Capítulo 18

Elizabeth

No estoy despierta y lo sé porque todo está realmente oscuro, es como si estuviera en un sueño profundo, pero soy consiente de ello, miro a mi alrededor y no veo nada , hasta que poco a poco va aclarando y puedo observar que me encuentro en la azotea, que estoy casi en el borde y siento como unas manos heladas me empujan y ... Doy un brinco en la cama y me despierto del tiro, estoy todavía en la sala de hospital, Camila está sentada al lado de mi cama con una cara de preocupación que mataría a cualquiera.

- Estás bien, te encuentras mejor, que te paso, por qué no hablas que te pasa, Eli, responde ...- un doctor le pone la mano en el hombro y le dice

- Tranquila, es normal que no pueda hablar, ahora mismo solo te escucha, pero nada más, tienes que tener paciencia se ha desmayado dos veces seguidas y ha entrado en un trance en el que escucha, ve, entiende, pero no puede hablar.

- Lo sé, lo siento mejor la dejo descansar - no me podía mover casi, no podía hablar, estaba agotada y no me haría nada mal una buena siesta.

Después de que Cami se fue me quedé sola con el doctor, el cual me puso unos medicamentos y se marchó dejándome sola en la oscuridad de la habitación

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Me despierto de un susto, otra vez ese sueño de que me lanzan de lo alto de la azotea, miro a mi alrededor y veo que hay alguien sentado en la silla que está justo al lado de mi cama, sabía perfectamente quién era, pero aun así no podía hablar, lo intentaba con todas mis fuerzas, pero no podía.

- No te esfuerces, te harás daño - le escucho decir

- mmm…- me quejo intentando hablar, casi con lágrimas en los ojos

- Para ya, no te quiero ver llorar, te hace ver muy fea - me dijo, lo que causó que me calmara y me riera internamente

- Sabes estoy aquí por petición de tu mejor amiga, ella no podía venir y Cameron menos, pues estaba muy ocupado - me dice sentándose a mi lado

- Solo vengo a hacerte compañía para que no te sientas sola - las lágrimas empezaron a caer por mi rostro sin parar, me falta el aire y empiezo a hiperventilar

- Elizabeth para, no llores, te va a hacer daño no te puedes alterar, para por favor, ¡Doctor, doctor venga rápido! - le grita al doctor, pero no me puedo detener, ya casi siento como voy perdiendo el conocimiento otra vez, lo último que vi fue al doctor tocándome la cara.

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Alex

- Doctor, como sigue - le pregunto preocupado

- Está estable, sus signos vitales también, pero se alteró un poco anoche lo que hizo que su pulso se acelerará y se desmayara ante una emoción que no pudo controlar

- Y ¿puedo verla?

- Si pasa, le hace falta compañía y si entabla un diálogo con ella mejor, recuérdele buenos momentos, a lo mejor y puede volver a hablar antes de lo que esperamos, bueno solo me queda desearte suerte

- Gracias, la necesitaré - le digo y entro a la habitación para mi sorpresa está despierta, mirando hacia la ventana, parece tan frágil, no me gusta verla así, me siento a su lado y le acaricio la mejilla suavemente

- Como te sientes - ella sigue perdida

- Siento haberte hecho lo de anoche perdóname si- ella me mira y veo como su expresión cambia a una de angustia

- No te sientas mal no es tu culpa estar así, lo siento, por favor discúlpame - con mucho trabajo ella toma mi mano y me sorprendo porque sabía que tampoco podía moverse

- A…lex, no...no es..tú...culp...

- Shhh, no hables por favor

- No..., debes... escucharme ...- Toma aire y vuelve a hablar - perdo...name...lo sien…to..mucho..por...haber..te..echado…aque…lla... vez...lo..lo..sien…to... mucho…- se queda casi sin aire y no puedo evitar la emoción, no me puedo controlar y me lanzó y la abrazo sin pensarlo

- Perdón no debí hacer eso - ella se recompone y me dice - no … tienes …de que preocupar..te..te..entien…do

No sé, pero de la felicidad no quepo en la habitación, Elizabeth llevaba aquí casi una semana y no había hablado, y cuando lo hace lo primero que hizo fue decir mi nombre y eso me hizo muy feliz.