Corín y Noah
“Más fuertes, juntos”
Después del encuentro con Marina, algo cambió entre nosotros.
No solo habíamos cerrado un capítulo difícil, sino que habíamos abierto una puerta hacia una relación más profunda y sincera.
Los días siguientes estuvieron llenos de conversaciones honestas y miradas que decían más que mil palabras.
Noah se esforzaba en demostrarme, con pequeños detalles, que su compromiso conmigo era real y sólido.
Yo, por mi parte, aprendí a confiar más en mí misma y en nuestra unión, dejando atrás los miedos que a veces me consumían.
Una tarde, mientras caminábamos por el parque, Noah me tomó de la mano y me dijo:
—Corín, no quiero que nada ni nadie nos haga dudar de lo que tenemos. Eres mi compañera, mi fuerza y mi inspiración.
Sentí que mi corazón se llenaba de una alegría pura y auténtica.
—Y tú eres mi refugio, Noah. Contigo me siento capaz de enfrentar cualquier cosa —respondí con una sonrisa.
Nuestro amor había crecido, fortalecido por la verdad, la paciencia y la entrega.
Sabíamos que el camino no siempre sería fácil, pero estábamos dispuestos a recorrerlo juntos, con la certeza de que el amor verdadero se construye día a día.