Elizabeth
Nos bajamos y empezamos a caminar, después de unos minutos encontramos unos asientos perfectos, son dos, en los que nos sentamos Camila y yo, y otro al frente de nosotras, son bastante amplios por lo que podrían sentarse mínimo cuatro personas.
- Y bien, ¿que hacemos? - pregunto obvia porque solo estamos ella y yo.
- Ya están por...
- Buenas noches - la interrumpe una voz masculina detrás de nosotras y sé muy bien quien es Cameron
- Buenas noches, respondimos las dos a la vez - Cameron pasa por delante de nosotras y se sienta en el asiento del frente quedando cara a cara a Camila, pero no viene solo, está acompañado de un chico más alto que al cual reconozco al instante Álex.
Cameron está vestido con unos pantalones sencillos de color café oscuro, un pullover y una chaqueta del mismo color con unas zapatillas blancas, se ve tan guapo. Mientras que su acompañante está vestido con unos pantalones negros rotos en las rodillas, un pullover negro con una carabela blanca en el pecho, una chaqueta también negra y para terminar una zapatilla, adivinen de que color, pues negras, cualquiera pensaría que es el ángel de la muerte, si no fuera porque es tan hermoso, ese color le queda perfecto y al parecer encaja con él. Me distraigo mirándolo que no me doy cuenta de que Camila me está llamando.
- ¿Sí? dime, es que me distraje un poco- Digo sin mirar hacia adelante sabiendo que Álex se estaba burlando de mí.
- Te decía que Cameron y yo vamos a buscar los Helados, y me preguntaba de qué los quieren.
- De uvas - decimos Álex y yo al mismo tiempo, lo que hace que me quedé sorprendida porque no a todo el mundo le gusta ese sabor.
- Está bien ahora regresamos - nos dice Cameron, y antes de irse me guiña un ojo.
Y nos quedamos solos, Álex y yo, no sé qué decir, pero no hace falta porque habla primero.
- No tienes palabras - me mira divertido.
- No, es que la verdad no sé de qué tenemos que hablar tú y yo.
- Oye no te enfades conmigo, además me gustó ese beso - Mis ojos se abren como platos lo cual causa su risa y de seguro que en estos momentos mi cara es de película.
- Lo siento creo que no debí decir eso - me dice calmando su risa
- Si no debiste - trato de sonar un poco seria
- Si, lo sé, pero de todas formas tú tienes una "cita" con mi mejor amigo, ¿no? - ya no sé qué más me sorprende, sí que haya recordado lo del beso o que se refiera a mi cita poniendo comillas con los dedos, hasta que no me aguanto y le pregunto.
- ¿Te molesta? - y pam, su cara cambia de un momento a otro, ya no sé ríe ahora se queda totalmente serio, como cuando lo conocí aquella vez en la universidad.
- No, ¿porque debería molestarme lo que hagas, tú y yo no somos nada, o si?
- No, tienes razón, tú y yo no somos nada - Y de nuevo su cara vuelve a cambiar a una de ... preocupación, no lo sé, no soy buena para saber cómo se expresan las personas. De un momento a otro se cambia de asiento y se sienta a mi lado, con una sonrisa conmovedora y a la vez tan sexy
- Te gustaría ser algo más, ¿solo amantes? - Ahora si, mi cara está roja como un tomate, no sé qué decir, como que amantes, pero que le pasa. Pero ante de poder responder estalla a carcajadas seguro por mi cara.
- Descuida, sé qué no somos amantes, únicamente quiero ser tu amigo, nada más.
- A, ya, pues...
- ¿Que pensaste que iba a decir pequeña?
- Mmm, nada
- Está bien y ¿entonces que?, amigos
- Amigos - respondo y le doy la mano.
De pronto se acerca a mí y me susurra en el oído - Los amigos no sé besan en la boca, pequeña.
Antes de poder decir algo nos interrumpen las voces de Camila y Cameron que ya regresan con los helados muy sonrientes.
- De que hablaban en nuestra ausencia - Pregunta Cameron interrogante
- De...
- De nada - me interrumpe Álex.
Empezamos a comernos el helado, Álex y Cameron están en frente conversación animadamente mientras que yo y Cami devoramos el helado. Luego de un rato decidimos recorrer el parque.
- ¿Porque no damos una vuelta tú y yo a solas? - me pregunta Cameron y es que me derrito por la forma en la que me mira, y no puedo negarme.
- Claro porque no - pero fallo, porque antes de irme miro a Álex el cual está distraído con su helado y en el momento en que fijo mi mirada en él sonríe de lado, y me mira divertido, lo que hace que voltee y me vaya de hay lo más rápido posible.
- Y cuéntame qué te gusta hacer - me pregunta él y se le nota el poco interés, pero debe ser normal a penas nos conocemos.
- Pues ... , me gusta escuchar música
- ¿A sí? pensé que te gustaba más ir de compras y esas cosas de chicas.
- No, la verdad es que prefiero escuchar música que ir de compras, ¿y a ti que de hacer?
- Me gusta jugar fútbol, yo y Álex somos muy buenos deberías de ir a ver mis partidos, alguna vez
- Si he ido, a todos, pero nunca me notaste - esto último lo digo en apenas un hilo de voz
- ¿A sí? pues no me había dado cuenta de que estabas hay.
<Claro, si estabas tan concentrado en Evangelin que no tenías tiempo para notarme eso sin contar que hacías como si yo no existiera >
Alejo mis pensamientos y veo como se detiene y se acerca a mí, no retrocedo, hasta que su cara queda a centímetros de la mía y susurra casi sobre mis labios.
- No era mi intención ignorante - toma mis manos - Lo siento.
- Está bien de seguro que no me viste , no pasa nada.
- ¿Segura? - No tengo palabras para explicar lo que está pasando, tengo al amor de mi vida justo en frente de mí a centímetros de mí, y no sé qué demonios hacer, no sé cómo diablos explicar lo que estoy sintiendo.
- Si estoy segura, no pasa nada - suelta una de mis manos y acaricia una de mis mejillas - Que bueno porque te tengo una propuesta.
- Cuál ? - pregunto confusa.