Amarieth: El despertar

Capitulo 49

AHMED

—con los libros de Dam y tu conocimiento podremos terminar esto a tiempo —Chloe seguía con la vista pegada a los libros, buscando la mejor solución al problema actual.

Hacer que mi cuerpo sea una bomba. Es una lástima que ella no se dé cuenta o tal vez no lo ha notado.

—sí, es extraño que mi padre viniera, apenas puedo procesarlo —seguí tomando mi te de menta y miel viéndola pasar las páginas.

—lo sé, verlo solo me hizo sentir unas ganas de correr horribles —la vi estremecerse, frotando sus brazos mientras se abrazaba a sí misma.

No pude evitar reírme y no por burla sino porque yo tambien sentía esa sensación, pero mucho más fuerte. Desde que comencé a recordarlo, jamás sentí un deseo real de “amor paterno”, solo sentía un miedo incomprensible; como si mi propio instinto me dijera que no debía recordarlo. No necesito ser psicóloga o psiquiatra para saber que eso es una mala señal.

Los recuerdos son tan dolorosos que apenas puedo procesarlos. Me pregunto… ¿algunas de mis versiones pudieron procesarlas? ¿las soporto? ¿Cómo lo hizo?

Cualquiera que mirara a mis hermanos y a mi diría que algo estuvo mal. Mi padre tenía unos ojos azules tan profundos que solo decía “peligro, no acercarse”, cualquiera que no lo conociera diría que su porte irresistible para cualquier humana ya estaría quitándose la ropa frente a él, pero veo que en Chloe no surtió ningún efecto, tal vez Leo le conto alguna cosa sobre nuestra familia o tal vez Damián y su juicio.

Cuando lo vi en casa, mantenía ese aire relajado, como si estuviera esperando a verme y ahora… ¿se fue sin más? ¿Qué hizo mamá para que el aceptara?

—¿Por qué tienes esa cara? —cuestiono Chloe cerrando el libro dejándolo sobre la mesa entre nosotras.

—¿tú en que pensabas? —le devolví la pregunta, pues vi su rostro pensativo tambien, algo quería preguntarme.

—es que… tu hermano y tú se parecen mucho, pero… tu hermana…

—¿Jessie? —pregunte sabiendo por donde iba su pregunta.

—ella es idéntica a tu padre ¿Cómo? —intente no reírme porque la verdad era que cuando ella se enoja es idéntica a nuestro padre, tal vez ella tambien odie eso.

—algunos de nuestros hermanos heredaron el parecido a nuestro padre y el resto de nosotros salimos guapos como nuestra madre —puse mi rostro más angelical haciéndola reír. Aunque es cierto nuestros cabellos son castaños o negros y nuestros ojos son cafés, pero lo que todos compartimos es el mismo rasgo psicópata de nuestro padre, algunos lo controlan, otros solo lo demostramos entre nosotros.

Somos unos locos por naturaleza, pero somos familias.

—papá dijo…que todo se trataba de estar de un lado y quería que estuviera de su lado —vi la expresión de sorpresa en el rostro de Chloe y sonreí —pero desde que tengo de vuelta mis recuerdos, se la promesa que hicimos entre mis hermanos. —me acomodé en la silla acariciando mi brazo, justo donde está la cicatriz, la misma que un día mi padre me hizo cuando interferí en su castigo hacia mi hermano mayor. —estoy del lado de mi familia, no de él.

Ella suspiro como si esa respuesta la esperara.

—eso es bueno. Supe por Damián, que sospechan de tu padre —yo solo asentí intentando no hundirme en mi silla.

—sí, tengo las mismas sospechas —dije soltando un suspiro y poniéndome de pie.

Odiaba tener que esperar alguna respuesta, desde hacía dos días que ni una sola señal de algún reino sobre si ayudarían o no y estoy al borde de un colapso. Por lo menos las grietas espacio-temporales ya no eran frecuentes. Solo había silencio.

—¿si? —estire mis brazos esperando que así mis músculos entumecidos se relajaran, la ansiedad acabara con este cuerpo antes de tiempo.

—los portales en los reinos, tal vez él lo creo —respondí con certeza que casi me asuste, pero ¿a quién le convendría todo esto? A mi padre.

Una cosa era buscar robar energía de otras versiones de él y otra muy diferente ayudar al enemigo número uno del universo.

¿sabría que yo ayudaría?

Lo dudo.

Se supone que hay planes y recursos para esa clase de contingencias, pero esas grietas no eran detectables, casi como un canal de desagüe o ventilación de un edificio.

Mire a mi alrededor sintiéndome completamente observada desde algún punto.

—¿pasa algo? —pregunto Chloe ya estando alerta, parece que ni ella lo había notado.

—no lo sé, siento… como si estuvieran mirándonos —ella se levantó de la silla comenzando a activar una barrera.

—¿estas segura? No… siento nada —que ella lo dudara me hizo desconfiar de mis instintos hasta que logre encontrar al culpable, apenas abrí un portal saliendo de la barrera que creo Chloe y tome al culpable del brazo, apuntándole en el cuello con una daga.

—¿Quién eres? —sus ojos cafés me miraron con terror y luego una sonrisa nerviosa.

—lo… lo siento… no quería espiar —su disculpa, aunque sincera me hizo mirarlo mejor, Chloe apareció a los segundos después y tambien se quedó extrañada, parecía un adolescente entrando por error a un aula que no era la suya.




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