qué quieres hablar con él ahora? —lo medite, pero la respuesta sigue llegando sola, no hay nada que pueda hacer yo para cambiar su manera de pensar.
—necesitamos que nos deje en paz o seguirá mandando a mis enemigos a mí y eso solo nos retrasara. —todos guardaron demasiado silencio para mi propio gusto.
—¿Cuál es el siguiente paso? Ya que Lucifer no fue muy cooperativo —la pregunta de Chloe es válida ¿Qué opciones tenemos?
Varias en realidad.
Mi cerebro acaba de darme espacio para más ideas.
—tenemos que ir con otras deidades, necesitamos toda la energía de nuestro universo para lidiar con la barrera. —solté un fuerte suspiro mirando los rostros de todos, algunos tenían una vaga idea de mi plan inicial.
—¿Quién será la siguiente? será mejor que nos dividamos en dos grupos para esto —ofreció Elliot sirviéndose un vaso con whisky tomándolo de un solo trago todo el contenido y rellenándolo de nuevo.
—algunas son menores y otras mayores, podemos con ello —Damián miraba a la nada analizando las posibilidades.
La verdad es que algunos no serían nada accesibles y cruzar sus fronteras traería más preguntas que respuestas. Seguro que para algunos nada de esto sería valioso para sus paraísos, pero la realidad es que esto afectaba a todos, todo el maldito mapa del plano existente dependía de esa barrera.
Con pesadez todos nos dividimos en dos grupos yendo directamente a los portales que teníamos acceso en busca de información, llegar a esa clase de reinos no es fácil y la información es casi imposible de conseguir y aunque crucemos es aún más difícil saber si las deidades estarían allí.
Ni con mi conocimiento basto o mi experiencia puedo saber si ellos nos ayudaras o creerán del todo.
—¿estas lista? —pregunto Sam colocando su mano sobre mi hombro, sonreí apenas, y asentí sin mucha convicción.
Nos habíamos repartido una lista y tomé a los que conocí, hice un circulo en el suelo con mi mano, recordando las viejas palabras de occidente que aprendí una vez.
El circulo brillo en blanco y cada vez subió de intensidad hasta que después de segarnos unos segundos una figura de un hombre alto de piel morena y ojos profundamente verdes nos miró a todos hasta que sus ojos se posaron en mi con las cejas levemente fruncidas.
—¿eres tú? —su voz dudosa me hizo dar varios pasos hacia delante con una sonrisa tensa.
—lamento tener que llamarte así —elevo una ceja aun con dudas. —pero tengo algo urgente que-
—¿Ahmed? —con la boca entre abierta asentí como tonta y el en segundos sonrió con alegría abrazándome y levantándome por los aires.
Me quede completamente quieta viendo como el grupo observaba mi interacción con aquel ser.
—¿Cómo has estado? Tanto tiempo sin verte —mis pies apenas tocaron el suelo me relaje por completo, mis memorias esparcidas se organizaron un poco rápido y mi actitud cambio para con él.
—mucho tiempo, pero en serio necesitamos una audiencia contigo —intente no mirarme suplicante, pero es difícil no parecer desesperada con todo esto.
—los míos siempre estarán para ti —me dio una palmada en la espalda con fraternidad y una gran puerta se abrió detrás de él.
Les hice una señal a todos y atravesamos el portal; del otro lado el lugar es mucho más hermoso que cualquier cosa que hubiera visto en la tierra, el aire incluso es más puro.
El cielo se tiñe de un color que no es azul, pero tampoco es blanco. El barrio me hizo sentir que estaba en un lugar familiar. Ya no estamos en la tierra, eso es seguro.
—¿recuerdas cuando corrías de un lado a otro? Los chicos estarán felices de verte —el lideraba el camino, pero de vez en cuando se giraba hacia atrás mirándonos.