Amigas para siempre

Capitulo 6. Cotilleos

Celeste

—No te quitare mucho tiempo, necesito que me rellenes una encuesta para mi empresa, tengo que buscar gente que no le importe hacerla y como de momento no tienes clientes… ¿qué te parece? ¿eh?—Le puse la mirada del por favor, siempre funciona.

—Está bien, pásamelo.

—Bien—Susurre. —Ya te lo he mandado—Dije al cerrar mi móvil, observe a mi alrededor, una tienda limpia y ordenada llena de objetos antiguos y “mágicos” según alguna gente.

—¿Y cómo te va en tu trabajo? ¿Sigues en el mismo puesto?

—La verdad es que me va bastante bien, oye, ¿sabes a quien vi antes de ayer? A Oriol y Violeta, estaban comiendo juntos, creo que estos dos tienen una relación.

—¿A Oriol y Violeta? Pero si en secundaria se odiaban.

—Pues parece ser que ya no. A quien tengo ganas de ver y hace tiempo que no veo es a Mauro.

—¿Mauro? Yo hable con él hace dos o tres semanas.

—¿Y como está?

—Pues no muy bien, su novia la dejo, Daisy creo que se llamaba.

—Ah sí, esa pelirroja que parecía que tenia ataques de enfados o algo así—Se empezó a reír y yo también. —Si tía, es que parecía que le enfadaba todo, pero es que gritaba por cualquier cosa.

—Sí, me acuerdo ese día que nos fuimos los cuatro a tomar algo y el pobre Mauro tenía que llevar unos tapones tranparentes para que no le afectasen sus gritos.

—Ese día tuve pesadillas. O aquella vez que quiso poner un cine en su casa, cuando las palomitas se cayeron al suelo Mauro pego un salto del susto que pensaba que iba a caer del sofá—Dije recordando-lo.

—Definitivamente, esa chica no estaba bien de la cabeza—Nos reímos fuerte, no era nuestra intención, la verdad.

—¿De qué os reis?—Preguntó Blanca quien abrió la puerta antes de preguntar.

—No creo que te interese saberlo—Un silencio me hizo tener un escalofrío.

—Blanca, ¿por qué no bajas y te unes? Estamos contando cosas muy divertidas—Le dije animada.

—Como Rosa sabe lo que me interesa y lo que no, ¿qué tal si lo decide ella?

—¿Por qué eres tan infantil?

—¿Qué me has dicho?—Blanca bajo algunos escalones mientras hablaba.

—Vamos, vamos, no os pongáis así, sois amigas desde la infancia—Intenté calmarlas.

—Si tan amiga crees que somos ¿por qué ella no sabe lo que pasó? ¿No lo debería saber? Ya que me conoce taaaan bien.

—Yo no sé lo que te pasó porque no te abres, una amiga no necesariamente lo tiene que saber todo ¿sabes?

—En realidad sí.

—Si hay comunicación, ¿pero me hablaste de esto? ¿De algo de lo que te pasó? No sé nada, no soy adivina.

En ese momento se me encendió la bombilla, Rosa no era adivina, pero sabía de alguien, más bien de dos personas que si sabía que eran adivinas.

—Escuchadme un momento—Al menos a mi me hicieron caso. —Rosa no es una adivina, pero tú tampoco lo eres. Yo sé de dos personas que sí lo son y que os pueden ayudar en todo este asunto.

—¿Y quiénes son?—Preguntó Rosa.

—Sol y Luna.

—¿Sol y Luna? ¿Las gemelas? ¿Todavía siguen aquí?

—Blanca, ¿continúas teniendo contacto con alguien de primaria o del instituto? ¿O solo me tienes a mí?

—Solo tengo contacto contigo, y con Violeta, solo vosotras dos.

—¿Sabes si Oriol y Violeta salen juntos?

—En realidad no os lo puedo decir.

—¿Por qué no?—Pregunte con cara triste.

—Porque Violeta me hizo prometer que no se lo diría a nadie.

—Eso es un sí, están saliendo—Dijo Rosa.

—¿Por qué sacas las cosas de contexto? No te he dicho nada.

—Si te ha hecho prometer que no se lo dirás a nadie es que tiene un secreto, si estamos hablando de este tema, es muy probable, vamos, me juego mi vida a que salen juntos.

—No apreciaras tanto tu vida si te la juegas sin saber nada.

—Necesitamos la ayuda de Sol y Luna de inmediato—Pensé por dentro.



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En el texto hay: drama, amor, amistades que no se rompen

Editado: 12.02.2020

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