Capitulo 2

No pude dormir durante mucho tiempo, pero finalmente me dormí, solo dormí 3 horas. A las 7 de la mañana me desperté y comencé a prepararme, no me llevó mucho tiempo.

A las 8 comenzaba la ceremonia, pero solo para los grados inferiores y el 11º grado. Por lo tanto, solo necesitaba asistir a la hora de clase, que también comenzaba a las 8.

Salí a la calle, hacía bastante frío y estaba lloviendo. Olvidé el paraguas en casa, decidí no volver por él, no pasa nada si me mojo un poco. Me dirigí a la escuela, eran las 7:49, llegaría justo a tiempo. Al acercarme a la escuela, vi a los primeros grados alegres, que aún no saben lo que les espera. Entré a la escuela y ya vi caras conocidas. Ya cerca de mi aula, entre y saludé a la maestra de clase, ella también me saludó sin mucho entusiasmo. Me senté en mi lugar, en la última fila, primera columna, junto a la ventana. El mejor lugar en mi opinión, desde aquí ves todo, es fácil copiar y simplemente es cómodo. Miré a mi clase y noté que faltaban muchos, tal vez llegaron tarde o se fueron después del noveno grado. Ya sonó la campana y después de unos minutos entró el grupo paralelo, eran 15, al igual que en mi clase. Ya entendí que nos fusionarían. El grupo paralelo se sentó donde había lugares vacíos, todos se sentaron, y junto a mí quedó el último lugar libre. Una chica que nunca había visto (probablemente era nueva), rodó los ojos y con poco entusiasmo se sentó a mi lado. María Anatolievna (la tutora de clase) felicitó a todos por el Día del Conocimiento. Nos dijo que nos habían fusionado con la clase B. Ahora somos 10-B. Ella siguió hablando, pero yo ya no la escuchaba. 

Cuando terminó la hora de tutoría, decidí conocer a mi compañera de escritorio:

— Nunca te he visto en la escuela, ¿eres nueva?

— Sí, soy nueva, y ya me han contado todo sobre ti, así que no te hagas ilusiones de que podemos ser amigos. 

— Je, ni siquiera pensaba en hacerme amigo tuyo, eres tú quien se está haciendo ilusiones. Solo pregunté por cortesía, y lo volveré a preguntar: ¿Cómo te llamas?

— Polina, ¿y tú?

— Yo soy Misha, ahora estamos presentados. 

— Sí, claro.

Después de terminar todas las clases, volví a casa de inmediato y me puse a terminar mi pintura, y luego me dormí.