Amarme para amar

✨ Capítulo 20

Corín y Noah

“Sanando juntos: el regalo de la entrega”

Después del difícil encuentro con mi familia, me sentí exhausta, como si un peso enorme se hubiera asentado en mi pecho.
Noah notó mi silencio y me abrazó con ternura, sin decir palabra, solo ofreciendo su presencia.

Esa noche, en la intimidad de su departamento, hablamos largo y tendido.
Noah escuchó cada uno de mis miedos, mis dudas, y mis inseguridades, sin juzgarme, solo con amor.

—Eres mucho más que suficiente, Corín —me dijo suavemente—. Eres perfecta en tu esencia, y mereces ser amada sin condiciones.

Con esas palabras, algo en mí se abrió.
Dejé caer las barreras que tanto me habían protegido y me entregué a él por completo.

Fue nuestra primera vez, pero más allá del acto, fue un momento sagrado de confianza y conexión.

Noah me acarició con delicadeza, susurrándome que veía la belleza en cada parte de mí, no solo en mi cuerpo, sino en mi alma.
Me hizo sentir valorada, deseada y, sobre todo, amada tal como soy.

En sus brazos, por primera vez, me sentí libre de ser yo misma, sin miedo ni vergüenza.

Aquella noche no solo se selló nuestra pasión, sino también nuestro compromiso de sanar y crecer juntos.

Porque el amor verdadero no solo se vive en los momentos perfectos, sino en la entrega auténtica y la aceptación completa.




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