Maratón 1/2
Jack.
Me gusta ver el atardecer desde mi ventana, así que me asomo en la ventana que ve hacia el patio delantero —ya que hay dos, una que mira hacia el patio delantero y otra que ve hacia el cuarto de Amelia—, el cielo desde aquí se ve precioso. Me quedo un rato viéndolo hasta que una camioneta estaciona al frente de la casa de Amelia, un hombre se baja de ella y abre la puerta de atrás, seguido de eso sale Amelia molesta de su casa, cuando lo ve sonríe falsamente.
Ella está hermosa lleva un vestido rojo que le llega más arriba de las rodillas, es ajustado y eso hace que su cuerpo resalte, tiene unas lindas curvas, no son extravagante pero son naturales. Su cabello rubio natural esta suelto y en ondas. Y mucho maquillaje que la hace ve bonita. Simplemente está preciosa.
Pero mis preguntas son, ¿Se está poniendo preciosa para él? ¿Es que ella no está segura de ella misma? ¿El no ve su belleza natural?
Me quedo atrapado en mis pensamientos que no me doy cuenta que ya se fueron. Salgo de mi cuarto y me dirijo a la habitación de Liana, tocó su puerta y escucho un "pasa".
—Hey casi hermano. —me saluda desanimada.
—Hey casi hermana. —le devuelvo el tonto saludo que usamos desde pequeños.
Ella siempre ha vivido conmigo y aunque seamos primos, la quiero como hermana, ella se mudó con papá y yo a los cinco años cuando murieron sus padres —o sea mis tíos—, después de eso cuando teníamos 14 años el padre de Amelia murió, según el forense de envenenamiento y Elisa —la madre de Amelia— culpó a mi padre, porque mi padre era su mejor amigo y su mano derecha en la empresa de Alberto —el padre de Amelia— y antes de morir él le dijo a mi padre que si el moría mi padre quedaría a cargo de la empresa, porque confiaba en él y no quería que su sueño que era su empresa se acabará. Pero por Elisa quebró y mi padre entró en depresión y solo tomaba alcohol, me maltrataba mucho cuando estaba borracho y mi abuela un día se dio cuenta, lo metió en terapia se recuperó y más nunca volvió. Mi abuela es la que está con nosotros y Liana y yo trabajamos para mantenernos, siempre hemos sido nosotros tres. Siempre protejo mucho a Liana porque sus sentimientos son muy frágiles debido a todo lo que ha pasado.
— ¿Cómo te sientes? —le pregunto sentándome en su cama para quedar a su lado.
—Con un poco de dolor de cabeza, creo que ese tipo nos drogo. —me dice y solo le doy una sonrisa triste y le acarició el cabello, no le digo más nada porque se que no le gusta dar lástima.
— ¿Quieres algo de comer? ¿Chocolate? ¿Unas chucherías? —le pregunto.
—No quisiera abusar... —me dice y luego se ríe— Es mentira, cómprame unas gomitas de osito, —entre cierro los ojos— estos momentos se aprovechan. —me dice lanzándome un beso.
Bajo las escaleras y veo a mi abuelita escuchando la televisión, ella es ciega pero no me dejó llevar por eso ella huele todo, yo puedo traer a una chica a escondidas y la huele, siempre lo sabe todo, parece bruja.
Voy abrir la puerta y ella habla.
— ¿A dónde vas Jack? —me pregunta mi abuela con su voz ronca, ¿Ven que huele todo?
—Voy a comprarle algo a Liana, nana. —le respondo.
—Vaya con Dios. —me dice.
—Aja. —respondo rodando los ojos.
🌒🌒
Estoy acostado en mi cama, no he salido del cuarto desde que llegué de hacer la compra de Liana. Estoy tan aburrido, hubiera ido a la fiesta que me invitó Marcos, pero sé que iban a estar todos sus amigos y no me agradan mucho sus amigos. Marcos es como mi hermano, siempre hemos estado juntos pero desde hace unos años se junto con el grupo de los populares y se ahora es un perro, se acuesta con las chicas y juega con ellas.
Me levanto y veo la hora, son las nueve y media. Me asomo por la ventana detallando las poquitas estrellas que hay, no sé cuántos minutos me quedo mirando al cielo, pero algo me interrumpe, bueno alguien. Bajo la mirada hasta la calle y está Amelia caminando como zigzag, su cara está muy sonrojada y eso significa que está borracha o molesta. Luego me enfoco en un carro detrás de ella, pero no es el mismo que la llevo. Ella para de caminar y el carro para, ella trata de correr pero en un movimiento rápido un hombre baja agarrándola y poniendo un trapo en la cara de Amelia.
No alcanzo a mirar todo porque ya estoy bajando las escaleras como loco. Agarro las llaves de mi camioneta y salgo de de las casa.
Estoy persiguiendo el carro, tengo una distancia prudente para que no sospeche. De repente aumenta la velocidad y mi camioneta empieza a fallar.
— ¡Mierda! —exclamo pegándole al volante. Estaciono la camioneta y salgo de la camioneta para revisarla. No tiene gasolina, saco mi teléfono.
Llamo a Nora y no contesta.
Llamo a Philip y tampoco.
Llamo a July y a Jessica y menos.
Claro todos están en la fiesta, Amelia secuestra y yo sin combustible.
¡Genial!
Me sale un bombillo de la cabeza. ¡Collins! ¡El amigo de Amelia!
Busco por Instagram y gracias a Satán July y Jessica lo tienen como amiga. Le escribo ya que la cuenta es privada.
A los minutos me contesta y me dice que ya viene.
🌒🌒
Collins ya llegó anda haciendo unas llamadas para "rastrearla", pero no entiendo cómo la va a rastrear si ya rastreamos su móvil y está en su casa.
—Ya sé dónde está. —me dice Collins sacándome de mis pensamientos.
— ¿En dónde está? —le pregunto.
—En la iglesia abandonada. —me responde.
Nos montamos en nuestra camionetas arrancamos —gracias a que Collins me trajo combustible— a la dirección.
Espera un poco Amelia.
(...)
¡Hola chico!
Jack es tan cuchi.
Quería que conocieran un poco más a Jack, así que les traje un capitulo de él.