1.¿Amigos en línea?

25 de septiembre de 2020.

Aprecio la buena música, sobre todo si es la que yo escucho, y aunque mi tono de llamada sea Demons de mis poderosísimos Imagine Dragons, son las 6:25 de la mañana ¡De un jodido viernes!, mis clases son sobre las 8 de la mañana aún me quedan 30 minutos en donde puedo dormir.

Maldigo tratando de alcanzar mi teléfono de la mesita de noche que tengo a mi izquierda, con mis ojos aún cerrados es complicado, pero entre golpes y hacer caer mi reloj, al fin lo tomo, mis retinas protestan al contacto de la luz del teléfono: Scatt, llamada entrante.

Casi casi lanzó mi celular por la ventana, pero mi parte racional me hace contestar: —Scarlett María Hans, ¡SON LAS 6 CON 26 MINUTOS DE LA MAÑANA!, me explicas pequeña mierda, ¿por qué me llamas a esta hora?— Levantarme temprano no es lo mío, ella lo sabe, ahora que sufra mi escándalo.

–Buen día para ti también Fran, espero estés levantado, muy bien arreglado y listo para nuestra ayuda— Su tono es ligeramente sarcástico, énfasis en ligeramente, lo cual llama mi atención.

–¿Ayuda?

–¿Ya se le olvidó?— la pregunta es al aire, y es de una voz distinta, algo lejos del teléfono.

–¿Olvidar que? Y, ¿Esa es Ivy?

–Si, somos Ivy, Willow y yo, te voy a decir 3 simples palabras y espero bajes a tu puerta a abrirnos muy cortésmente: Tu ayuda, examen, inglés.

–Pero esas son cuatr...— Estoy por burlarme pero ella me manda al carajo, seguido a eso me cuelga y algo hace click en mi cabeza— Mierda.

Había olvidado por completo que les prometí hace 2 días mi ayuda a Scarlett y a Ivy para su estúpido examen de inglés, Willow solo vino por que yo soy quién las lleva al instituto. Refunfuñó caminando por el pasillo del segundo piso, paso el cuarto de mis padres; los hecho de menos. Bajo las escalares y quito el seguro de la puerta dejándola abierta para que ellas pasen:— Las odio con todo mi ser.

–Nos amas, somos, simplemente, tu mundo.— No refutó, por qué parcialmente es la verdad— ¿Nuestra ayuda querido Fran?- esa es Ivy

–Está en el comedor, son apuntes muy específicos, voy a bañarme, bajo en un rato.

Esta casa es más de ellas, que mía y de Tony; el husky que vive conmigo. Así que Scarlett hace caso a lo que dije de estudiar, Willow prende el microondas para calentar algo, por que como dije se sienten más cómodas en mi propia casa, que yo. Ivy me sigue a mi cuarto, ya allí toma mi celular y murmura algo de ir a estudiar.

20 minutos después bajo a la sala vistiendo un polo azul marino, y un jean negro, el reloj que mi papá me regalo esta en mi muñeca izquierda. Acomodo mi cadena en mi cuello mientras hablo:—Bien, voy a servir mi desayuno, mientras tanto díganme que entendieron.

Alzó la vista hacia Ivy y casi casi me río de su expresión de desconcierto, Scatt por su parte tiene sus delgadas cejas encargadas en una extraña mueca mientras baja la última hoja de mis apuntes— Pues no se Ivy, pero yo no entendí una mierda.

Si no fuese por qué las amo y son de las mujeres más importantes de mi vida las mandaría a la mierda, pero son mis chicas, así que mientras Willow disfruta lo que parece ser pizza recalentada de ayer yo les digo que me sigan a la cocina, y mientras preparo mi desayuno, ellas practican su pronunciación y unas que otras preguntas que seguro les harán.

Cerca de las 8 con 5 de la mañana vamos llegando al Instituto Nacional  Alemán Brooks Fils— Por última vez Scatt, no tengo ninguna cita, no voy a salir con nadie ni nada de nada.

–Pero estás muy arreglado— Willow decide opinar, yo arrugó mis cejas y levanto una esquina de mis labios, como siempre que no estoy de acuerdo con algo o ese algo me sorprende.

–Estoy exactamente igual que todos los días— Scarlett niega, Ivy me da la razón y Willow me da una mirada que realmente no sé cómo tomar.— Ok, ya llegamos, suerte en su exam...

–Gracias por la ayuda, ¡Te amamos!— Ivy exclama fuera del auto con las otras dos locas, sonrió mientras las veo robarse un par de miradas en la entrada del instituto.

Salgo del auto y le pongo el seguro, acomodo mi bolso sobre mi hombro derecho y entró al gran pasillo central del instituto.—¡Colson!— Un grito proveniente de la parte izquierda del pasillo me llama—Si no pasamos nuestro examen te dejo estéril.— Scarlett me amenaza y achina sus grandes ojos negros, Ivy la arrastra al salón mientras niega con la cabeza, yo les sonrió. A lo lejos veo a Willow entrar a su clase de biología y yo me dirijo a calculo, otro maravilloso día de aprendizaje en éste templo del saber, que se note mi sarcasmo, por favor.

***

Las 4 primeras horas de clase pasan lentas pero no aburridas, el timbre anuncia la hora de almuerzo y los pasillos se abarrotan de gente. Salgo junto a la profesora de historia platicando sobre el próximo ensayo que debemos entregar, ella  finalmente se despide y yo tomo rumbo a la cafetería abierta en el patio principal.

–¿Carne o pollo para el almuerzo?— Me sobre salto un poco, Willow lanza la pregunta mientras se posiciona a mi lado izquierdo.

–Yo voto por sushi— Alzó las cejas al ver a Scatt a mi derecha.

–Yo opino que deberían dejar de aparecer de la nada, me dan miedo.

Ambas ríen:– ¿Por qué? – preguntan a la vez.

Parece una pregunta estúpida pero ellas dan miedo y cierta curiosidad cuando las ven juntas, sobre todo cuando se proponen a ser raras.

Las hermosas hermanas Hans, dos de mis mejores amigas, son hermanas gemelas... no tan gemelas. 

La gente suele sobre exaltarse por que aunque sus facciones son exactamente iguales junto con sus cuerpos, son la noche y el día, literalmente hablando, Scarlett es una chica esbeltas de un metro con ochenta, labios semi gruesos, ojos grandes y acaramelados, su pelo es liso color chocolate llegándole hasta las caderas, y le contrasta espectacularmente con su piel canela, que vuelve loco a mas de uno aquí, Willow tiene el mismo cuerpo esbelto, ojos grandes y labios semi delgados, sin embargo se diferencia por que es blanca, demasiado blanca, tiene el pelo rubio liso como el de su hermana pero este le llega hasta los hombros, lo cual resalta su rostro idéntico al de Scarlett, solo que este tiene dos zafiros en el lugar de sus ojos.