Amigas para siempre

Capitulo 27. Una mesa para diecinueve personas

Bruno

Ya eran las 20:35 de la noche, llegaron los tres que faltaban y nos fuimos a la mesa 19 donde estaban todos sentados, era una mesa larga y estrecha.

—Cariño estas rojo ¿tienes fiebre?—Le preguntó Mar.

—No, no es nada, hace mucho calor aquí ¿no? ¿Vosotros no tenéis calor?—Albino intentaba disimular pero lo cierto es que yo también tenía algo de calor, pero a mí no se me notaba tanto.

—Estamos a 19 grados—dijo Luna.

—Pues yo tengo calor.

—No sé si preguntar pero, Celeste, ¿por qué te has puesto entre Rosa y Amber? Creía que te pondrías junto con Mar—preguntó Sol.

—Eso solo lo saben ellas y yo.

—Pues me he perdido porque yo no lo sé.

—Pues deberías.

—Bueno, parece que aquí todo el mundo da por hecho que debería saber muchas cosas.

Sentí que Blanca se puso incomoda cuando dijo eso, estaban en frente, nos habíamos colocado nosotros mismos como queríamos con Mauro en la punta.

Mesa 19

Mauro

Oriol-Violeta-Blanca-Rosa-Celeste-Amber-Ignacio-Alan-Rufo

Mar-Albino-Yo-Perla-Luna-Sol-Pedro-Arún-Esmeralda

—Vale—Violeta se levantó. —Esta noche nos hemos reunido hoy aquí para una cosa muy importante. Oriol y yo os tenemos que contar una cosa.

—¡Estas embarazada!—dijo Ignacio. Tenía el cabello negro y vestía como siempre había vestido, con sudadera y pantalones de chandal.

—No.

—¡Os vais a casar!—dijo Albino.

—Y así chicos es como se arruina una sorpresa, que disfrutéis de la cena—Se sentó.

—Vamos chicos, ¿tan difícil era dejar que terminara de hablar?—Dijo Oriol algo molesto.

—Perdón ¿Pero de verdad os vais a casar?

—¿Tan difícil resulta creerlo?

—No he dicho nada.

—¿Y cuándo será la boda?—preguntó Blanca.

—Todavía no lo hemos pensado pero todo gira en torno al año que viene, en marzo—Dijo Oriol cogiéndole de la mano a Violeta.

—Qué bonito.

—Bueno, ahora que ya sabéis la sorpresa, hace mucho tiempo que no nos reunimos aquí ¿Qué es de vuestras vidas?

—Disculpadme un momento—Dijo Esmeralda levantándose. —Ahora vuelvo.

—Vale… ¿y los demás?—Preguntó Violeta.

—Pues yo estoy bien, mi trabajo me gusta, gano suficiente y no tengo complicaciones.

—Buena conversación—dije mirando la carta, era un trozo de plástico con los bordes azules, era todo digital.

—Vamos, decid algo, ¿cómo os va la vida?

—Vale, yo estoy trabajando como dependienta en la tienda de objetos antiguos, junto con Rosa.

—Sí pero no tardará mucho en dejarlo porque le he conseguido un trabajo como peluquera—Saltó Amber.

—¿Qué?

—Todavía no está decidido, no sé que voy a hacer.

—Pero te lo estas planteando—Esto se ponía cada vez más intenso.

—En un principio sí, me gusta la peluquería, no quiero pasar el resto de mi vida en una tienda de objetos antiguos, y tú deberías hacer lo mismo—Blanca no contesto a eso.

—Bien… esto se está poniendo algo raro, ¿qué tal si hablamos de otra cosa?

—¿Qué propones Celeste?

—Bruno, ¿cómo conociste a Perla? Te lo tenías calladito eh.

—No me lo he tenido callado, simplemente no he tenido vuestros contactos en la isla Cristal.

—¿Te has ido a la isla Cristal? ¿Cómo es? ¿La gente es agradable?

—Oriol se va a ir mañana por la mañana a la isla Cristal, hoy es su último día aquí.

—¿Por eso estamos todos aquí? Creía que era por la boda.

—Estate tranquilo Oriol, la gente de allá es super maja, al menos los que están en la ciudad, los del pueblo no los he llegado a conocer—Lo tranquilice.



#18908 en Fantasía
#3987 en Magia
#40895 en Novela romántica

En el texto hay: drama, amor, amistades que no se rompen

Editado: 12.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.