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Roberto
11 de septiembre del 2015.
La noche es fría en Guadalajara, a pesar de ser Septiembre, que por lo general la mayoría del tiempo hace mucho calor, pero esta noche es diferente, hace frio, siempre llevo un suéter en mi mochila, lo saco y me lo pongo, mis amigos, Alfredo y Juan me dicen que si vamos por unas cervezas a unas cuadras de aquí. Recién salimos de las clases de inglés.
Vamos caminando por el increíble centro de Guadalajara, es impresionante, como se ve de noche, una gran arquitectura de mi país México, lo cierto es que el centro de noche se escuchan muchas cosas, que asaltan en motos, y cosas así, pero pues a mí no me ha pasado aún, y espero que no me pase.
Llegamos al bar, pedimos una cubeta de cervezas, y como todos saben es viernes, día de beber, divertirse, así son por lo general los viernes, salir a divertirme, pasarla a lo grande. Cuando suena mi celular, el estúpido de Alfredo derrama cerveza sobre mis pantalones, parece que me he hecho del baño.
Roberto: ¡wey no mames! ¡Que pedo contigo!
Alfredo: wey perdón, es que tu celular me asusto.
Veo que Alfredo se le han pasado las copas, ya anda muy pedo, le pongo los ojos en blanco, me molesta tanto cuando se pone así, pero bueno que hago, ya lo hizo.
Vuelve a sonar mi celular y veo que es mi mamá, tengo 5 llamadas perdidas, corro hacia el baño para poder contestar.
Roberto: ¿qué paso? – le respondo de una manera tranquila -
Mónica: hijo, ¿a qué hora vas a venir? – me responde en un tono de preocupación -
Roberto: ya ahorita me despido y me voy.
Mónica: ¿seguro? tengo un presentimiento, estoy... no sé, me siento rara.
Roberto: no te preocupes, no va a pasar nada, ya en un rato voy para allá.
Mónica: bueno, cuídate.
Cuelgo.
Ya son las 11 de la noche, es temprano aún, pero la verdad es que ya quiero irme, hoy no tengo muchas ganas de quedarme mucho rato. Vuelvo a la mesa, con mis amigos, y se han unido dos chicas de la clase, llamadas Montse y Mayra. No muy agraciadas, se creen muy sexys, pero es que la verdad, son feas, por así decirlo y son vulgares. Pero... Alfredo y Juan están locos por ellas. Me estoy diez minutos con ellos.
Roberto: ¡chicos! me voy.
Juan: wey quédate un rato más.
Roberto: Juan...
Juan: nada, nada... ven tomate un shot.
Me acercan la botella, y le doy un shot, estos tipos no me dejaran irme ya de aquí, tengo que hacer algo para quitármelos de aquí, si no jamás me iré a mi casa.
Pido una botella de agua, para que se me baje un poco, porque me cruce con la cerveza y el tequila, pero la verdad es que no estoy borracho ni nada de eso.
Voy de nuevo al baño, me hecho agua en la frente, y en la nuca, me siento un poco mejor, en ese momento suena mi celular de nuevo, es Nicole.
Nicole: amor, ¿dónde estás?
Roberto: ando en un bar del centro, estoy a punto de irme.
Nicole: ok, para que tu mamá no este preocupada.
Roberto: si, lo sé.
Nicole: te amo.
Roberto: y yo más.
Cuelga.
Ella es la mujer más hermosa que he conocido, tiene la misma edad que yo 25 años, es hermosa y no me cansare de repetirlo, es delgada, tiene un cabello negro largo y una sonrisa muy bonita. Y ella es mi novia.
Nos conocimos en la preparatoria, ella iba en el mismo salón que yo, al verla me cautivo. Siempre trate de hablarle, ella muy amable siempre me hablaba bien, así pasaron los días, intentaba acercarme a ella con cualquier pretexto, hasta que un día la invite a salir, ella acepto inmediatamente. Salimos a un restaurante italiano, ella dijo que era su favorito y por eso la lleve ahí. Después de esa cita seguimos saliendo hasta que fue mi novia y ahorita llevamos 10 años juntos, muchos años, pero he sido muy feliz.
Camino de nuevo a mi mesa, y los encuentro a estos tipos besándose con las no muy agraciadas. Pongo los ojos en blanco, de seguro se las quieren llevar a la cama. Agarro mi mochila, y Alfredo toma mi brazo.