Corín y Noah
“Brindis por el esfuerzo y la unión”
La sala de reuniones se transformó por completo aquella noche.
Donde antes había tensión y nervios, ahora había risas, música suave y un ambiente cálido.
Noah había organizado una pequeña celebración para el equipo, para reconocer el esfuerzo y la dedicación que nos había llevado al éxito.
Los compañeros que antes se mantenían distantes se acercaron con sonrisas sinceras y felicitaciones.
—¡Lo hiciste increíble, Corín! —me dijo Ana, una colega del área creativa—. Esta campaña fue un parteaguas para todos.
Noah levantó su copa y todos hicimos lo mismo.
—Por el talento, el esfuerzo y la perseverancia —brindó—. Pero, sobre todo, por el equipo que nunca dejó de creer.
Sentí una calidez que me envolvía, no solo por el triunfo profesional, sino por el respaldo humano que ahora tenía.
Mientras la música sonaba y las conversaciones fluían, Noah me tomó de la mano y me susurró:
—Esto es solo el comienzo. Juntos vamos más lejos.
Miré a mi alrededor y por primera vez sentí que pertenecía, que podía ser yo misma sin miedo ni máscaras.
Y supe que, pase lo que pase, este momento quedaría grabado para siempre en mi corazón.