Nadia ha llegado con un propósito, romper corazones en la Universidad de los Ángeles. Pidió su traslado, después de enterarse de que sus padres se divorciarían, quiere estar lejos de España, lejos de la amante de su padre y lejos del amor. Mientras tanto, Hugo sigue memorizando un discurso que tendrá que exponer en el auditorio de la Facultad de Derecho, él se está especializando en homicidios.
Una joven llamada Miranda, ha llegado tarde una vez a sus clases- Señorita Molina, ¿otra vez tarde?- ella ha pedido disculpas y ha logrado pasar, una vez más le disculpan una tardanza, ella sabe el porqué de su impuntualidad, pero no lo revelará.
- ¡Mamá! Aún es temprano... -Hija, ya son más de las 10 am. -¡Mierda! Mi examen- eh, ese lenguaje niña- comenta la madre de Ariel- eso te pasa por pasar mucho tiempo en la playa- ¡Madre, ya!
Una mañana fría en la Universidad de los Ángeles
-Buenos días jóvenes, soy su nuevo profesor de Química. Mi nombre es Ing. Químico Ayden Miller y este semestre los acompañaré- mucho gusto.
Las alumnas miraban con atención al nuevo profesor, era guapo e inteligente.
- ¿Alguien ha faltado el día de hoy?- pregunta Ayden. – Ingeniero, mi compañera Ariel Castle no ha venido- dice Caroline con una sonrisa maliciosa. –Bueno, entonces a la señorita Ariel le bajaremos puntos en esta primera clase.
Unos minutos antes de la clase de Química
- Perdonen, perdonen- dice apurada una pelirroja mientras toma un sorbo de su chocolate caliente- está a punto de subir las escaleras de su facultad pero un tipo tropieza con ella y el chocolate ya tibio, es lanzado en la blusa rosa de Ariel. – ¡Mierda! ¿Qué te pasa idiota? ¿No te das cuenta? – Ariel se lamenta, tendrá que irse al baño a limpiar, llegará tarde a su clase. – Usted es la que ha caminado apurada, así que la culpa de este incidente es suya. –Encima eres cínico, idiota- al fin dice la pelirroja y sale de ahí. Dejando a ese hombre de cabello oscuro con la mirada perpleja.
Al finalizar la clase de Química
Ariel entra preocupada, este es el último año de su carrera así que sus tardanzas no le ayudan en el excelente ponderado que tiene, tiene que hablar con su nuevo profesor. Lo hará.
- Hola Cat, ¿Sabes dónde está el profesor de Química? Se me hizo tarde porque tropecé con un idiota. La rubia, sonríe. – ¿El profesor guapo? Supongo que está en el laboratorio, por cierto Caroline fue quien dijo que habías faltado... Ariel corrió hacia el laboratorio para pedir disculpas. Entró al laboratorio pero no lo encontró. Así que decidió esperarlo. Ayden finge toser para llamar la atención de aquella alumna que se había quedado dormida.
- Buenos días señorita- dice al ver que ella despierta- este no es lugar para quedarse dormida. ¿Usted?- Ariel se sorprende- sí, yo soy el idiota con el que usted tropezó. ¿Qué hace aquí? - ¿En serio? ¡Qué casualidad! –se rasca la cabeza- no había imaginado que ese tipo sería su profesor de Química, con todo el orgullo del mundo debía pedirle disculpas. - Discúlpeme, yo fui la tonta que no me di cuenta- ¿podría disculparme profesor? Ayden quería sonreír, esa chica era graciosa. ¿Usted qué curso lleva conmigo, señorita?
– Química, soy del décimo ciclo de la carrera de Biología. El profesor abrió su libreta, ah, usted es ¿Ariel Castle? – exacto- susurra avergonzada. Es por eso que faltó a mi clase... lo único que puedo hacer por usted señorita es disculparla por haberme dicho groserías, pero los puntos que tendrá en su examen se los restaré. Lo lamento, la próxima vez llegue temprano.
La pelirroja estaba furiosa, quería decirle lo idiota y malvado que era. Lo detestaba, no era justo. Sólo se despidió y salió del laboratorio para seguir con sus clases.