CAPITULO 6

Narra "Alexandra"

Abro los ojos, pesan demasiado, trato de mantenerlos abiertos, mi vista esta nublada

-Hola cariño- dice Luciano entrando a la habitación- ¿Cómo te sientes?

-Mal- susurro

-Es por el sedante, pronto pasara- siento que acaricia mi mejilla

-N-necesito que me respondas...-me interrumpe, odio cuando hace eso

-Sera en otro momento cielo, ahora no- dice

-¡No! Estoy harta de esto- me levanto de la cama, a pesar del mareo, me apoyo en la pared- Quiero saber, quiero recordar algo de mi vida

-Sabes lo que ha dicho el médico, vas a recordar poco a poco

-Lo sé, pero no me ayudas a resolver mis dudas

-Pronto todo se resolverá, tranquila, no llores- no se en que momento mis lagrimas se deslizaron por mis mejillas.

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Narra Aarón

-Gracias por cuidar de Nathan- digo hacia Pilar antes de que salga de la casa

-De nada señor

Camino hacia el living, tomo asiento en el sofá.

- ¿Cómo te has portado? - digo hacia Nathan, aunque sé que no obtendré respuesta, solo mueve frenéticamente sus manitas- Has crecido mucho, mamá estaría muy orgullosa de ti.

Nathan le costó mucho comprender que mamá no está, aun siendo muy pequeño sentía su ausencia, aun no comprendo porque no hay ninguna pista, si hubiera sido un secuestro ya hubieran marcado por algún rescate, pero ya ha pasado un mes, quisiera que Lexa estuviera con nosotros, que viera crecer a nuestro hijo, daría todo lo que tengo porque este con nosotros.

-Mamá regresara- digo hacia Nathan

El timbre de la casa resuena, es raro no suelo recibir visitas.

-Tenemos visitas campeón- camino hacia la puerta, cuando la abro la hermana de Lexa aparece

-Hola- saluda

-Hola, pasa- caminamos hacia el living

-Espero no molestar, pero quisiera saber cómo va la investigación- dice

-Sigue igual, no hay pistas- suspira

-Que bonito es- dice viendo a Nathan- Puedo- le paso a Nathan- Ha crecido mucho, hola bebe- Nathan solo observa a Valerie, empieza hacer pucheros, pero no llora- Oh no llores, soy tu tía-Valerie empieza hacerle cariños

- ¿Cuándo llegaste? - cuestiono, después de todo lo que ha pasado

-Ayer, vine con mi tía, es muy feo estar en casa sin papá ni mamá, los extraño mucho, y saber que Lexa no aparece es fatal todo esto

-Lo sé, lamento lo de tus padres- asiente, lagrimas se empiezan a deslizar por sus mejillas

-Me siento tan culpable- susurra- Si no le hubiera llamado a Lexa, ella no...- la interrumpo

-No es tu culpa, no sabías que hacer- trato de consolarla, no puede culparse por algo así.

Después de haber comido y Valerie de haber estado con Nathan su tía Lucia ha venido por ella, sin antes quedar en avisarles cualquier cosa sobre Lexa. Con cada día que pasa las esperanzas disminuyen, pero no dejo de creer que algún día la encontrare y podremos ser felices.

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Narra "Alexandra"

Una semana después

-Cariño, la enfermera llegara en unos 15 minutos ha llamado diciendo que hay mucho tráfico- asiento- Tengo que irme al trabajo

-Está bien- digo, se acerca a mí, deja un beso en mis labios, sonrió mientras sale de la habitación. Empiezo a cepillar mi cabello, quisiera poder recordar algo tan solo algo que me ayudara recordar quien soy, como conocí a Luciano. El llanto de un bebe se escucha en la casa, mi corazón empieza a acelerarse, mis manos empiezan a sudar, no puedo estar volviéndome loca, salgo de la habitación, el llanto se intensifica conforme avanzo, me detengo frente a la puerta donde se escucha el llanto, Luciano me ha dicho que no puedo entrar aquí porque guarda las cosas que no utilizamos en la casa, mis manos tiemblan cuando tomo el plomo de la puerta, lo giro, entro a la habitación, de color blanca con rosa, hay varios muebles, junto a la ventana hay un cuna, el llanto no para, un dolor en mi cabeza me ataca, otro llanto aparece, trato de tranquilizarme. Ignoro el dolor camino hacia donde está la cuna, veo al bebe que mueve sus manitas y piernas mientras llora, no puedo creer que Luciano me haya ocultado esto, que no me haya dicho que tengo una hija tan pequeña. Me acerco más para tomarla en brazos, la pequeña deja de llorar, pero ahora quien llora soy yo, como no puedo recordar a mi propia hija, no saber su nombre, cuando estaba embarazada, me duele haber olvidado todos esos momentos.

-Señora- volteo a ver la enfermera quien me mira con sorpresa- Debe salir de aquí

-No saldré de ningún lado, es mi casa y mi hija

-Señora debe descansar

-No quiero- estoy harta de que siempre quieran que descanse- ¿Me sedaras de nuevo?, me inyectaras para que olvide lo que paso, no permitiré que hagas eso, agradezco tus cuidados cuando más lo necesite, pero ahora que estoy bien, así que puedes retirarte

-No puedo hacer eso señora, hasta que llegue el señor

-Entonces has lo que quieras- salgo de la habitación con la pequeña en brazos, camino hasta mi habitación- Eres muy pequeña- acaricio su mejilla, solo me observa sé que no me conoce, que soy una extraña para ella, pero soy su mamá y a pesar de que apenas la he visto ya la amo, ahora comprendo los sueños, la cicatriz, aunque la voz con la que suelo soñar no es la de Luciano. - Ahora mamá cuidara de ti

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-Melina- despierto cuando Luciano me llama

-No te voy a perdonar esto- le digo cuando ve que la pequeña está a mi lado- Ocultarme a mi propia hija

-Melina...- lo interrumpo

-No Luciano, cómo pudiste hacerme esto

-Lo recomendable era que poco a poco fueras involucrándote a todos los doctores...- lo vuelvo a interrumpir

-¡No! Algo como esto no se oculta, trato de tener paciencia cuando evitas responder mis preguntas, pero el no haberme dicho que teníamos una hija- solo me ve, como si no supiera que decir.