Amber

Capítulo 33: Problemas

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Problemas

Una mano la detuvo antes de que pudiese dar otro paso más.

No pudo moverse cuando los brazos de Aaron la rodearon con fuerza, estrujándola contra él en un firme abrazó interminable.

—Sabes que no es cierto, Amber. Sé que fui un idiota pero te quiero, en serio lo hago —murmuró en su oído—. Y lamento que esto haya sucedido porque sé que estabas muy ilusionada por volver a ver a Marcel. No te dejaré sola de nuevo. Lo sabes, ¿verdad?

Asintió rápidamente mientras intentaba controlar el torbellino de emociones que la agobiaban, que formaba un nudo en su garganta.

—Lo sé, Aaron.

Sus rostros se alejaron lo suficiente como para poder observarse fijamente. Dejó que las manos de Foster arroparan sus mejillas con cariño mientras sonreía galante.

—Entonces borra esa carita. Seré bueno hoy y pediré pizza americana.

No pudo evitar soltar una risa al oírlo y rodar los ojos como respuesta. Junto a él, se adentró al apartamento en silencio.

Y aún así no podía evitar sentirse preocupada. No veía a su hermano por casi cinco años y ahora parecía estar decepcionado. Sólo había ido a gritarle como si todo fuese culpa suya y sin tener en cuenta lo que había tenido que pasar.

Como fuera, esperaba que aquello se solucionara pronto. Marcel la escucharía y aceptaría a Aaron al final.

Eso esperaba.

|...|

Aaron realmente creyó que nunca más tendría que volver a verlo. Pero al parecer se equivocó.

Así que fue inevitable sentir una molesta presión en el estómago cuando, saliendo de clases, se cruzó con Jayden Smith. Incluso tuvo el impulso de dar media vuelta y esquivarlo pero ello resultaría inútil.

—Aaron, hermano, vine con una amiga, ¿te importaría mostrarle el lugar?

Lo fulminó con la mirada cuando una muchacha se cruzó frente a él. Era guapa y del tipo que alguna vez habría gustado hasta la saciedad. Pero eso careció de importancia al saber lo que pretendía. Sobretodo cuando recordaba la dolorosa conversación que tuvieron aquella noche, cuando Jayden lo golpeó furioso por algo que aún no lograba entender.

—Soy Neil —sonrió con una enorme sonrisa coqueta antes de extenderle la mano.

Y él estaba demasiado fastidiado como para caer en aquel juego. Estrechó la mano de la muchacha con una sonrisa antes de dirigirse a ambos "buenos" amigos. Estaba, además, apresurado. No quería que por nada del mundo Amber se cruzara con Jayden, ni mucho menos que se vieran. Aaron no sabía por qué Smith estaba allí cuando no era estudiante de su universidad. Todo era demasiado sospechoso como para resultarle normal.

—Lo lamento pero estoy por irme.

Jayden no pareció contentarse por aquella respuesta sino, al contrario, abrió los ojos con sorpresa y cierto disgusto.

—Sólo es un favor. ¿O qué? ¿Amber te pega? No recuerdo que fuese tan celosa —Se burló.

Era suficiente. Nadie podía solo atacarlo sin resultar herido.

Pero antes de abalanzarse sobre él, el doloroso golpe que le dejó en casa de Rex lo detuvo. Se limitó a observarlo ceñudo, fastidiado mientras presionaba los puños con tanta fuerza que los nudillos se tornaban blanduzcos con cada segundo que transcurría.

—En realidad voy a verme con ella —respondió mordaz—. Así que no puedo ahora.

Se giró furioso y dispuesto a desaparecer de allí cuando impactó bruscamente contra un cuerpo más pequeño que el suyo. Sus manos recorrieron como acto reflejo la cintura de la muchacha y la estrujó contra él para evitar que cayera.

—Aaron, ten más cuidado —Se quejó Amber sin alejarse de él.

—¿Amber? Demonios, ¿eres tú?

Su corazón no dejó de palpitar frenético cuando la voz de Jayden llegó a él como un golpe directo al estómago. No se sintió más tranquilo cuando sintió el cuerpo de Amber tensarse contra el suyo. Estuvo entonces deseoso de golpearlo al notar que acababa de lograr su cometido.

Amber tenía toda la atención en Smith.

Así que no la soltó ni un ápice. Deslizó la mano en la cintura de la castaña y la abrazó por detrás antes de fijar los furiosos ojos azules sobres los de Jayden.

—Jayden...

Odiaba cómo la miraba. Detestaba incluso la sola idea de que aquel idiota hubiese sido el primero en la vida de Amber. Le causaba una fastidiosa sacudida de molestia cuando, de manera inconsciente, la imagen de ella besando con otro se cruzó en su mente. Su mente le jugó una mala pasada cuando pensó en Amber y Jayden abrazados, Amber y Jayden besándose, Amber y Jayden por todos los jodidos lados.

—¿Cómo has estado? Vaya, te ves tan bien... —siguió diciendo sin dejar de observarla hasta dejar olvidada a su supuesta "amiga"—. Recuerdo que solíamos pasarla muy bien.

—No, no lo recuerdo.

Una sonrisa orgullosa se deslizó en sus labios al oír la respuesta de Amber y una risa salió de los labios de Jayden al instante. Era consiente de lo mucho que estaba exagerando pero no podía evitar sentirse tan frustrado cuando reconoció aquel brillo en la mirada de Smith. Podía casi palpar el anhelo y emoción que Jayden desprendía de su ser, el rostro iluminado y sonriente desde que ella apareció.

—Recuerdo también lo mucho que te gustaba usar mis camisetas para dormir —sugirió él con la voz tan baja y ronca que quiso abalanzarse sobre él al instante—. Has... cambiado bastante —sugirió con una mirada sugestiva, regalándole una sonrisa genuina a Amber.

Sólo crecí, Jayden —farfulló Amber confundida—. Ya no seré nunca más esa niña de quince años cuando te conocí.

Y Aaron tuvo más que suficiente al oírlo soltar un suave suspiro.



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En el texto hay: celos, celos y drama, corazon roto

Editado: 18.06.2020

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