Amenaza Encubierta

4

 

4

Angel

 

 

 

Cuando salgo de casa con mi pareja la oficial Alicia, tomamos la ruta de López Mateos, y vamos rápidamente hacia el centro que fue donde tomo el taxi Roberto por última vez.

 

Alicia: ¿Crees, que haya sido un secuestro?

Ángel: no creo.

Alicia: ¿porque?

Ángel: porque, si no hubiera ya hubiera pedido el rescate, o algo parecido, pero... no lo han hecho, y la verdad es que todo esto, se me hace muy raro.

Alicia: ¿estas preocupado, verdad? - me pone su mano sobre la pierna, yo sigo mirando hacia el frente e ignoro ese gesto, sé que siempre ha estado enamorada de mí, pero quisiera responderle de otra manera -

Ángel: si, pero trato de no demostrarlo, creo que es lo mejor, y así que mi familia este más calmada, para no darles más preocupaciones, si pongo esa cara.

Alicia: estoy de acuerdo contigo. Animo estoy contigo.

Ángel: gracias Alicia.

 

Mientras conduzco, llego a Avenida Vallarta para bajar, llegar a Juárez. Vamos entrando al centro, estacionamos el carro en un estacionamiento público, salimos del auto y caminamos hacia el centro. Vamos llegando al centro y llegamos con los taxistas, y noto que nos miran raro.

    Nos acercamos a ellos y empiezo a interrogar a cada uno de ellos, noto sus expresiones que hacen para ver alguna señal que los delate, pero... nada. Les muestro una foto de Roberto, y aun nada.

   ¡Maldita sea!

   Porque carajos no hay nada, me siento en una banca y me siento muy, pero muy estúpido al no poder hacer nada, al no tener ninguna pista. ¡Maldita sea! tengo que hacer algo, algo para darles paz a mis padres, solo espero que no esté muerto, solo espero que este bien, y no haya pasado nada malo. Espero que pronto de una señal de vida, es lo único que deseo, sé que soy una persona que no demuestra sus sentimientos a mis hermanos, soy el más serio de los 4, soy el más frio, pero muy en el fondo los amo, y jamás les desearía algo mal.

   ¿Dónde carajos estará? no quiero pensar lo peor, no quiero. Soy el más fuerte de los 4, mi hermana tiene carácter, aparte de ser una estupenda abogada, Roberto es estupendo en la medicina, y está estudiando su especialidad en cardiología, y Ernesto mi hermano pequeño es el más arriesgado, con más carácter y terco, pero es bueno en sus dos profesiones, ya casi acabara psicología, y quiere especializarse en niños, dice que es para ayudarlos, y darles un mejor ritmo de vida, que si los ayuda de niños, llegaran a más lejos.

   Me levanto de la banca, y noto que la gente se me queda viendo, pero no sé si sea paranoia, pero siento que todos en esta maldita ciudad es la culpable de que mi hermano no lo encontremos.

Saco mi celular e intento marcar al número de Roberto por curiosidad, y comienza a sonar.

 

Taxista: bueno...

Ángel: ¿dónde está el, maldita sea?

Taxista: búsquenlo.

Ángel: si no me dices donde está, no sabes lo que te espera.

Taxista: ah sí, ¿y que me espera? – Empieza a reírse – tu no estas para decirme que tengo que hacer o decir.

Ángel: eres un estúpido – le grito – dime ¿Dónde está?

Taxista: encuéntrenlo.

Ángel: ¡no cuelgues hijo de tu puta madre! - escucho su respiración - quiero que me digas donde está, soy un policía muy respetado en la ciudad, y quiero que me digas donde está, solo dinos eso.

 

En ese momento cuelga.

    ¡Carajo! vuelvo a marcar y ha apagado el celular, intento hallar su localización, pero lo ha desactivado el muy pendejo. No sé en qué más puedo ayudar, Alicia me abraza y por primera vez en mucho tiempo se me sale una lágrima.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.