Amarte en pedazos.

☀48. Te odio, te odio, te odio. Pero me engañaba a mi mismo.

Dylan.

Me dejé llevar por mis emociones y caí. Me creí todo lo que me dijo Melissa y mi cabeza se llenó de pensamientos con inseguridades, tormentos, negatividad y muchas otras cosas. Porque ¿qué necesidad tendría tu hermana para mentirte? Se supone que ninguna, y fue así, solo se estaba dejando influenciar por Paula.  

No debo arrepentirme por las cosas que puedo cambiar. Fue mi decisión hace un año atrás dejar a Alisson por mi enfermedad. ¿Se repetirá eso ahora? No. Por supuesto que no. Mi mayor miedo: su rechazo, se me ha quitado por completo cuando le he visto abrir la puerta y arrebatarse encima de mí, sollozando que ella quiere más días conmigo. 

Quiero cada pedazo roto de esta mujer, porque no pretendo unirlos, forzándola a ser alguien que ya no es, que ya no existe. Quiero amarla, porque cada pedazo roto de ella encaja perfectamente con mi corazón incompleto. 

Sentir a Alisson en mi pecho, apretándolo me hizo devolverle el gesto de inmediato. El olor de su cabello, su cara roja por llorar, las pecas que se extienden por todo su cuerpo. Simplemente ella. 

No existen relaciones perfectas. Siempre cometeremos errores pero podemos aprender de ellos. Quiero creer que ella no tiene nada con Ezrael, que todo es una equivocación. En todo el día no hemos hablado pero nuestras miradas gritan que ya sabemos la verdad del otro y que este es el momento de hablar con la verdad. 

Por un momento, se me olvida la presencia de Melissa en la habitación. Ella se remueve en la cama y cuando ve a Alisson la saluda a medias. Nos da privacidad y luego de cambiarse rápidamente en el baño desaparece de la habitación. 

—Tuve cáncer. —Le dije mientras estaba en mis brazos. 

Hace un par de minutos que logré que dejara de llorar, ahora que está más tranquila los nervios le regresan al escucharme hablar.—¿Qué tan mal?—Me pregunta ella. 

—Estoy esperando unos resultados.—Alisson se remueve un poco de mis brazos y me ve. 

—Ayer...—Comenta.— En la tarde, antes de que nos dejáramos plantados mutuamente ha llegado un correo a tu teléfono.—Está apenada. Su rostro lo dice.—Yo no lo he leído.—Aclara nerviosa. 

—Yo sé que tú no eres así, no te preocupes.— La calmo y ella me vuelve a ver. 

—¿Esos son unos resultados importantes...?—El tono de su voz me hace saber que tiene miedo de mi respuesta.

Agarro el teléfono en mis manos y lo desbloqueo, buscando el mensaje que me ha dicho la pelirroja junto a mí.— Sí. Pero no lo encuentro.

Alisson se paraliza por unos segundos y después parece volver a la realidad.—Sin querer lo borré, porque en ese momento te moviste, pero lo debes de poder ver en los borradores.—Ssus manso tiemblan, las mías también. 

Cuando veo el correo en los borradores tengo mucho impulso de borrarlo.  De no saber, de no esperar nada y continuar viviendo hasta que mi única pierna sana no de para más y luego deban amputarla. Pero cuando veo a la hermosa mujer que tengo a mi lado sé que debo armarme de valor. Ella ya lo ha dicho: estará conmigo si yo se lo permito. Solo debo aceptar que no en todos los momentos de mi vida puedo ser fuerte. Que mostrarme débil y con necesidad de cuidado no está mal. Que nunca seré inmortal y que desgraciadamente me ha tocado vivir una enfermedad mortal a una edad muy temprana pero a la misma vez tengo esta oportunidad con una mujer increíble, que no dejaré. Alisson es una recompensa de mi destino. No hubiera podido obtener nada mejor que esta conejita... 

Nunca estamos preparados para las buenas noticias en el primer momento que las recibimos. Por ejemplo, nadie me preparó para aceptar que perdería mi pierna, nadie me preparó para una vida donde mi padrastro fuera un abusivo, nadie me preparó para tener que ver a mi mejor tomar la decisión de acabar con su vida por voluntad propia. Pero definitivamente nadie me preparó ante la posibilidad de que el cáncer podría volver y esta vez en mi otra pierna. Eso es justo lo que leo en los resultados. 

—Ha vuelto el cáncer... esta vez en mi otra pierna.—Unas lágrimas caen de mis mejillas pero Alisson las seca con mucho cuidado, tomando mi rostro en sus manos. 

—No hay nada que no puedas vencer con mucha fe. Mi madre tuvo pronósticos terribles de cáncer y vivió mucho tiempo más de lo esperado, para después enterar de que estaba sana completamente el día que tuvimos el accidente. —Nuestras frentes chocan.— Es irónico pero cierto. No dejes que el cáncer sea lo que te mate. Todos vamos a morir pero lucha porque sea de otra manera distinta a una enfermedad. Mi madre es un vivo ejemplo de ello... 

—No creo ser suficientemente fuerte.—Me cuesta decirlo. Ahora yo me escondo en su hombro.

—Claro que lo eres. Mira todo lo que has superado. —Me obliga a verle pero yo me niego un par de veces hasta que cedo.—La persona en la que te convertiste, el gran artista que eres, las agallas que tienes para exhibir tu arte sin importar la opinión de los otros, mantener lo mejor posible a  tu madre y tu hermana de un abusador como tu padre y por último... saber sonreír ante una adversidad tan horrible. 

—¿Puedes estar ahí para mí? Durante mucho tiempo tuve miedo de decirte la verdad. Del cáncer. Tuve miedo de ser rechazado por eso y es que...—Hago una pausa.—Puede suceder. No puedo obligar a nadie a amarme con una enfermedad y ellos no deben sentirse obligados a estar conmigo por compasión. 

Alisson tomó mi rostro con su delgada mano.—Tú eres tu único impedimento y tu mayor critica. —Su mirada, ahí vi todo su amor por mí.— Esta ve lo haremos juntos, todo Dylan. Estoy dispuesta a estar junto a ti a través de todo. 

Y eso lo único que necesito oír. 

—Y yo estoy dispuesto a amarte en pedazos. Porque lo estás y es lo más hermoso que he podido ver. Lo más fantástico que mis ojos han admirado. Tu evolución, tu forma de vivir, me inspiraste para luchar por mi vida con la ilusión de volverte a ver, Alisson. —Veo sus ojos cristalizarse. —No...—Acaricio su rostro.— Lo menos que quiero es que llores hermosa. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.