Capítulo 13: Confesión equivocada

Capitulo especial, POV: Joshua 
 

¿Alguna vez te has preguntado el por qué de cómo eres? Yo no, conozco muy biien las razones de mi personalidad, por ejemplo, una de ellas es debido a mi  padre, la otra por Ericka. Nunca debí haber hecho lo que hice, estoy consciente de que no estaba bien,sin embargo, no pude contenerme, soy demasiado impulsivo.

Soy molesto...muy molesto,  me lo dicen seguido, más que nadie Ángel.

—¿Por qué tienes cara de bobo? — me pregunta el enano que se encuentra a un costado mío.

—Estoy pensando, enano— él realmente no es un enano, pero por mi altura, se podría decir que sí, aunque solo le llevé unos siete centímetros.

—Guau, ¿Tú piensas? — mugre mocoso, me giro hacia él y lo golpeó.

Y así comienza otra de nuestras peleas diarias, la cuál, después de varios golpes, termina, seguido, el enano me comienza a hablar amablemente, quiere un favor.

—Joshua, el chico más maravilloso del mundo, la persona más bondadosa y querida del mundo...geh...creo que exageré.— Me río y niego con la cabeza mientras le revuelvo el cabello, son pocas las personas que me importan y esta cosa es una de ellas, aunque es muy travieso la mayor parte del tiempo.

—¿Qué quieres Chris? — le pregunto, a lo que él sonríe mostrando sus hoyuelos, teniendo un gran parecido a un ángel, lo cual, claramente no es.

—¿Yo? Nada, ¿Acaso no puedo tratar bien a mi queridísimo amigo?

—No, y hasta hace un momento me estabas golpeando.

—Yo intenté tratarte bien Joshua, tu eres el que me quita las buenas intenciones que siempre tengo.— sus ojos me ven con una  furia fingida.

—Claro...

—Joshua...m-me...ayudas para una cita — Espera, esto si me interesa.

—Hmm...¿al fin se lo pediste?...

—Sí...bueno solo le dije que le podía ayudar con sus tareas...pero...esto...¿Cuenta como una cita, no?

—Jajajaja...supongo que sí...Pero, ¿Por qué me estás pidiendo ayuda a mi? Yo no tengo novia y Ángel sí.

—No te rías...el muy idiota no está. Aparte ya has tenido varias novias.

—Siempre termino rompiendo con ellas al mes...

—Pero has tenido y yo no— hace un puchero sin darse cuenta, en ocasiones es algo...tierno... Él es a quien le tengo más paciencia. Por todo lo que ha vivido y,  pese a todo eso, siempre muestra una sonrisa, es muy infantil, pero es por qué no tuvo una buena infancia.

—Esta bien...te ayudaré con lo que pueda, pero a cambio tienes que hacer algo por mí— formó una sonrisa en mi rostro al imaginar el escenario.

—¿Qué pretendes  hacer? — me pregunta con el ceño fruncido.

—Solo...voy a declararme — digo con voz aniñada

—¡¿Qué?! ¿A quién?

—Camile — sonrió al recordarla, será tan divertida su cara cuando le diga que me gusta.

—¿Que demonios?... ¡Ella no te gusta!

—¿Quién dice que no?

—¡Tú!, lo has dicho varias veces...

—Ah... sí...

—¿Entonces?

—Los sentimientos cambian — él solo me mira con esceptisísmo.

—No tiene caso alguno que le digas eso, te conozco y se que realmente no te gusta. Solo deberías confesarte a la persona que de verdad te gusta.

«Ericka»

—Ella me gusta de verdad...bueno un poco, lo suficiente para que quiera salir con ella.

—¿Y qué te hace creer que ella querrá salir contigo?

—Por favor, soy irresistible...

—JAJAJAJAJA—el tonto se retuerce de la risa, tanto que se cae del sofá.

—Cállate...Fuera de bromas, ella y yo tenemos algo en común, yo puedo ayudarle a superarlo, al igual que ella a mi.

—Te preguntaría qué tienes en mente, pero realmente no quiero saber las estupideces que máquina tu cerebro.

Después de esa conversación, le digo que le mandé un mensaje a Kumi para que vaya con su amiga. Escojo una ropa casual, que por cierto, se me ve genial...le doy unos cuantos consejos al niño...diciéndole que en un punto los dejare solos y me llevaré a Camile.

«Es un ganar ganar»

***

—Todo va a estar bien, tranquilizate  — le digo a Christian que está todo inquieto y no para de girar el anillo en su dedo.

—¿Y si termino haciendo una estúpides y ella no quiere  volver a hablarme?

—Piensas demasiado, debes relajarte...Inhala, exhala.

Él rueda los ojos y camina delante de mi, ¿Si no confía en mí, por qué me pide ayuda? Supongo que nunca lo sabré.

Entramos en la biblioteca y nos sentamos en una mesa para cuatro con una lámpara azul en forma de dragón en el centro.

Esperamos por unos cuantos minutos, pero me aburro y le pido a Chris que me diga que es lo que vamos a estudiar hoy. Él me responde, por lo cual me levanto de mi asiento y voy a buscar los libros que podrían servir.

Me dirijo con la bibliotecaria a pedirle ayuda, es muy bonita. Lástima que es mayor.

Le doy los datos y ella en una nota me da los números de los libros y dónde los puedo encontrar.

Camino por los estantes y después de varios minutos los logro encontrar, también encontré un manga. Lo leeré luego.

Vuelvo a la mesa y las chicas ya llegaron.

Kumi trae el cabello atado en una cola de caballo, con dos trenzas a los costados y su característico fleco perfectamente acomodado,  tiene puesto una blusa de manga corta azul celeste y una falda blanca con unos botines del mismo color, se ve fresca y linda. Al contrario, Camile tiene el cabello recogido en una coleta un poco aguada, trae consigo unos  lentes oscuros y un cubrebocas, está vestida con un pans negro y un top de manga larga blanco,se ve como una Fuck Girl

Saludo a ambas y me siento en frente de Camile. Debido a  los lentes no puedo ver sus ojos, pero podría jurar que los rodó.

—Camile, ya quítate esos lentes— le reprende su amiga mientras trata de quitarle los lentes, pero la Srt. Enojona la esquiva.

—No, te dije que yo no quería salir.

—Por favor— dice en tono irónico— no ibas a hacer nada productivo.

—Como sea.

—Bueno...¿Empezamos? — pregunta Christian ,como siempre, para salvar el ambiente.