Amarte en pedazos.

☀ 24. Luchando contra la adversidad.

Dylan. 

Tiempo atrás...

—El cáncer se origina cuando las células comienzan a crecer sin control. Casi cualquier célula del cuerpo puede convertirse en cáncer y propagarse a otras áreas.

—¿Puede volver a repetírmelo, por favor?—El doctor Smith se levanta de su escritorio, parece estresado y abrumado. ¿Por qué se comporta de esa manera? El médico es él, yo soy el que tiene cáncer. 

—No voy a volver a repetírtelo, Dylan.—Dice en el tono más amable que tiene.

—Usted es oncólogo, sino le gusta explicar el significado de la palabra cáncer ¿por qué escogió esta área?—Me recuesto en la silla y mi mirada se dirige a un pequeño esqueleto humano que tiene en su escritorio.

Cáncer. Todavía no lo entiendo, ¿con qué se come? Nunca he sido enfermo, tampoco tuve privilegios de ir a clínicas y ser atendido por médicos cuando estuve enfermo. Mi familia se compone por mi madre, que tiene 3 trabajos para mantener a mi media hermana junto con su nuevo esposo, y mi padre del que heredé todos mis defectos, defectos que corregí por una mujer a la que ahora tal vez no pueda ver si me muero antes.

—Soy médico oncólogo, trato cáncer no a jóvenes necios que no tienen la capacidad de entender su concepto. —Le miro con odio.

—¿Y si fuera usted, cómo se lo tomaría? ¿Podría todo lo aprendido en sus no sé cuántos años de medicina y doctorado hacerle entender por qué Dios puso una enfermedad tan terrible en su camino? Si es así perderé cualquier esperanza en la iglesia y tendré que conformarme con el hecho de que nunca aprendí lo suficiente en la universidad.—Mi amargura resuena en el consultorio. Esto me pasa por venir con un insensible médico de pacotilla.

EL Doctor Smith parece compadecerse de mí y se vuelve a sentar para tenderme la primera de las muchas miradas que me vendrán por el resto de mi vida: Lástima.

—Hijo.—Me tranquiliza.—Sé que estás asustado pero déjame terminar de explicarte sin interrupciones, por favor.—Asiento. Se quita sus lentes, observa unos papeles, análisis de sangre, radiografías de mi rodilla.—Hay que hacer una biopsia hoy mismo para evaluar y estar totalmente seguros de qué es esa masa que tienes en tu pierna derecha. Luego de los resultados hablaremos de posibles tratamientos dependiendo del estado en que te encuentres.—Toma un sorbo de su café. ¿Cómo puede parecer tan tranquilo?

—¿Estado de qué?—Me alarmo.

—De gravedad.—Coloco mi cabeza entre mis manos.

¿Por qué ahora?

—¿Tienes seguro médico?—Me pregunta. Niego forzosamente.—La biopsia puede correr por parte del hospital pero dependiendo de los resultados necesitarás o no un buen seguro que cubra todos los gatos que puedan venirte.

El anciano agarra el teléfono junto a su escritorio mientras que yo solo miro la ventana. Lo escucho decir un par de cosas, la palabra quirófano la menciona unas cuántas veces pero estoy tan inmerso en mis pensamientos que los rayos de sol que se reflejan por la ventana son lo único que me dan paz. Irradia luz por la bibloteca del consultorio del doctor Smith hasta llegar al pequeño esqueleto que tiene junto a la computadora, observo que apenas una pequeña iluminación da a la articulación de la rodilla de plástico. Levanto mi pantalón para tocar mejor la pequeña masa que se encuentra desde hace varios meses ahí y a la que no le di importancia por ignorante y despreocupado.

El doctor Smith me da unos medicamentos que tengo que entregar en emergencia, donde esperaré por la biopsia. Mientras bajo las escaleras al sótano donde se encuentra mi destino siento como si bajara al infierno. Me siento sin hablar con nadie en una silla resoplando por doquier. No soy capaz de observar a las personas alrededor de mí porque mi expresión demuestra justo lo que siento. Odio. Un odio irracional por la vida, que dejé atrás hace varios meses en los que decidí ser mejor no solo por Alisson, a quién siempre agradeceré por ser mi mayor motivación, sino también por cambiar mi prospecto y metas de vida.

Me falta mi tesis para graduarme de publicista y varios proyectos que tengo en mente tal vez tenga que postergarlos. Mucho menos sé qué diré a mi madre si el resultado es positivo, ¿cómo sustentaré mis cuidados médicos? Porque es tan claro como el agua que ni mi padrastro ni mi madre podrán hacerlo. El gimnasio se vendrá para abajo y las carreras matutinas también. La quimioterapia puede llegar a ser tan abrumadora como el mismo cáncer.

—¿Estás esperando quimioterapia?—Una mujer de pasada edad interrumpe mis pensamientos mientras teje.

—Sí, ¿por qué?—Inquiero.

—Te ves tan aterrado como yo en mi primera biopsia.—Continua tejiendo un ¿suéter?

—¿Primera biopsia? ¿Cuántas lleva?

—Un total de 5.—Deja las agujas y el estambre sobre su regazo.—Tengo 5 cánceres encima y ninguno ha podido matarme.—Sus manos temblorosas agarran la mía.—Si yo he podido por 10 años tu podrás por más del doble, no te preocupes cariño.

—Dylan. ¿Está por aquí Dylan?—Una enfermera sale por una puerta con ropa quirúrgica puesta. Me encuentro con su mirada y levanto la cabeza en señal de que soy yo al que busca.—Es tu turno Dylan, pasa por aquí.

Me despido con una mirada de la señora junto a mí y me tiende una sonrisa. Esa fue la primera y única vez que la vi ya que cuando terminaron de hacerme la biopsia sucedió una emergencia en ese pasillo. El cáncer no venció a la señora del suéter, fue una alergia que tapó sus vías respiratorias por una barra de granola que adquirió en la espera a ser atendida.

Muchas veces pensamos que moriremos por aquello que nos está matando y nos olvidamos de que el simple hecho de vivir viene con un sello de muerte asegurado. Siendo eso así, esa señora dulce y amable me hizo entender que no tenía que buscar culpables, creer en el karma o que Dios me castigaba por mis actitudes y manera de ser del pasado. A duras penas acepté que esta enfermedad estaba tan destinada a mí como que Alisson perdiera un brazo cuando el resultado de la biopsia dio positivo para cáncer avanzado en la rodilla derecha.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.