—¡Justo en la cara! ¡Pum! —gritó Mildon hacia Dev.
—Ah, si te crees mejor pues a ver qué le haces a esto —Dev salió corriendo hacia Mildon tirándolo a la piscina.
Simón mientras tanto preparaba algo de comer, Mildon y Dev peleando jugando en la piscina, Andrew y yo nos tirabamos globos de agua.
—Hola, aquí traje bebidas.
—Gracias Simy, tomaré un refesco.
—Pero bueno, ¿qué hacen aqui?
—Bueno, una tormenta.
—Sí. Por mala suerte vendimos todo. Sólo tenemos la casa y un carro.
Abracé a Simón ya que nos había contado que casi quedaban en bancarrota debido al hecho de tener que vender varias pretedencias aunque si tenian bastante plata nunca habia sido presumido ni creído.
—Bueno, ya van a ser las 5. Mejor entramos.
Entramos todos a la casa, pero el camino era largo, casi una hora y conducir de noche no era muy buena opción, asique tomamos la desición de dormir en la casa de Simón.
—Bueno, Dev, Mildon pueden dormir en el cuarto de mis padres. No vuelven sino hasta en una semana. Bueno, tú Andrew y Pyli, ¿les parece en el cuarto de invitados?
—Bueno, no temgo problema, pero prefiero dormir junto a ti para recordar esas pijamadas en el yate.
—No tienes problemas Andrew, ¿verdad?
—No, claro que no —los celos le recorrían el cuerpo entero. No había lugar donde no estuvieran.
Cada uno se fue a su respectiva habitación. Simón y yo nos habíamos quedado un rato hablando como hasta las 3 am. Recordábamos una vez en el que Mildon lo había asustado con una alga y el lo había persegido por varios minutos. En otro cuando era de noche ya que se quedaban unos tres días, le había dejado una conchita de mar antes de irme a dormir.
—¿Si te acuerdas que cuando desperté y salí había pisado la concha haciendo que la partiera a la mitad? —indagó Simón mientras iba hacia un lado de la habitación
—Sí, no era muy grande, pero a esa edad parecía enorme.
El volvió a la cama y se sentó mostrando después la pulsera con la mitad de la concha. Luego de que le mostrara ello levanté la manga del sueter que llevaba puesto y le mostré la otra mitad.
—Wow, Pyli, me doy cuenta que la conchita tiene el bello azul de tu cabello y mis ojos verdes.
—Sí, es verdad. No me había dado cuenta.
Al final nos dormimos y no nos despertamos hasta la 1 de la tarde. Me levanté y bajé las esclaeras directo a la cocina donde Mildon, Dev y Andrew me estarían esperando.
—Vaya, vaya. Miren quién decidió despertar; la chica conchita —dijo Dev con el sarcasmo más malo.
—Que metiche. ¿Realmente escuchaste todo?
—No, para nada, tu bello pelo azul.
—Ya deja el fastidio.
—Jeje.
Después de unos 5 minutos bajó Simón, peinado, bañado, vestido y elgante.
—Uh la-la, ¿a dónde va? —preguntó Mildon intentando imitar a un francés.
Andrew lo miraba feo. Yo alegre que sigueria aquí, junto a nosotros, y los otro dos como siempre shipeando a cualquiera que se me acerque.
—Miren quién despertó. Seh —dijo Andrew que al parecer no se le despegaban los celos.
—Simón —grité. Corri hacia él terminando en un abrazo—. Sí sigues aquí
—¿Por qué no estari... Ah, ya entendí. Tranqui. Tú sabes que siempre estaré para protegerte.
Le volví a abrazar. Más tarde lo llevé hacia la sala de la cocina. Le pasé un plato de yougurt cón fruity pebbels que me había pedido. De igual forma yo desayuné.
—Pero, ¿ustedes no van a almorzar?
—Este es nuestro almuerzo
—Bueno, pero rápido que nos vamos a la 1 de vuelta a la casa.
Asentí con la cabeza y volví al plato. Después me fui al baño a bañarme, claro está. En cuestión de minutos bajé y agarré un regalo que estaba en el sofá.
—¿Qué es esto? —me pregunté. Me senté en el sofá y analicé el regalo. Bueno, tiene mi nombre, pero no dice de quién lo envía. Volví a mirarla y al darle vuelta encontré el dibujo de un niño como de 4 años junto a una niña de la misma edad. Abrí el obsequio. Después de la envoltura tenía otra envoltura. Había sido Mildon o Simón, pero en la siguiente envoltura había otro mensaje: “tú vas a ser mía y de nadie más” ese mensaje sí me había asustado, hasta pensaba que era de Jack. Seguí desenvolviéndolo hasta que llegué al regalo finalmente.
“¡Ah!”Exclamé. Ante mis ojos una corona de flores resplandecía y a lado una nota más que decía “siempre estuviste a mi lado y ante la separación de los dos nunca dejaste mi corazón con amor, tu mejor amigo. Simón”
—No lo puedo creer, Simón es el mejor.
Saqué la corona de flores y otra nota más apareció y una bolsa de una tienda tipo frufru. Leí la hoja y saqué lo que había en la bolsa “ponte el vestido, la corona de flores y después sal al patio”. Como decía la nota, me fui al baño. Al entrar un peinado estaba en el espejo, más especifico la foto, estaban los materiales ya ordenados asique agarré mano me piené, me coloqué el vestido, el cual era muy bonito; blanco, no muy largo, un poco más corto que la altura de la rodilla y con la espalda descubierta. Me coloqué la corona y salí. Me dirigí hacia el patio. Dev y Mildon estaban parados al frente mío.
—¿A dónde vas? —dijeron pícaramente.
—Locos, chismosos. Hagan permiso.
Se miraron mutuamente para proseguir mirando.
—Respuesta incorrecta. Vente pa' ca querida amiga —Mildon acortó la distancia como si me fuera a abrazar. Me agarró el cuerpo, y después Dev me puso una venda en los ojos.
—Hey, ¿qué hacen?, sueltenme —dije mientras me sacudía. Fingían no escucharme, seguían llevándome hacia un lugar desconociendo su Punto exacto.
Si estiviera en Jazba saldría nadando lo más rápido para escapar, pero tadavía no dominaba la fuerza humana.
No tardé mucho para dejar de sacudirme ni ellos tardaron mucho en soltarme. Había oído la abertura de una puerta, mejor dicho una puerta de vidrio. Me quitaron la venda de los ojos y se largaron. Un jardín lleno de flores y luces apareció frente a mis ojos.