Amarte en pedazos.

☀08. Paula nunca fue ella.

Alonso.

Paula me hizo sonreír.

Paula me hizo vivir.

Paula me hizo ser más consciente.

Paula me devolvió una vida que perdí años atrás.

Pero Paula no era Alisson.

—¿Qué tiene ella que no tenga yo?—Me gritó histérica caminando alrededor de nuestro apartamento. La tensión de notaba cada vez más en su rostro. Sus manos temblaban.

Yo solo estaba parado, ahí, enfrente de ella sin que las palabras salieran de mi boca. Luego de unos segundos en silencio la mirada de pelinegra cambió.

Lo comprendió, se sentó suavemente en el sofá color verde manzana, agarró su cojín preferido y empezó a llorar.

La semana que me desaparecí solo me recuerdo de puro alcohol y de una hermosa mujer a la que le conté todas mis penas: Paula. Cada bar al que fui, cada hotel en el que dormí, cada estupidez que hice en mi despecho, cada vez que deseé que ella fuera Alisson: en todos esos momentos ella estuvo. Han pasado 3 años desde que terminamos, no obstante sigue siendo la época más oscura de mi vida y lo único que no recuerdo a pesar de los elevados nivel de alcohol en mi organismo es cómo esta mujer entró en mi vida. Cuando regresé a casa, gracias a mis padres, rompí todo contacto con ella. Con mi corazón roto y hecho añicos ella fue mi desvelo esos 7 días de la semana. Sorprendentemente logré olvidar a la pelirroja. Pero al volver a casa la soledad me sacudió nuevamente.

Estar con Paula nunca fue una opción para mí, entre mensajes y llamadas la alejé. Ella tampoco insistió porque ¿quién quiere estar con un chico que apenas conoces y lo único que hace es hablar de su ex? No fue nada atractivo de mi parte. Pero la vida da vueltas y un día perdido entre mis pensamientos nos reencontramos en un bar. 

—Esto para mí es una clase de Deja Vu.—Una voz me sacó de mi cabeza y la vi. Llevaba un vestido rojo muy escotado y sexy. Su cabello recogido en una coleta que permitía ver sus trabajados hombros.

Desde entonces nos volvimos inseparables. Pero para mí se convirtió en costumbre, la sentí más como una amiga que como mi pareja. 6 meses después nos entramos en una situación muy dolorosa, más para ella que para mí. Cometí errores. Entre sueños, según Paula, continuaba susurrando un nombre: "Alisson". También le incomodaba que tuviera algunos cuadros que ella me regaló en las paredes de mi casa o que me preocupara por su padre, entre otras cosas. Fue difícil comenzar la torrente relación que solo duró medio año, claramente por mí porque era mi primera relación luego de Alisson. Pensé que estaba listo pero perdí las esperanzas esa tarde al darme cuenta de que mi corazón no la amó nunca. 

Era bonito verla al despertar. Se sintió bien nuestro compartir. Su compañía fue mucha paz pero siempre me gustó la tormenta.

—¿Vas a amar toda la vida a una mujer que te abandonó cuando tu nunca lo hiciste?—Molesta lanzó el cojín al suelo. Se volvió a parar quedando a mi altura.

—No es por ella, Paula.—respondí y puse una mano en su cintura. Intenté atraerla hacia mí pero con un solo movimiento se apartó.

—Siempre ha sido ella, Alonso. Prácticamente debo agradecerle porque por ella fe que te conocí.—Inquirió sarcástica arrugando las cejas y apretando la mandíbula.

—No me siento completamente feliz contigo, no es culpa tuya, es mía.—Volví a acercarme mientras que Paula me dió la espalda.—No te merezco.

—Ella tampoco te merece.—Gritó.—¿Cuándo la vas a superar o te quedarás el resto de tu vida solo? ¿No te das cuenta de que es una estúpida lisiada que quiere llamar la atención con un esposo que la golpea?

Me dió justo donde más me duele. Lo hizo con todas las intenciones.

—No le digas así, Paula. No le faltes el respeto.—Rápidamente las palabras salieron de mi boca.

—¡Ves! ¡Estás obsesionado!—gritó más duro, y me dio un leve empujón. La furia salía por sus ojos.—¿6 meses de relación no han sido suficientes para que me ames? ¿Cuánto tiempo falta? Estoy dispuesta a esperar como lo he hecho, pero no me dejes.—Comenzó a llorar más fuerte y se enganchó de mis hombros.—No voy a permitir que un fantasma en tu vida me separe de ti.

Paula siempre lo supo del todo. Una parte de mí estaba junto a ella, a su lado, aprendiendo a quererla, pero otra continuaba pensando en una mujer del pasado. Peleamos mucho la poca cantidad de tiempo que estuvimos juntos. Ella se creó la idea de que estaba obsesionado con Alisson, lo cuál no era cierto. Mi culpa fue no haberla hecho sentir segura, de que no tenía por qué preocuparse. Muchas veces por la noche me arrepentí de estar con ella. Pero muchas otras no. No tengo excusas pero estuve tanto tiempo solo que me olvidé de cómo ser un buen novio. Cuando lo fui, años atrás, me dejaron. Desde entonces, tuve muchas relaciones de una noche, hasta que llegó Paula.

Con su fuerte carácter seguro, sus labios siempre color rojo, su cabello por todas partes, me cautivó.

Ella no merecía estar con un hombre que le confesara que la amara pero que no le pudiera asegurar quedarse en todo momento.

—Ella no es un fantasma, Paula. Y no nos separa tampoco. Soy yo el que ha tomado la decisión en base a los que he sentido en estos 6 meses.—Respondí de forma seca, sus ojos se aguaron un poco más.—Gracias por todo y lo siento mucho en verdad, tarde o temprano llegaríamos a este momento.

Paula se alejó de mí, negaba con su cabeza mientras lloraba.

—Esa estúpida me las va a pagar. ¡La odio!

—Tienes que odiarme a mí.—Contesté.

Desde esa ruptura, hace apenas 2 meses y medio, me concentré mucho más en mi trabajo. Me descubrí a mi mismo por enésima vez. Fijé nuevos objetivos. Y entonces tuve una gran idea: Vacaciones. 

Un crucero, sol, playa, arena. 

Lo que nunca imaginé es que tuviera un todo incluido con Alisson, Ezrael y Paula en el mismo crucero por una semana. En mi primera noche le había roto la boca al ex novio abusivo de mi ex novia. ¿Qué me pondría el destino los siguientes días?  




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