Amarte en pedazos.

☀ 28. Dejar ir y continuar.

Alonso.

Esto es bastante incómodo. Luego de la inesperada llegada de Alisson junto a Dylan, esposados, un guardia de seguridad entró a la habitación. ¿Cómo lo hizo? Pues cómo no iba a hacerlo con la puerta abierta y dos escapados que dejaron sus teléfonos y carteras en el lugar de seguridad en el que estuvieron. No fue una jugada para nada inteligente de dos adultos de 25 años. Alisson y Dylan llevan solo una noche juntos y mira como terminan. ¿Eso es lo que quiere? ¿A un chico más divertido? ¡Yo soy divertido!

De inmediato nos llevaron detenidos a los 5 y "nos interrogaron". Sí, con comillas, puesto que Alessia y Alex aún tenían alcohol en la sangre y lo único que salía por su boca eran babosadas. Por supuesto que a mí tenían que reconocer como el chico que defendió a una mujer de un agresor pero no, no fue así. Me conocían por el video de la pelea donde se ve claro como Ezrael me da un fuerte golpe por estar viendo a Alisson embobado.

Qué desgracia.

Aunque, algo mucho más difícil de explicar fue el hecho de si estábamos a punto de realizar una orgía. Con mucha pena Alisson respondió a esto en voz baja, sus cachetes se pusieron rojos como tomates y con un hilo de voz dijo:

—Es una historia muy graciosa eso de la orgía señor... pero no pensábamos hacer nada de eso.—El oficial enarcó una ceja cruzándose de brazos, lo que alertó a la pelirroja aún más.—Y sobre esto...—Levantó su mano izquierda aún esposada a Dylan.—Todo fue culpa de él.—Lo señaló, cosa que lo hizo molestar y empezaron a tener una discusión en frente de seguridad. Así estuvieron por más de 5 minutos peleando como perro y gato y yo no podía creer la cuerda que se daban.

Como quisiera ser yo el que peleara con la paliroja solo para después plantarle un beso y hacerla callar...

Al oficial le costó mucho convencerse de que no éramos ningunos delincuentes sino solo un chico que creó un escándalo en su primera cena, otros a los que se les olvidó pagar una estúpida cuenta y una pareja que casi se ahoga con una moneda. Casi con ganas de encarcelarnos por el resto de los días del viaje, el buen policía llamado Spencer nos devolvió nuestras pertenencias y nos dejó salir.

Alessia tuvo que ponerse la ropa de Alex en cuánto nos empezaron a sacar de la habitación y a este último lo obligaron a caminar en bóxer por casi la mitad del crucero hasta llegar al cuarto de seguridad. Menos mal que son las 5 de la mañana y que, casi, nadie observó nuestra rara caminata hacía un lugar desconocidos para ellos. De regreso a la habitación estamos tan exhaustos que nadie es capaz de comentar una palabra.

Dylan y Alessia se han callado la boca por fin, Alex arrastra a la casi dormida de Alessia y yo tengo mucho en qué pensar. No puedo seguir atribuyéndome el hecho de que conozco a Alisson porque ya he aclarado que durante 3 años las personas cambian pero tengo la ligera sensación, cuando sus ojos ven los míos por instantes, de pensar que ella sí iba a ir a las 12 a la cubierta del barco, pero que un idiota la hizo cambiar de parecer.

Por alguna extraña razón, al ser las seis de la mañana y estar tan muertos la cabeza no piensa y se pierde el juicio. Todos entramos a la habitación de Alisson y Alessia, cerramos la puerta y nos tiramos en la cama. Nos acomodamos como podemos, Alex acurrucado en Alessia, Alisson abrazándola también y Dylan... pues que ¡Dylan duerma en el piso! Pero no es así; si bien, agradezco que no se le haya pegado recline su espalda en la pared sentado en la cama para descansar.

Nosotros dos, que somos los únicos despiertos, no decimos ni una palabra. No soy capaz de mirarle ni tengo intenciones mínimas de hablar con él. Mi mente no logra comprender como pudo perdonarlo después de todo lo que le hizo, recuerdo también que ha perdonado a Ezrael y me quedo sin palabras. ¿Acaso yo soy el único al que no perdonará nunca por haber hecho algo que solo ella cree? Esto me pone más molesto y aprieto los puños mirando por la ventana. Recapacito, repaso, premedito una y otra vez todos los sucesos de los últimos años. Algo no debí haber visto...

Mis ojos se abren fuertemente y lo comprendo todo. Las actitudes de desprecio con Dylan, los celos de que yo tuviera pareja, el orgullo de creerse superior a mí, los malos tratos con Alisson... y una conversación en el patio de mi casa me recuerdan. Todos llevan al centro del laberinto. Miro a Dylan que ya ha cerrado sus ojos y me contengo... mi mejor amigo estuvo enamorado todo minuto de mi ex novia. 

[...]

—Sí, papá. Estoy bien. Iré desayunaré con Alessia y unos amigos que conocimos anoche.—Alisson hace una pausa.—Sí, creo que Alonso también estará. 

El sonido del teléfono de la habitación parece habernos despertado solo a nosotros dos. Con pereza Alisson se vio obligada a contestar y al instante supe que Paul era el que llamaba para saber cómo estaba su hija.  Cerré mis ojos y continué haciéndome el dormido. 

—No quiero hablar de él en estos momentos.—Se queja sosteniendo el teléfono y mirándose en el espejo, haciendo una mueca. Ella debe creer que se ve terrible pero yo la veo hermosa. —¿Un resumen? Alonso y yo no volveremos a estar juntos. Ese es el resumen.—Dice cortante. 

Entonces es así. Ahogo un sollozo y hundo mi cara lo más posible en el colchón. Ella no se da cuenta de que he escuchado sus palabras pero mi corazón ya sabe lo que vendrá: seremos amigos en lo que queda de días, acordaremos que hablaremos luego de salir de este crucero y al final nos olvidaremos para siempre, el uno al otro. 

—¿Qué ha pasado? Que hay cosas que no pueden arreglarse papá y eso está bien. Siempre lo querré pero quiero un nuevo capítulo para mi vida.—Susurra.—Nos vemos luego debo arreglarme. —Cuelga el teléfono y lleva su mano a su cintura mientras se reclina hacia adelante. Se estira un poco y pega un brinco al verme. 




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