La fémina observo por el enorme ventanal del aeropuerto, esperando la llegada del avión.
Cuatro años habían pasado desde aquel momento y como lo había predicho. Su pequeño bebé era un niño fuerte y sano como su padre. Era la imagen perfecta de los dos y una prueba de su historia.
Cada uno había rehecho su vida o habían tratado de hacerla con un hijo en común. Puso la palma de su mano en su hinchado vientre de siete meses y medio.
Cuando supo la llegada de un nuevo bebé, la rubia lloro tanto que se dio cuenta que nuevamente se sentía lo que era amar y ser amada intensamente. Una puntada de dolor hizo que hiciera una mueca.
—Papá pronto llegará, pequeña Cemré. Debes ser tranquila por mamá. —Siguió acariciando su vientre tiernamente tratando de transmitirle paz.
Miro hacia al frente donde Ali Nejat llegaba corriendo con Maialen detrás suyo. Ali era un niño muy activo. Había días que era alegría pura, como otros donde no había quien soportará su mal carácter heredado por su padre.
—¡Mamá! Mi Papá ya llegó, ven —con su pequeña manito agarró la de su madre, sosteniéndose de la banca, se levantó y camino por donde era guiada por su hijo.
Admitía que estaba nerviosa y ansiosa de verlo, pero feliz. Una figura alta con demás hombres trajeados detrás de él llamó la atención.
—¡Papá! —Ali Nejat corrió hasta él, llamando la atención de Keren quien sonrió y se inclinó para traerlo en brazos hasta ella.
El árabe le sonrió, siéndole devuelta su sonrisa.
—Dafne, qué alegría verte por aquí —Abrazados, caminaron hasta la salida.
—Ali Nejat estaba ansioso por verte y no pude negarme a traerlo. ¿Como te fue todo?
—Ali Nejat puede ser indispensable a veces. Todo salió como esperaba. ¿Cómo estuvo Cemré?
Al salir afuera, esperaron el auto que los llevaría a la mansión.
—Extrañando a su padre —sonrió con complicidad. De igual manera, Keren lo hizo.
—Y su padre ya quiere conocerla y tenerla en sus brazos ¿Tú también quieres conocer a tu hermana Ali?
Ambos miraron al pequeño revoltijo. Quien llamaba la atención de toda Dhahran al ver un niño tan rubio de ojos claros que llamaba la atención de toda cámara cuando salía con su padre.
—¡Si papá, cuidaré mucho a mi hermana menor y no dejaré que nadie la toqué! —respondió eufórico haciendo reír a Keren, pero no a su madre.
—No debes enseñarle eso al niño Keren —subieron al mercedes —Cemré querrá tener pareja y la dejaré.
—Solo por mi cadáver lastimaran a mi hija.
Los dos se miraron cómplices.
—Nunca he tomado una decisión tan buena al estar a tu lado. Me arrepiento haber tomado tu palabra como válida. Un año separado fue una prueba basta para hacerme ver que te amo demasiado Dafne. —Ronroneo, besando su coronilla.
—Igual yo Keren, te amó. Amo mi familia. — Le sonrió feliz.
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Editado: 15.02.2022