5. La acosadora de el AMARGADO

—Soyi debo hablar con Yoongi ve entrando a tus clases— dijo al ver a su amigo entrando al campus.

Hoseok se acercó a Yoongi y este rápidamente tomo la palabra. –Hoseok yo debo disculparme— mencionó sorprendiendo a su amigo ya que NUNCA Yoongi había hablado de esa manera, tan "suave"

— ¿qué?- pregunto Hoseok. —Que lo siento, ayer no debí tratarte así, es que... —

–No te preocupes, yo debo disculparme contigo porque me he dado cuenta que tan solo hablaba de Sohyeon– Hoseok se sentía apenado, sabía que a su amigo no le importaba las relaciones interpersonales y que él era su único amigo y tan solo hablar de su prima. Hoseok reflexiono sobre eso y concluyó en pedirle disculpas a Yoongi. 

Yoongi no dijo nada y en su rostro se formó una media sonrisa espontánea. –Deberíamos entrar a clases– Todo solucionado para Yoongi, esa preocupación ahora había sido disuelta.

_

–¡psss! ¡psss! Sohyeon... el profesor te está llamando– susurró Rubí al ver que su amiga no respondía al llamado del profesor. Sohyeon se encontraba pensativa en lo que había escuchado, la conversación entre el amargado y su querido primo. –¿Qué? – preguntó desorientada. –El profesor estuvo llamándote– respondió.

–Señorita Jung ¿podría decirme quien propuso la ley anticorrupción y en qué consiste? – Sohyeon se levantó de su asiento y se dispuso a hablar.

–ley anticorrupción Kim Young-ran que obliga a los trabajadores de ciertos sectores que deben mantener mayores niveles éticos a abstenerse de recibir cualquier regalo o invitación superior al límite legal. La ley fue propuesta por primera vez en junio del 2011 por Kim Young-ran, quien en aquel entonces servía como jefa de la Comisión Anticorrupción y de Derechos Civiles.

La ley pretende erradicar la corrupción y las irregularidades que existen en la sociedad de Corea del Sur, que han sido pasadas por alto por muchos como meras costumbres o tradiciones. Dicha ley se aplica a unos 4 millones de surcoreanos que trabajan en 40.919 organizaciones gubernamentales o privadas.

Una de las cualidades de Sohyeon era su inteligencia, ella se esforzó en obtener información para aprender aún más. Al terminar de decir aquello hizo que el profesor estuviese complacido. -Muchas gracias señorita Jung puede sentarse- ordenó contento.

Se esforzaba demasiado, una de las razones por las cuales eligió estudiar esta profesión fue por su padre quien no la creía capaz de manejar una mínima situación, ya que en él existía el ego y mas allá de ello el machismo, siempre exigía que ella estudiara para los negocios o a penas administración y que el hombre que ÉL eligiera para Sohyeon dirija su empresa. Sohyeon fue muy astuta y accedió en "estudiar administración" sin embargo cambio de carrera siendo así que las únicas personas que sabían sobre esto eran su abuela y Hoseok.

–Sohyeon eso fue increíble– halagó Rubí. –No fue para tanto solo es lo básico que debemos saber como estudiantes de esta profesión– comentó.

–Aun así, la seguridad que mostrabas era genial- mencionó maravillada por lo que había visto. -Rubí no exageres mucho ¿vamos por unas galletas? – propuso Sohyeon.

Mientras ellas degustaban de sus galletas, Min Yoongi se sentía exhausto de tanto correr y hostigado ya que Hanna lo había estado persiguiendo. A pesar de correr de manera rápida Hanna cada vez mas se acercaba a él. Y al no mirar hacia donde iba torpemente cayó encima de una chica... pero no cualquier chica. ¡Era Sohyeon! 

Esta se encontraba un poco adolorida por el impacto. Ambos se levantaron, sin duda Sohyeon se encontraba algo molesta porque Yoongi al tropezar con ella causo un dolor en la espalda, pero en parte tenía la culpa al no ver en ese momento al frente y caminar distraída. Ella estaba a punto de irse sin embargo Yoongi no lo permitió. 

–Por favor ayúdame– farfulló Yoongi. –¿Qué? puedes decirlo otra vez no entendí– 

Yoongi quería enfadarse, pero en este momento ella era su única opción para alejar y distraer a Hanna. –¿Podrías ayudarme? – preguntó de forma entendible. Sohyeon no dijo nada y quisó irse. –¡Por favor! – exclamo al ver que Hanna estaba aún más cerca. –Prometo recompensarte– dijo suplicante. Sohyeon se detuvo y sonrió –De acuerdo ¿en qué debo ayudarte? – preguntó tranquilamente. –Pu-puedes distraer a Hanna por favor–

Sohyeon accedió y se quedó esperando a Hanna. –Hola ¿Hanna cierto? – entablo sutilmente una conversación. –No tengo tiempo de hablar tengo que atrapar a mi Yoonie– respondió agitada. –¿Te refieres al "amargado"? – preguntó. Hanna al escuchar como nombro a su "amor" enfureció. –¿Como te atreves a llamarlo así? – exclamo. –¡Mi Yoonie es muy GUAPO! no tienes derecho de llamarlo así... ¿Acaso quieres morir? –

Hanna seguía gritando y lanzando amenazas, Sohyeon en realidad no prestaba atención a lo que decía, le divertía el hecho de como Hanna defendía a tal grado a Yoongi. Hasta que Hanna se acercó con la intención de intimidar a Sohyeon. –Es mi advertencia Yoonie es mío y nadie puede llamarlo "amargado"– aclaró. Sohyeon desinteresadamente levantó una ceja. –Veo que terminaste ahora tengo cosas más importantes que hacer– Hanna iba a reprocharla, pero Sohyeon ya no estaba a su alcance.

–Sohyeon demoraste mucho pensé que la tierra te había tragado– comentó Rubí acompañada de una risilla. 

–Solo me distraje un poco– hablo mientras se sentaba. –Bueno ¿qué estamos esperando? ¡Vámonos! – Sohyeon y Rubí se irían a realizar algunos trabajos de la universidad unos que requerían mucho esfuerzo y dedicación. Todo esto en la casa de Sohyeon.

–Soyi ya no aguanto, siento que me estoy muriendo tan solo ver lo que falta, creo que han pasado milenios y ya ni puedo ver la luz del sol– se quejaba dramáticamente y era cierto ya habían pasado varias horas que Sohyeon había perdido la noción del tiempo por la concentración. Sohyeon entendió el agotamiento de su amiga y decidió que era momento de hacer una pausa y descansar. –Descansemos solo falta un poco para terminar el trabajo–