Noah y Corín
“Una oportunidad y un cierre de ciclo”
La tensión en la oficina se sentía como una nube gris, pero ese día, algo diferente iba a pasar.
Un cliente importante, que había estado indeciso por meses, llamó directamente a Noah para hablar sobre un proyecto clave para la expansión internacional de la empresa. Querían una propuesta fresca, innovadora y, sobre todo, un equipo confiable para manejarla.
—Corín —me dijo Noah esa misma tarde—, quiero que lideres este proyecto.
Mi corazón dio un vuelco.
—¿Yo? —pregunté, sin poder creerlo.
—Sí. He visto tu dedicación, tu talento. Este es el momento para que demuestres todo lo que vales.
Pero esa noticia no tardó en provocar reacciones.
Marla, en la reunión de equipo, intentó desviar la atención cuestionando mi capacidad y generando dudas con sus comentarios velados.
Sin embargo, Noah puso fin a eso con firmeza.
—Marla, tu actitud no aporta a este equipo ni a esta empresa. He decidido que, tras evaluar el ambiente laboral, ya no formarás parte del equipo. Mañana será tu último día aquí.
El silencio fue total. Miradas sorprendidas, algunas con alivio.
Más tarde, Noah y yo nos quedamos solos en la sala de juntas.
—Esto no solo es un paso para la empresa —dijo él—. Es un paso para ti. Para que el mundo vea quién eres realmente.
Sentí una mezcla de nervios y emoción.
—Gracias por confiar en mí.
—Siempre lo haré. Porque ahora sé que juntos podemos enfrentar cualquier cosa