Amigo, no te vayas.

1. Miedo.

Este mundo me estrangula, me aplasta y me quema,
me destruye, me impide vivir en mi burbuja,
entonces me gustaría irme lejos de todo, sólo huir.

Mr/Mme—Loïc Nottet

 

—¡Ah, duele! Odio tanto esto.—limpié con desespero las lágrimas que brotaban de mis ojos y en un vano intento, también la sangre que corría por mis labios.

Mi estancia por la preparatoria estaba por llegar a su fin, pero aun así no dejaban de golpearme cada día que podían y yo, como siempre venía a refugiarme a la azotea.—Quisiera irme de aquí desaparecer, rendirme…todo sería más fácil.— susurré.

Estaba cansado de todo esto, simplemente ¿Por qué yo? Maldita sea, no tengo ni un gramo de valentía en mi sistema, algunos años para acá las cosas han dejado de importarme, muchas han pasado a segundo plano y para desgracia de muchos o indiferencia de otros, irme no me ha sonado tan mal.—Quisiera ser como un ave y emprender mi vuelo libre.

Puedes llamarme cobarde, adelante.

 ¿Acaso no hace eso la gente antes de conocerte y saber tus razones? Juzgarte, nada más y nada menos que eso.

Puedes llamarme como quieras, varios nombres pueden ir dirigidos a mí y aun así no evitará el que ya no pueda con esto. Es exhausto y jodido que me molesten por ser quien soy, por todo, quisiera acabar con todo; las burlas y los golpes sólo me animaban más a tomar esa decisión y poner un fin a todo esto, porque siento que estoy gritando y nadie me escucha.

¿Por qué nadie escucha los gritos de un alma herida? ¿Es que todos son sordos de corazón? ¿De sentir?

Por más ayuda que quería pedir, que profesaba en mi silencio, nada pasaba, nadie llegaba. Sólo me quedaba dar vuelta atrás y hundirme en ese ruido que habitaba mi cabeza.

No sé cómo pedir ayuda. Me siento incapaz, tengo tanto miedo de las burlas, de cuanto minimizarán lo que siento, de todo, tengo miedo de todo lo que siento y de lo que soy. Tengo miedo.

Desde el divorcio de mis padres, siquiera expresar un sentimiento se ha vuelto difícil para mí, el vivir con mi madre ausente por el trabajo y mi hermana Enid, me duele, quisiera poder verlas más seguido. Antes quería correr y decirle a mi hermana que me abrazara, que no era más que ese chiquillo asustadizo, pero Enid no merece un hermano como yo, no quiero que cargue mis problemas, aunque sea la primera en ver por mí, ahora, sólo lo guardo, lo escondo porque es lo mejor que sé hacer.

Verlas era poco posible, el tiempo en el que nos veíamos, era escaso y de mi padre ni hablar, verlo dos meses por mes era mejor que nada, aunque a veces simplemente no quería verle porque ahora era más feliz con su nueva familia y mi madre merece el mundo, no alguien que jura estrellas a alguien más como si fuera nada.

Mi vida está plagada de "quisieras" [AP1] y aún con eso, no soy capaz de tomar las riendas de mi propio ser. Desearía tanto ser como esos personajes que describen los libros, de esos que todos admiran y se enamoran; fuertes, valientes, que todo lo pueden, casi dioses, aquellos que van por sus sueños, vencen fronteras y claramente no piensan en dejar este mundo como un sueño y una idea repetitiva en su cabeza. —Joder.—me moví solo un poco y mi estómago ya duele terriblemente, no quiero verlo.

No quiero ver los moretones. Estoy harto de ver los colores que ya conozco en el espejo, no quiero tener más hematomas verdes, ni morados, ni ambos. Simplemente ya no quiero. No quiero que me duela tanto el alma, ante el silencio y la indiferencia de todos. Los entiendo, pasar de lejos se ha vuelto un acto humano, porque creo yo, tenemos miedo, pero yo estoy muriendo de temor, me carcome los huesos, la desesperación corre por mis venas cada vez que un golpe nuevo llega y no puedo evitar que los pensamientos invadan mi mente.

Si ellos no me pegaran…No. Si yo no me hubiera cruzado con ellos… ¿Estaría mejor?

No lo sé

Realmente yo no lo sé.

Simplemente quisiera ir libre por el mundo o por el mar, tal vez, ir a algún lugar donde sea aceptado, un lugar que sea para mí, un lugar en donde no oculte quién soy, un lugar donde mis sueños no estén rodeados de cadenas y dónde el dolor no sea una opción.

Quién sabe, igual y un lugar hasta donde me pueda enamorar — ¡Que tontería! — Nadie me voltearía a ver soy un manojo de inseguridades y problemas. Soñar es gratis, pero soñar duele menos que ver la realidad.

Soy consciente de que jamás lograré lo que muchas personas, todos cuentan sus historias mientras que yo, me hundo en la mía, simplemente me siento un personaje secundario de mi propia vida.

No sé qué siento, pero no es lindo, me está consumiendo.

Hay días que sólo quisiera ser alguien más o alguien mejor, pero sigo sintiéndome caminar en fango, intento salir y por cada paso, retrocedo dos. Sólo sé hacer una cosa: huir.

Soy un cobarde, no te voy a mentir, es la verdad, simplemente eso, un hecho irrefutable, aunque ¿así es? al final para Platón la verdad no era más que un ideal, mientras que Descartes afirma que es una duda hiperbólica.

¿Soy un cobarde, o no? ¿Estoy vivo, o no? No lo sé, pero es claro que evidentemente sólo existimos. Hecho o no creo que fuera de la lógica, la coherencia y la correspondencia me adapto a lo que dice la sociedad, si no le aportas nada, no eres nadie. Si no eres el mejor, no eres nadie y para mí, aquello es una mentalidad asquerosa y aun así no puedo dejar de atormentarme porque el mundo no me necesita, ¿Qué podría cambiar?




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