Amarte a ti

Realidad 1: Consciente de ella

Hay pocos hombres dispuesto a escribirle un poema a una mujer, quizás sólo los más desesperados se atrevan. Es un intento legítimo de decir como nos sentimos, pues no hay muchas formas de describir el amor.

Pero bueno en estos días eran muchos los que se declaraban de esta forma, todos leían poesía y todos se sentían expertos. Aunque el único poema que escribiera fuera justamente con el que se declaraban. Luego ya no volvía a escribir.

Si dedicabas un poema a una mujer, era por que deseabas pasar toda tu vida con ella, ese era el compromiso que aceptaba, era algo que se había aceptado como común en nuestra sociedad actual.

Elegir a una pareja, era cosa sería y la tradición de la poesía lo era aún más, por eso eran pocos los que se atrevían a confesarce de esta manera. Después de todo era una gran desicion amar a una sola mujer.

Por esos días me la pasaba haciendo burdos intentos por escribirle un poema a Stella, leía y practicaba mucho acerca de cómo crear aquellas palabras. Era mi intento de volverla a traer ante mí, había llegado a creer que mi alma era capaz de llamar a la suya.

Pero pese a que cada día sentía mi amor por ella más fuerte, esta no volvía a aparecer.

Yo le escribia:

"Así mismo te he amado, en lo más oculto, en lo más sincero, en esas palabras que no tienen forma, en las acciones que no puedo ocultar

Te amo en lo más lejano, en esta vida que va, en la eternidad"

Nunca lograba terminar un solo poema, siempre lo descartaba pues sentía que no describían una sola parte de lo que sentía.

Pero no dejaba de intentarlo, avanzaba a pasos sigilosos pero estaba avanzando.

-Buenos días supervisor

Alguien me saludo de pronto, me asusto, oculte lo que estaba escribiendo tímidamente.

-Buenos días Pam ¿Necesitas algo?

Pam era una pasante que trabajaba en la misma oficina que yo, de hecho estaba a mi cargo. Tenía que enseñarle como hacer su trabajo.

-Lamento interrumpir supervisor, pero esperaba que revisara el informe que redacte

-Oh con todo gusto

Me entrego un puñado de hojas.

-Me siento algo confiada esta vez con mi trabajo-Dijo entusiasmada

Pam llevaba trabajado poco tiempo ahí, era una chica alegre, trabajadora y amable. Era algo baja y delgada, su pelo era chino, pocas veces cambiaba su peinado, usaba maquillaje modestamente y era algo bonita aunque no lo presumía. Pero pese a todo en estos pocos meses que trabajo bajo mi tutela, me di cuenta de que era bastante lenta para aprender, parecía costarle adaptarse.

Le señale ciertos errores en su informe, errores que ya le había recalcado mejorar anteriormente. Ella se disculpo, parecía algo frustrada, no era que no le gustará trabajar, sino que no tenía talento para hacerlo. Lo más probable es que hubiera llegado lejos en la vida solo con esfuerzo y disciplina.


-Lo corregiré en seguida supervisor

-Así lo espero, y no me llames supervisor puedes decirme por mi nombre

-Oh señor, no me atrevería - Dijo algo sonrojada


No era que me cayera mal, pero esta pasante ya me había causado varios regaños por parte del jefe. Por lo que sentía cierta antipatía hacia ella.

En un descanso para tomar café, me encontraba, mirando por una ventana hacia el cielo, fumaba un cigarrillo y me preguntaba si aquel cielo era el mismo que Stella veían.
No sabía por cuales caminos andaba ahora ella, pero deseaba con todas mis fuerzas de que al menos me llevara en su mente una sola vez.

-Últimamente te ves muy distraído amigo ¿Te ha pasado algo?

Me pregunto otro compañero de trabajo y un amigo mio que conocía desde el tiempo del colegio. Su nombre era Alexis.

-Eh, no no me pasa nada, solo estoy algo cansado

-¿Es eso así?

-Si

-mmm a mi no me engañas, te conozco y pocas veces te he visto de esta manera

No le había contado hasta ahora a nadie acerca de Stella, me parecía algo difícil de creer, seguramente a quien se lo contará pensaría que estuviera mintiendo o bromeando.

-¿Tiene que ver con una mujer?

Voltee sorprendido ante la pregunta de Alexis.

-Acerté jajaja

-No, no es así-Traté de negar

-Ja, ja, ja eres tan obvio chico, si tienes problemas con mujeres ¿Por que no le preguntas al experto?

Me quede en silenció, tuve el impulso de contarle pero no lo hice, no creo que existiera consejo alguno para lo que estaba viviendo con Stella después de todo creía a verla conocido solo en un sueño.

Alexis sin duda tenía experiencia con las mujeres, era casado y tenía una hija,un tipo trabajador y respetable. Y pese a eso tenía varias relaciones furtivas con algunas de las mujeres de la oficina. Casi siempre elegía pasantes pues sabía que estas no duraban mucho ahí, y así no se le hacían chismes a su alrededor que pudiera alertar a su mujer.

Suspiro al ver mi silencio.

-Bueno si no quieres contármelo allá tu, pero si estás sufriendo por una mujer que no puedes tener es mejor olvidarla y buscar otra

-Es fácil decirlo para ti, tienes a casi todas las chicas de aquí a tus pies

-Je, je que puedo decir tengo suerte, pero ya sabes amo a todas las mujeres, si pudiera hacerlas a todas mías lo haría jajaja

-ugh me enfermas

-Jaja no te enamores solo de una amigo... Y un consejo si no puedes hacer que una mujer te quiera al menos haz su cuerpo tuyo, al menos así aunque no te la quedes habrás ganado algo

-¿Como puedes ganar si rechazan lo que sientes?

-Ese es tu problema, llenas todo de romance, a la mayoría de las mujeres les gusta lo simple... Amor y sexo son dos cosas diferentes

Lo mire incrédulo, que le hubiera funcionado a él todo aquello no quería decir que me funcionará a mi.

-Tienes algo de pegue amigo, ¿Por qué no lo utilizas mejor?

-Soy lo que llaman tímido

-Así nunca tendrás una mujer, si hay algo que se, es que a la mayoría de ellas les repugna los cobardes




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