Capítulo 24

Álex

Ya es lunes al fin, no sé, pero antes no me gustaba la escuela y ahora me encanta y sobre todo porque cuando la asistente del director me dio un tour por la universidad me mostraron un salón de arte, estaba compartido, una parte era para pintar y otra para tocar los instrumentos musicales.

Había muchísimos instrumentos, pero el que más llamo mi atención fue el piano, era de madera oscura y parecía como si no lo hubiesen tocado mucho. Desde pequeño me gusta música, todo en general, pero mi favorita es la que tocas en el piano, esa suave melodía es maravillosa.

Salí de mi casa, la cual estaba un poco solitaria, pues solo vivía yo, y una sirvienta de mi padre que venía cada fin de semana a limpiar y ordenar la casa.

Por desgracia no puedo ir en mi moto a la universidad, pues Elizabeth se daría cuenta rápidamente de quién soy y se me arruinaría la sorpresa, en verdad no sé por qué estoy haciendo esto, supongo que es para poder pasar más tiempo con ella sin que nadie se dé cuenta.

Me subo a mi coche y me marchó, voy bien en hora, estoy impaciente por llegar de una vez, ya me sé el horario y en el primer turno tenemos taller de artes, estoy ansioso por entrar ahí.

Además recuerda que no estarás solo, tendrás a una compañera que deberá guiarte en cada momento.

Sonrío ante ese pensamiento, porque sé muy bien quien es esa compañera y por lo que se me ha informado ella y yo tenemos un proyecto de arte juntos, así que esto va a hacer muy divertido.

Me bajo del coche en cuanto estoy frente a la universidad, y empiezo a caminar entre la multitud hasta llegar a los pasillos, voy directo a la sala de arte, pero de repente algo me detiene y cuando digo– algo– me refiero a una pequeña persona de cabello castaño oscuro, ojos verdes claros mirándome atentamente.

- ¿Se te ofrece alg? - le pregunté cuando me di cuenta de que me soltó el brazo

- No, la verdad solo quería presentarme ...sé que eres nuevo aquí …y bueno... en fin mi nombre es...

- ¡Emma!¡En donde rayos te habías metido! - le gritó una chica esbelta, rubia, también de ojos verdes como esmeraldas, pero a ella si la reconocí

Era ella la que estaba con Cameron en el baño aquel día

Por supuesto que era ella y en cuanto piso sus ojos en mí los desvío hacia su amiga.

- ¿Qué haces?

- Solo me presentaba, recuerda que tenemos un proyecto juntos y bueno...

- Eso no hace falta, seguro que...

- Alex

- Si eso, seguro que tendrá mejores cosas que querer conocerte - eso fue cruel, muy cruel incluso para mí, y eso era mucho decir

- Bueno, adiós Alex... nos vemos después

- Claro, fue un placer conocerte Emma

Y con eso las dos chicas se esfumaron entre la multitud, y aproveché la oportunidad y me dirigí a la sala que tanto ansiaba por ver.
Me detuve en frente de la puerta al escuchar un sonido desde dentro, era el piano

Vamos, se nos han adelantado

De eso nada

Abro la puerta despacio y me sorprendo al ver quién es la que toca el piano con tanta destreza y sencillez, y es ella y cuando digo ella, es que es “ella”

Elizabeth Maiquelson la chica que te evade casi siempre está sentada en tu piano, eso no es justo nosotros lo pensamos primero

No es mi piano es de todos y no sabía que ella supiera tocar.

- Hermosa melodía - le digo y se da tal susto que da un pequeño salto en el asiento

- ¡Joder! para qué se hicieron las puertas

- Para que personas como yo las ignoren - le dije sentándome a su lado- no me imaginé que sabías tocar

- No lo sabe nadie - murmuró casi entre dientes

- ¿Ni siquiera Camila?

- Ni siquiera ella - me dijo aún sin mirarme parecía nerviosa

- ¿Qué te sucede?

- Nada solo es que .... por favor no se lo digas a nadie

- Me lo pensaré

- Alex... por favor

- Está bien, pero solo si respondes una pregunta

- ¿Cuál?

- ¿Has compuesto alguna canción o melodía?

- Canción no... pero melodía sí...

- ¿Quieres escucharla?

- Claro - se me notó un poco la emoción no sabía que a ella también le gustaba la música

Al parecer nuestra amiga es una caja de sorpresas

No es nuestra amiga

A no y que es tu nov...

No, solo no es mi amiga y punto

Está bien como digas

Deje mis pensamientos a un lado y me sentré en ella, no me había fijado en lo guapa que estaba,
llevaba el cabello suelto hacia atrás, poco maquillaje y un reloj dorado en la mano izquierda, y el azul del uniforme le quedaba perfecto con su tono de piel.

Pase un rato escuchando su melodía y era magnífica, tiene mucho talento, pero yo le voy a enseñar algunos trucos que la harán mejorar, claro si ella está de acuerdo.