Amarok

Capitulo 11

Narra Amarok 

Tiempo atrás, hace algo más de 2000 años 

 

Llaman a la puerta, ¿Quien será? Voy a ver, abro y veo a Phatos en mi puerta, vaya este viejo gruñón sale de su casa. 

- ¿Que te trae por aquí Phatos? - le digo 

- ¿Algún dragón descontrolado ha quemado la plaza? - me pregunta 

 Miro detrás de él, si ayer un dragón de unos 2100 años quemó la plaza, suerte que todas nuestras viviendas son a prueba de incendios. Mi casa es de piedra y está en el corazón del pueblo, porque si hay algún incidente y debo ir, me puedo transformar en la plaza y salir volando. 

- ¿Viniste por un tema sin importancia? Sucede a menudo que uno de los nuestros incendie algo, no es de extrañar - le digo indiferente 

- Quería tener una conversación agradable contigo - me dice - me dejas entrar 

Sin que le dé permiso ya está dentro de mi casa. Que más da, es nuestro gobernador, algún día es posible que llegue a gobernador. 

- Sabes que eres uno de mis mejores guerreros, has hecho tantos encargos, tanto para mi como para el limbo - me dice Phatos - está vez el consejo me ha pedido un tipo de misión algo compleja, y deberás ir acompañado. 

El limbo, nunca he estado, no me lo permiten, pero si me permiten viajar a otras dimensiones. Ya que soy uno de los pocos dragones que no se altera y mantiene su aura y su dragón controlado. La mayoría tiene un fuerte temperamento y eso nos puede llevar a quemar algunas cosas. Estamos acostumbrados a vivir así. 

- Cuéntame más - le digo a Phatos con curiosidad 

- Ese es el espíritu. Bien, algo debes saber de los nigromantes - me comenta - hace poco luchaste contra uno en nuestras tierras 

Si, estaba cerca de las montañas, me costó mucho derrotar a ese desgraciado.

Los nigromantes son magos, pero ellos utilizan su magia negra con los muertos, son seres repugnantes y huelen asqueroso, como a cadáver podrido. Sinceramente lo odié. 

Hago una mueca al recordar a ese nigromante y Phatos se ríe.

- Si, aún te acuerdas - me dice - como decía, por lo visto, hay más nigromantes en otra dimensión.

- No pienso ir a otro sitio a luchar contra nigromantes, que se encargue otro, quizás un mago con magia blanca sería más efectivo - le comento 

- Si, eso mismo pensé yo, pero hay algo más, mientras tu luchabas contra ese nigromante, había otro en las montañas - me informa 

- Eso es imposible, yo estaba allí y no vi a otro - le digo con seguridad 

- Te creo, pero ése era más fuerte, y te mantuvo ocupado para robar los restos de Gorgus - me dice Phatos 

Me acaba de decir Gorgus? Ese fue un dragón plateado, era el mejor, luchó con valentía y nos salvó a todos de la destrucción. Es mi ejemplo a seguir. Sus restos están en la montaña. 

- ¿Empiezas a entender la urgencia? Si ese nigromante consigue que Gorgus regresé a la vida no será para ayudar, será para destruir. Y Gorgus fue el más poderoso, si lo regresa de entre los muertos, no podrás contra él. De ahí que necesito al mejor dragón y al más calmado, tú - me señala Phatos 

- Debemos recuperar los restos de Gorgus - le digo a Phatos 

- No irás solo, vendrá contigo una dragona - me comenta - tiene más o menos tu edad, unos 1000 años, viene de otra región y te ayudará contra el nigromante, es una mujer que sabe mucho. 

- De acuerdo, pero no soy niñera de nadie - le digo 

- Bien, ven conmigo está esperando en la plaza, debéis iros ya - me dice mientras sale por la puerta 

Lo sigo y a fuera están dos chicas que se abrazan. 

- Chicas os presento a Amarok, - dice Phatos - Amarok ella es Kinna y ella es Akiko 

Akiko es una mujer preciosa, tiene el cabello largo, liso y negro, su piel es de porcelana y sus ojos son rasgados y su iris es negro. Tiene un cuerpo delgado y es mas bajita que yo, debe medir 1,50 metros. Me encantaría verla en forma de dragón, debe ser hermosa. Me quedó sin palabras ante su belleza, ella me mira de arriba a bajo, me sonríe. 

- Es un placer conocerte, en mi región se habla mucho de ti - me dice Akiko 

- Espero sea de cosas buenas - le digo ella asiente con una sonrisa 

- ¿Porque yo no puedo venir? También se cosas - comenta Kinna  

- Tu eres una adolescente - le dice Akiko 

- No soy tan pequeña, tengo más de 500 años - le dice Kinna 

- Si, 501 años para ser exactos, sigues siendo adolescente y te quedás aquí - dice autoritaria Akiko 

- Puede quedarse en mi casa - le comento - y si tiene problemas en esa casa viven mis padres, ellos te ayudarán si te falta algo 

- Eso sería maravilloso - comenta Akiko 

- Pero...  

- Dejad de hablar, vosotros dos iros ya, y tu Kinna te quedás en su casa, te protegeremos - dice Phatos molesto 

Sin decir nada más, acatamos su orden y abro un portal para ir a la dimensión que me dicen. 

En cuanto cruzamos llegamos al territorio de una manada de lobos, son la manada Selene y están en Grecia. Ellos nos reciben bien, el consejo les aviso de nuestra entrada. 

El alfa nos comenta lo que ha estado pasando en su manada, ya que algunos cuerpos sin vida han sido robados. Y se dice que hay rogues que ayudan a los nigromantes. Los vampiros no quieren saber nada, ellos no han tenido problemas con los nigromantes, y esque un vampiro ya está muerto y su muerte vampírica les hace cenizas, así que los nigromantes no pueden hacer nada con ellos. La manada nos da cobijó. Y es allí dónde trazamos un plan y buscamos información del posible paradero de los nigromantes y del cadáver de Gorgus. 

Según el alfa deberíamos ir en dirección al este. Al ser lobos tienen buen olfato y saben que se dirigieron en esa dirección. 

Akiko y yo nos transformamos en dragones para ir volando y llegar lo antes posible. Su dragón es hermoso, es de color rojo, más pequeña que mi forma de dragón, pero aún así preciosa. 

Durante el vuelo vamos jugando un poco, con ver quien vuela mas rápido, quién se esconde entre las nubes, caemos hacia al mar y con las alas tocamos un poco el agua para mojarnos, nos divertimos, es agradable. 




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