Narra Amarok
- Supongo que queréis que os expliqué un poco para que entendáis lo que ocurre - dice Akiko
Todos asentimos, Akiko bebe un poco de su té, nos mira y empieza a relatar
- Como ya sabéis, el nigromante que robo los huesos del dragón Gorgus, y trajo hasta esta dimensión, se llama Nehos. Es un nigromante muy fuerte, Amarok se enfrentó a él, y por desgracia Nehos resucitó a Gorgus, haciendo que Amarok se tuviera que enfrentar a Gorgus. Para eso lo alejó todo lo que pudo para luchar en el océano y no provocar daños a la civilización. Mientras Amarok estaba luchando yo fui hacia el monte Fuji, que es allí dónde se encontraba Nehos, a su servicio tenia a varios de la manada Selene y de nigromantes...
- Nuestra manada no estaría jamás al servicio de un nigromante, no digas tonterías - dice Wyatt enojado
- Eran de tu manada, pero eran muertos, los resucito, así tenía un ejercito de lobos y un dragón a su servicio, ya solo le faltaba poseer a Amarok, por eso los nigromantes inferiores le seguían - dice Akiko
- De acuerdo, sigue, ¿Que paso en el monte Fuji? - pregunta Chloe
- Entré por el orificio que hizo Amarok al salir. Allí me encontré con Nehos y todo su ejército. Sabía que tenía que actuar rápido, ya que no sabía cuánto tiempo podría aguantar Amarok. Tampoco podía enfrentarme a ellos, estaba sola y mis habilidades de combate eran muy inferiores a las de Amarok. Así que hice lo primero que pensé, conjure un hechizo para encerrarlos en ese lugar. Pero para que funcionará, había algo que tenía que sacrificar - dice Akiko en un pequeño suspiro
- No, no me digas que... - empiezo a decir, espero que no sea lo que pienso
Akiko le cae unas lágrimas al recordar ese día.
- Podéis explicar que sacrificó - pregunta impaciente Wyatt
- Su dragón - dice Kinna
- Me perdí, ¿Cómo que su dragón? - pregunta Wyatt
- Es como si tu lobo saliese de ti, tendrías las habilidades de hombre lobo, pero no podrías transformarte en lobo - le explicó lo mejor que puedo
- Mi parte dragona se encuentra custodiando la entrada que sellé a Nehos y su ejército. Me quedé así, lo siento Amarok, les pedí a los reyes que no te lo dijeran, no quería que me vieras así - dice Akiko
La entiendo, para nosotros nuestra parte dragón es muy importante, si no podemos ser dragones somos repudiados de nuestra sociedad. Nos condenan a muerte, ya que si sucede algo son el eslabón más débil y para un dragón no existe la palabra débil, debemos ser fuertes.
Kinna se levanta y se va de la sala, ella también está en ese punto que sabe que nuestra sociedad la querrá muerta.
- Todos, salid de la sala, quiero hablar con Akiko a solas - mi aura de dragón sale para que acaten mis órdenes
- Amarok, no hagas ninguna estupidez - me pide Darían
Aún así, todos me hacen caso, salen de la sala, dejándome a solas con Akiko.
- Lo lamento mucho Amarok, sé que debí decírtelo, pero sé que eres muy fiel a Phatos y si se lo decías me impondrían el castigo de muerte, por ser débil - me dice Akiko a punto de llorar
- Te equivocas, ya no sirvo a Phatos, ni a los reyes, el día en que me dijeron que moriste, una parte de mí también murió. Lo que me molesta más es la forma en que lo hiciste, te escondiste de mi, en vez de decirme la verdad. - le digo
Akiko empieza a llorar, le alzo la cabeza y la miro a los ojos.
- Hubieras confiado en mí, yo te hubiera protegido, debiste darme una oportunidad. - le digo mirando a sus hermosos ojos - dame una oportunidad para que me conozcas
- ¿Podrías estar conmigo sin mi parte dragona? - pregunta confundida Akiko
- Desde el primer día que te vi, pensé en amarte, quiero ser parte de tu vida, permíteme estar junto a ti. Sé que tu acto fue imprudente, pero fue heroico, tu sigues teniendo tu dragona, solo que está haciendo guardia, te ayudaré a recuperar tu parte y ya luego te vienes conmigo - le digo para que se tranquilice
Nos abrazamos y nos quedamos un buen rato así, a la luz de las velas, sería un momento muy romántico y especial y de seguro acabaríamos a la cama. Pero... Llaman a la puerta interrumpiendo este momento, sea quien sea lo mato.
- ¿Ya habéis acabado de hacer guarradas? - pregunta Wyatt - tenemos asuntos importantes a los que atender
- Cachorro del diablo, ¿Acaso tus padres no te enseñaron a respetar la intimidad de los mayores? - le digo con enojo
- Ya salimos Wyatt - le dice Akiko
- ¿Segura? Me gustaría seguir tu lado - le digo
- Amarok, a mi también me agrada que me abraces y todo esté tiempo solo he pensado en ti, intentaba que los reyes me dieran información, pero no lo conseguía, pensaba en lo peor. ¿De verdad que sin tener mi parte de dragona tu quieres seguir a mi lado? - me dice Akiko
- Por supuesto que quiero seguir a tu lado, acabemos con esto de una vez - le digo
Me levanto y le doy la mano para ayudarla a levantarse, ella me coge de la mano y la tiro encima de mi, haciendo que se quedé pegada a mi pecho. Justo en ese momento abren la puerta
- Por la Luna! ¿Aun no estáis? Ya tenéis una edad - dice Wyatt con frustración
- Eres un impaciente - le digo a Wyatt - piensa que llevo más de 2000 años deseando esté momento. Me gustaría verte a ti sin tu mate durante 2000 años
- Mi Diosa es bondadosa, y no me dejará sin mate mas de 10 años - dice seguro Wyatt
- Nosotros no tenemos almas gemelas, ni mates - dice Kinna asomándose por detrás - pero cuándo nos enamoramos es para la eternidad. Y eso le ocurrió a estos dos en cuánto se vieron, un amor eterno.
- Eso es precioso! - dice Chloe entrando a la sala
- Solo os falta un unicornio vomitando arcoiris - dice con asco Darían - ¿Tu que dices hijo?
Gael mira la situación y asiente con la cabeza.
- Hacéis que nuestra situación pase de una romántica a una muy incómodo por vuestra culpa, no os di permiso para entrar - digo con frustración