Emily Blumer
Viernes 4 de enero de 2019.
Desde un principio me daba mucha curiosidad el cabello de Asher Collins. Aunque es idéntico al de mi hermano, también tiene lo suyo. Cuando se subió al auto luego de haber sido empapado gracias a la lluvia, sus rizos goteaban. En realidad, todo su cuerpo, y también el mío, derramaban agua por todos lados. A diferencia de mí, él tenía sus gafas y apenas podía ver cuando subió al auto. Es impresionante lo distinta que uno puede creer que es su personalidad cuando ve su vestimenta. Es el típico chico que le importa poco y nada cómo se ve, pero sin embargo, luce fantástico, ni siquiera tiene que esforzarse para verse bien.
Hace unos años me di cuenta de que suelen llamarme la atención muchas cosas que al resto de los mortales no. Por ejemplo, me atraen mucho las manos de los chicos. Creo que es una de las primeras cosas que veo cuando me gusta alguien. La noche de disfraces, en donde conocí a Connor, me fijé en sus manos. Y aunque no eran exactamente como me gustaban, igual estaban aprobadas.
Justamente mientras Asher manejaba hasta mi casa, no pude quitar mi vista de sus manos. ¿Por qué? No lo sé. La manera en la que hacía maniobras para doblar y estacionar me tenía atrapada. Tal vez sucede porque no sé manejar y es algo nuevo. Lo que sí sabía era cómo funcionaban las manijas de los autos y absolutamente todo sobre ellos. Puede ser que me haya hecho la tonta solo para ver cómo salía.
Gracias a mi rara obsesión pude distinguir que en una de sus manos tenía tatuada una flor que nunca había visto. Intenté hacerme la sorprendida para que no se diera cuenta que lo había estado observando, pero no sé si funcionó. Su cara no fue la mejor cuando le pregunté sobre ese hermoso dibujo que tenía en la piel.
Sábado 5 de enero de 2019.
A las ocho de la mañana sonó la melodía de "Believer" en mi despertador. Ayer por la noche, luego de llegar a mi casa, me apareció como sugerencia en Spotify y no me pude resistir a escucharla. Miles de recuerdos me bombardearon. Era tan distinto disfrutarla sin Tyler a mi lado. Aunque no estoy segura si la estaba disfrutando realmente o, con tan solo recordar el rostro de mi mejor amigo, me sentía unida a él de algún modo.
No voy a negar que derramé muchísimas lágrimas. Lo extrañaba, realmente lo hacía. Siempre intento parecer tranquila frente a los demás con la intención que ellos estén tranquilos también. Tampoco quiero desmoronarme en cualquier sitio porque, aunque no lo diga, todo me recuerda a él. Todo me recuerda a lo bueno que es y lo fiel que era a mí en todo sentido. Jamás se iría sin decírmelo con anticipación. Eso es lo que más me aterra. No puedo recordar si me ha dicho algo esa noche. ¿Lo recordaré en algún momento? Todavía no sé qué fue lo que hizo que mi memoria desapareciera por un plazo determinado. Me pude haber caído y por eso mi rodilla tenía una raspadura que nunca supe de dónde había salido. ¿Pero no se supone que tengo que acordarme de algo antes de caerme? Ni siquiera sé muy bien cuándo "perdí" la memoria.
—¡Emily! ¿Ya te has despertado? —gritó mi madre luego de pasar diez minutos escuchando "Believer" una y otra vez. Ella sabe que siempre me despierto a la misma hora y si me retraso algunos minutos en bajar ya piensa que me he quedado dormida.
—Sí, mamá. Me quedaré aquí arriba un rato —contesté para que no me moleste por un tiempo. Quería hacer algo.
Me incorporé apoyando mi espalda al respaldo de mi cama y tomé la computadora que estaba justo a mi lado, enchufada a la corriente. La dejé cargando toda la noche, pero por suerte pude crear un estilo de programa que no permite que se sobrecargue, aunque la deje conectada miles de horas.
Lo primero que hice fue introducir mi contraseña e ir directamente a Twitter. Busqué el perfil de Nell para encontrar los "me gusta" que había puesto y también para saber si había nuevos. Lamentablemente cuando los encontré, seguían estando los mismos dos. Mi objetivo era husmear por la cuenta que los había subido. De todos modos, no había mucho que husmear: solo tenía esos dos tweets, acompañados del símbolo que indicaba que no había ni foto de perfil ni de portada.
Por las dudas guardé el perfil y anoté las frases de los tweets en unos papelitos plegables para la pared. "A veces hay que esperar para encontrar lo que realmente deseamos" y "Mantener la calma y ser paciente. Nadie puede apresurar al brillo".
Intenté sacar un mensaje oculto en ellos, pero fue imposible. No había nada. Solo dos frases totalmente aleatorias que ni siquiera parecían tener relación alguna entre sí. La única información que tenía su perfil era que la fecha de creación de esta fue el 17 de enero de 2012.
Saliendo de Twitter, decidí entrar a Instagram. Había conseguido tener la aplicación en la computadora así que podía hasta mandar mensajes privados desde allí. Mis seguidores habían subido considerablemente los últimos días. Creo que superé el doble que tenía antes de la noche de disfraces. ¿Alguno de los chicos habrá subido sus seguidores también o solo fui yo?
Rápidamente entré al perfil de Tyler y también tenía muchísimos seguidores más que antes. Nell lo mismo, aunque no tantos como Tyler. Al parecer la mayoría de las personas que nos comenzaban a seguir eran mujeres y les llamaba más la atención Tyler que nosotras dos.
Algo en mi cabeza me dijo: "Ve a ver el perfil de Asher", así que lo hice. Creo que casi me desmayo con la cantidad de personas que lo seguían repentinamente. Apenas lo conocí me fijé en su perfil y no tenía ni por casualidad la cantidad de seguidores que tiene ahora.
Vi sus fotos y me fijé en los comentarios. La mayoría eran de chicas refiriéndose a su sonrisa, su cabello, su cuerpo, sus lentes, sus ojos, su mandíbula, sus manos, todo. O tal vez yo era la que veía todo eso en él. Las demás solo comentaban lo lindo que era. Hasta tenía más likes, comentarios y seguidores que Tyler, lo cual creí que sería imposible.