Ami

Tres, dos, uno, no se metan en mi camino si no desean extinguirse

Tras haber estado pensando en lo que debería de hacer para no tener nada que ver con las consecuencias de cada cosa que estas criaturas harían, decidido tomar a Lid como un cómplice que le estaría cuidando la espalda y evitaría en cualquier caso el tener que lidiar con más de ellos. Por tal razón, a pesar de que en ese momento no pudo ver a ni una de estas criaturas, le comenzó agradar cada vez más el comparar o hacer algunos trajes para Lid. Le ponía trajes como de marinero o algo a la moda. Ami no podía parar de intentar que tan bien le quedaba las cosas que se ponía, por ello es que a sus amigas les gustaba también opinar cosas como que le combinaría. Ellas, a pesar de saber que no podían tocarlo, eso no les excluía el tener un buen gusto en darle una mejor imagen a Lid. Con el pasar de ese tiempo, Lid empezaría a perderse la paciencia y querer en ocasiones darle fin a todo esto. Peor, como tenia en mente el que le iría horrible si intentaba deshacerse de todo esto, no tenía más opción que aguantarse y tener que aparentar ser un lindo muñeco y nada más.

Esta obsesión por parte de Ami y sus amigas terminaría mal. Esto ocurrió en el momento en que una de las amigas de Ami encontró a otra de estas criaturas. Por suerte para ella es que se encontraba como en un profundo sueño y no se dio cuenta en el momento en que lo tomaron. Sin más, esta criatura tenia el aspecto de un pequeño osito color rojo. Los rasgos que le hacían único era el tener unas alas como la de una mariposa. El color que se intercalaba sus alas con un naranja y un azulado verdoso, le combinaba a la perfección al ser que el su color rojo se llegaba a tornar en algunos momentos en un amarillo oro y luego un plateado en su estomago y parte de su boca. Sus ojos no se podrían describir al ser que estaba durmiendo. Pero, al ser que todas estas criaturas por lo general tenían un aspecto de ser peluches muy esponjosos y suaves.

Cuando su amiga lo llevo consigo, Ami se quedó sin palabras para poder describir lo que harían con este, pero no era por el simple hecho de haber descubierto el que se trataba de las criaturas que pretendía alejarse sino más bien se trataba de una expresión de no saber como poder jugar con este y hacerle las mismas cosas que le hacia a Lid.

Por otro lado, Lid que si podía reconocerlos, estaba tratando de prepararse para un pleito que vendría a causa de todo lo que decidieran hacer. Pero, al ser que no podía decir nada a Ami mientras se encontraba con alguien alrededor, sólo podría mirar y pensar en como lograr llamarle la atención sin romper este termino que le fue impuesto por ella.

Ami, que traía consigo un para de gafas de juguete, dijo – que te parece si le ponemos estas gafas oscuras, creo que se verá bien con ello – su amiga – bueno, no creo que pueda ser así – Ami, como si le hubieran hecho una gran revelación, respondió – ¿Eh? ¿Cómo que no puede ser así? – Su amiga – pues no puede estar bien si no le agregas una bufanda para que convine con este, tal vez sea bueno un color un poco neutral como un verde pastel le vendría bien – Ami, con luces que salían de su mirada, agrego – y si se lo ponemos y vemos como le queda aunque también podemos traer otras cosas mañana y probarle unos trajes para ver cual le queda mejor – su amiga – no puede ser, esa misma idea tenía yo, será mejor que te prepares para tener una buena reunión mañana, espero que no se enoje Carla, ya que no le diremos nada hasta mañana, qué te parece guardar conmigo ese secreto y revelárselo después – Ami – te entiendo, hay que darle una gran sorpresa y, a la vez, que tal si lo guardas y hablamos por teléfono más tarde de lo que vamos a llevar sino no creo que podamos hacerlo todo mañana – su amiga – claro, entonces nos comunicamos después de clases – Ami – sí, ya esta decidido. Pero, yo te llamo ya que debo de hacer unas cosas antes – su amiga – está bien, pero que no se te olvide – Ami – no se me va a olvidar. Esto es algo único que no siempre pasa, así que cómo va hacer que se me olvide algo como esto – su amiga – tienes razón – el profesor entró al aula – entonces seguimos platicando en otro momento – Ami – sí, no te preocupes, será mejor que saquemos nuestros cuadernos y libros antes de que termine regañándonos – su amiga – por cierto, no se te hace raro que Carla aún no haya llegado a clase hoy – Ami, mientras sacaba sus cosas de la mochila – tienes razón, es muy raro que ella llegue tarde a clases, tal vez se encontró con algún tipo de problema o se haya enfermado, bueno, si no viene durante el resto del día la iremos a visitar – su amiga – no creo que se me sea posible hoy, me pidieron que debía de estar en casa una vez saliera – Ami – ah, entonces tendría que ir yo sola, pero igual, no te vayas a desviar y quedarte comiendo todo lo que mires en el camino, es por eso que te hayan pedido que regresaras directamente a casa. Si yo fuera tu mamá, también te diría lo mismo sobre todo si terminas subiendo de peso por comer tanta comida chatarra – su amiga, un poco enojada – que mala eres, cómo puedes decir eso. Si como es porque la comida es muy rica sino no tendría razón. Además, el único culpable debe de ser las personas que las hicieron tan ricas – Ami – está bien, dejémoslo así – el maestro empezó a dar la clase.

Durante la hora de recreo, Ami se dirigió a la biblioteca para ver algunos libros para hacer su tarea que le habían dejado. Mientras se dirigía asía allá, vio que Carla se le acercaba por la derecha. Carla, que le saludaba con la mano levantada, se dirigió en dirección asía Ami. Al parecer Carla tenía un moño diferente a lo normal. Por lo general ella siempre tenía puesto uno de color celeste que le hacía combinación con sus ojos del mismo color, pero cristalinos, sin embargo, en esta ocasión no portaba nada más que uno de color verde, la cuestión no es que no le quedara bien, sino que era muy inusual que portara algo como eso.

Ami, que pensaba – se que ella parece toda una señorita y me gustaría poder verme así de resplandeciente, me pregunto si algo le abra pasado. Pero, lo que sea que tenga en la mente, espero no sea algo tan serio – Carla, al estar ya junto a Ami, le dio una cálida sonrisa en la cual demostraba que no era nada de que preocuparse por lo que debería de dejar de estar pensando en ello por mucho tiempo.



#10771 en Fantasía

En el texto hay: diversion

Editado: 10.05.2021

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