Elizabeth
Me despierto y en cuanto veo mi teléfono hay un mensaje de Camila
Camila: ya voy para allá no te demores, que te conozco.
Ahora si me tengo que apresurar o mi amiga me va a matar si no estoy lista para cuando ella llegue, así que me ducho y me pongo unos shorts cortos y un pulóver por encima del ombligo con unas zapatillas negras, me hago una cola alta y ya está bajo, me tomo el desayuno y para cuando pienso llamar a Camila suena el timbre.
- Descuide señorita yo abro —me dice Carmen que se encontraba justo a mi lado
- Está bien , yo puedo abrirla, seguro que es Cami.
Me dirijo a la puerta y la abro para encontrarme con mi amiga y se me lanza encima para darme un fuerte abrazo.
- Buenos días Puchi
- Buenos días Cami, veo que hoy te levantaste de buen humor
- Si, pero vámonos o se nos va a hacer tarde
Sin nada más que decir nos subimos al coche y nos fuimos, pero después de un rato de silencio me habla Cami.
- Sé que estas ansiosa por ver tu sorpresa, sabes que no puedes ocultarlo
- Si es verdad me atrapaste
Camila siempre supo leer mi mente aunque yo no dijera nada, por eso y otras cosas nos llevamos muy bien y somos tan buenas amigas.
- Pero no puedes negarme que tú no sientes curiosidad
- Claro que sí, pero no te voy a decir nada si es lo que quieres
No sé porque creí que mi maniobra de sicológica inversa funcionaria contra ella, así que no me queda más que darme por vencida.
- No, como cres.
- Si como no, a mí no me engañas
- Está bien, pero ya dejemos el tema de todas forma yo lo sabré de una forma u otra.
- Ok, lo que digas
Después de la conversación nos dimos cuenta de que ya casi habíamos llegado, nos bajamos y entramos a la tienda, y la primera que empezó a probarse ropa fui yo, pero cada cosa que me probaba Camila me decía que me quedaba genial, no sé si es porque es verdad o solo dice por qué somos amigas.
- Ese te queda genial amiga , ese te lo llevas.
- Está bien, pero ya terminamos?
- Si ya terminamos, yo ya escogí mi ropa mientras tú te cambiabas
- Bueno ya vámonos aún tenemos que hacernos lo de las uñas, así que muévete, vamos
- Está bien, no te apresures tanto, llegaremos pronto, tu sorpresa no se va a mover de allí hasta que lleguemos.
Bueno luego de un rato terminamos con las uñas y nos fuimos al café, pero no me pude aguantar y le pregunte.
—Segura de que es el?
— Lo sabes, eso no es justo Eli se suponía que seria sorpresa.
— Lo siento, pero lo sospechaba
Al fin llegamos y en cuanto abrimos la puerta del café lo vi, alto musculoso, rubio de ojos verdes esmeralda que pueden volverte loco en el momento en que los ves.
Pero mientras lo admiraba se giró hacia mi dirección
— Eli, eres tú?
— Patrick, no puedo creer que estés aquí como estas, que has hecho, como te ha ido, como lo has …
— Para Eli, ya sé que tienes curiosidad, pero espera sí, déjame verte bien, estás preciosa, cuanto has cambiado
— Tu igual, cuanto tiempo he
— Sí lo sé, y sabes que más
— Qué?
— Que yo estoy fenomenal verdad.
— Que presumido eres, no has cambiado en lo absoluto
Y con eso vasto para que empezáramos a abrazarnos y reírnos como dos locos.
— Ey dejen espacio para mí -
Grita Cami detrás de mí y con eso se nos unió al abrazo .