Sol
—¿Qué tal? ¿Cómo está?
—Destrozada, Mar no quiere ni salir de su habitación, Albino dice que ni siquiera ha comido desde que pasó el accidente.
—Que mal… Oye, se me ocurre una idea, este es un libro de pociones y conjuros, ¿hacemos algunas cuantas pociones diferentes?
—¿De dónde lo has sacado?
—Es de Blanca, lo recogerá después de comprar, si nos damos prisa podemos hacer algunas.
—Pero ¿pociones de qué?
—De lo que sea, hay muchas—Dijo hojeando el libro. —Mira, hay pociones para dormir, para enamorarse, para tener energía, para decir la verdad, para estudiar más rápido, para tener suerte, para transformarse en cualquier animal! Yo quiero esta, voy a ser un murciélago por el resto de mis días.
—No digas bobadas, es mejor ser un pájaro y volar libre por el cielo a la luz del sol.
—Eso lo dirás tú.
—Está bien, no hacemos ninguna de transformaciones, hacemos solo una poción, la que nos pueda servir para el futuro cercano que nos espera—dije yo intentando concentrarme. —¿Cuál de estas pociones nos puede ayudar? Y rápido porque se nos acaba el tiempo, cuando vuelva Blanca no podremos hacerla.
—Una que nos permita ayudar a nuestros amigos y a nosotras mismas… ¿qué hay más malvado que la gente que roba? La gente que miente ¿verdad?
—Sí, muchos secretos hay entre nosotros.
—No es eso, Celeste siempre decía que Amber era la causante de todo, que no se fiaba de ella y que le hizo mucho daño a Mar ¿sabes por qué?
—Ni idea, no estaba ese día, ¿recuerdas? Estaba mala.
—Yo tampoco fui ese día, tocaba analítica de medico.
—Y al día siguiente nadie quería hablar de eso. Nunca me enteré.
—Pues nos enteraremos muy pronto—Dijo Luna señalando la poción de la verdad. —Necesitamos varios ingredientes, búscalos en la despensa seguro que los tenemos, yo preparare los recipientes.
—De acuerdo—Cogí el libro para ver los ingredientes mientras bajaba a la despensa de la casa.
Poción de la verdad, ingredientes:
—Y aquí está la canela, ya están los cinco ingredientes—Dije subiendo las escaleras.
—Perfecto, ponlo todo aquí, veamos, lo tenemos que mezclar todo pero se hace en un orden—Dijo Luna mirando el libro.
“Primero en una cazuela o caldero que tengan se le echa agua por la mitad, mientras se empieza a calentar se le va añadiendo el azúcar, las gotas de vinagre y las hojas de laurel, cuando ya hierva le añadiremos la manzana triturada previamente y la canela en el último puesto, solo hay que esperar entre 5 y 10 minutos como máximo. Consejo: Mejor que lo dejen en 7 minutos”.
—Bien, ya solo falta una cosa, el frasco.
—Debe de ser una botella que no llame la atención—dije.
—¿Pero tú ves a nuestro alrededor? Todas las botellas que tenemos llaman la atención.
—Bueno, perdona señora cascarrabias.
—Dame ese frasco, es lo mas parecido a una colonia que tenemos—le di un frasco de cristal, tenía dos colores, azul y verde, y la poción tenía un tono turquesa, quedaba muy bien con el frasco, casi parecía que el color era pintado.
—Llaman a la puerta, dame eso que lo escondo—Cogí el caldero y los ingredientes obrantes y los escondí detrás de una cortina de tela, mientras que la poción estaba en las manos de Luna.
—No lo va a notar, así que hay que actuar con normalidad—dijo antes de abrir la puerta.
—Sí que has tardado—dije.
—He visto a un amigo y nos hemos puesto a charlar—Dijo cogiendo el libro. —Gracias por cuidármelo, hasta mañana
—Adiós, hasta mañana—Blanca cerró la puerta. —Uf… al menos ya la hemos hecho.
—Me voy a la cama, buenas noches.
—Buenas noches Sol—Luna siguió en la sala de vigilancia con la pócima, yo sin embargo llamé a Mar para ver como estaba, ya era casi las doce de la noche.
—¿Como estas?—le pregunté ya tumbada en mi cama.