18 de Octubre de 2018.
Mateo.
Estaba a fuera del balcón de Lia viéndola por la puerta-ventana, parecía muy nerviosa, estaba sentada en su cama mordiéndose las uñas y mirando su teléfono. Debo de parecer como un loco acosador desde aquí así que mejor decidí tocar la puerta para que me notara y cambió su expresión a una neutral, luego me hizo la indicación de que entrara.
En el tiempo que me había alejado de ella había notado que como decía su hermana, efectivamente éramos muy iguales en muchas cosas, siempre pensé que eran exageraciones de Abigail pero ahora me di cuenta de que no.
Eso sí, había notado tres cosas hasta ahora que nos diferenciaban:
La primera: Lia sabe esconder muy bien sus emociones, a diferencia de mí que lo enojado, triste o feliz se me nota hasta en como respiro, lo cual odio infinitamente.
La segunda: Lia no es celosa. Acabo de descubrir que yo sí lo soy. Siempre me había molestado verla con otras personas pero pensaba que era porque según yo la veía como a una "hermana" pero rectifiqué en que Abigail, quien es mi mejor amiga, sí es como mi hermana y no me importa con quién este.
Al menos con Lia sí soy celoso, en especial con Ray, lo que me lleva a la siguiente cosa.
La tercera: Lia no siente nada por mí. Y yo, bueno sí.
Ya era momento de admitirlo. Me gusta Lia, de nuevo.
Me tomó mucho tiempo admitirlo y cuando por fin lo hice decidí que lo mejor era haber estado evitándola para espantar esos sentimientos porque no quiero perder su amistad, tal vez pelear con ella no era la mejor manera pero bueno, por ello había adelantado mi ida a Estados Unidos.
Me iría la próxima semana y eso no podía cambiarse.
Había hecho los trámites correspondientes, adelanté exámenes y podría irme tranquilo. En fin solo faltaban dos semanas para que terminaran las clases, nada me detiene aquí así que solo adelanto lo inevitable.
No me mortifica nada, me había hecho a la idea de que solo estaba un poco confundido con Lia y luego la vi con Ray. Prácticamente todos los días estaban juntos después de que escuché su conversación con Mía.
Tal vez había tenido la culpa ya que la dejaba de lado y obviamente Ray iba a tomar esa oportunidad para acercarse y parecía una buena idea, es obvio que ella no lo ha olvidado así que pensé que podría hacerle un favor.
Al menos eso pensé hasta que me di cuenta de que me pone de mal humor que estén juntos así que a veces cuando nos veíamos le contestaba mal y me comportaba como idiota. No me siento orgulloso de eso.
—¿Qué película veremos hoy?—dije sentándome en el piso.
—Ana fue a hablar conmigo hoy y ya sabe que fingíamos todo el tiempo—bueno, no me esperaba esto.
Nunca sé que esperar de Ana.
—Vaya, entonces ¿no más fingir?
—Supongo que no.
—Está bien.
Tomé la caja de películas y comencé a buscar una.
—¿Puedo preguntarte algo?—dijo Lia mientras yo seguía buscando.
—Claro.
—¿Dormiste con Ana?
Volteé a verla en el momento que dijo eso y por un micro segundo pude ver incomodidad en su mirada y luego volvió a ser neutral.
¿Sería posible que ella sintiera algo por mí también?
—¿Eso es un sí?—me dijo en cuanto vio que no contestaba.
Pues sí, sí había estado con ella.
Fue una tarde en que estaba solo viendo como Lia y Ray reían y él trataba de abrazarla.
Ana llegó a molestarme y bueno, una cosa llevo a la otra y nos fuimos a su casa, pensé que tal vez eso ayudaría a aclarar mi mente pero no lo hizo, solo terminé más confundido. Fue en definitiva una muy mala idea.
Nunca pensé que Ana fuera con Lia a decirle.
La verdad es que no planeaba contarle esto a Lia, tal vez en un futuro sí pero ahora no.
—Sí—contesté seco. Más seco que el desierto.
No quería que ella notara que le estaba dando importancia a esto, sobre todo porque ahora ella puede estar con Ray sin sentir culpa alguna.
Se calló por un momento.
—¿Qué te pasa últimamente?
—¿Por qué lo dices?—traté de no enojarme a pesar de que me molestara que me pregunte eso.
¿No entiende que no quiero decirle ni quiero que indague en ello?
—Armamos todo este enredo para que Ana no se te acercara y ahora vas y te acuestas con ella.
¿Enredo?
Pues perdón por molestarte con mi amistad. Además ella se ofreció a ayudarme, yo nunca lo pedí. Lo que para ella había sido un enredo para mí era algo que me había dejado confundido.
Sé que tal vez sea un sinónimo de enredo pero no me gustó esa palabra.
—Estás raro y lo sabes—dijo ya que no contestaba.
—¿Ya vas a empezar?
—Sí Mateo, ya voy a empezar.
Creo que se estaba enojando también.
—Bueno entonces me voy—dejé la caja de películas a un lado y me dirigí al balcón.
—Me preocupas—volteé a verla y ella se había levantado de su lugar.
—No parecía eso cuando te la pasabas tonteando con Ray—solté.
No sé porque lo hice pero se sentía bien soltarlo.
Claro que inmediatamente me arrepentí.
—¿A qué te refieres?—entrecerró los ojos.
Oh no, estaba comenzando a sobre pensar lo que dije y eso significaba que podría adivinar lo que me pasaba. Ese es uno de los puntos en los que sí éramos parecidos.
Nos dan una pista y resolvemos todo el acertijo.
Debo de salir de aquí rápido antes de que sepa que me pasa.
—Nada—rodé los ojos y seguí mi camino hacia la puerta pero Lia corrió y se puso delante.
—Nada de nada. No te vas a de aquí hasta que arreglemos esto.
—Lia déjame ir—intenté a abrir la puerta pero su peso contra ella no me dejó.
Después me di cuenta de nuestra cercanía y me aleje porque me puse nervioso. Bueno supongo que no tendré escapatoria. Algún día tenía que explotar esto ¿no?