Sofía
Respiro hondo, pero el aire no entra como se debe y la tos en mi pecho parece quedarse atrapada, la idea de que la vida de alguien a quien amo esté pendiendo de un hilo en un hospital me golpea como una ola fría.
Mi teléfono vibra y, para mi sorpresa, aparece un mensaje de Angelo en mi pantalla.
Vaya, al fin se digna a aparecer.
Perdona por tardar en contestar, estaba ocupado con unos asuntos.
Es breve y directo, leo el mensaje otra vez, mis dedos se vuelven temblorosos apenas al tocar la pantalla.
¿Asuntos?
Escribo y la respuesta llega en segundos.
Sí. Pero no quiero distraerte. Tu próxima lección será esta noche en mi club. Nos vemos en una hora.
Angelo es un hombre que sabe moverse entre mundos y, a veces, eso no significa nada bueno ni malo, sino simplemente necesario.
Me alisto lo más pronto que puedo y subo a mi auto, en el camino, los pensamientos se entrecruzan con la imagen de mi hermano, acostado en esa habitación blanca, con cables que parecen una especie de árbol de Navidad sin luces, esperando un milagro.
A medida que me acerco al club, mi estómago comienza a rugir, tengo tanta hambre que estoy a punto de desmayarme.
En la entrada, algunas patrullas policiales circulan con cautela, y la puerta principal está forzada, como si alguien hubiese empujado con rabia o desesperación. Un olor a metal y a peligro flota en el aire. Doy un paso al frente, y por un instante me quedo sumergida en mi imaginación.
—Bienvenida —dice una voz detrás de mi, suave pero firme. Es Angelo, acercándose con esa mezcla de calma que a veces asusta, como si supiese que el mundo pudiese acabarse en un instante y, aun así, seguiría caminando sin inmutarse.
—¿Qué es todo esto? —miro a mi alrededor como si fuese una escena del crimen.
—Disculpa el alboroto. Han habido unos sucesos desafortunados aquí. Nada que no podamos resolver.
Sigo visualizando con el corazón acelerado. Las patrullas no parecen buscar a nadie en particular, pero la presencia policial en la entrada dibuja una escena de tensión que me hace recordar que incluso los sitios más refinados pueden ser atacados por la delincuencia.
Él sin mirar atrás, me conduce hacia una sala lateral donde la luz es más cálida y el murmullo de conversaciones lejanas parecen ocultar secretos.
—¿Quién podría estar detrás de esto? —le pregunto y el moreno me evalúa con la mirada.
—Personas con intereses oscuros —responde finalmente, sin darle más vueltas—.Alguien desea manipular la opinión pública, crear un ambiente de miedo y dañar la reputación de mi club.
—¿Por qué?
—No le agradó a todo el mundo por ser una persona real y sin tapujos, algunos creen que El Santuario representa una mala influencia, pero ese es otro tema.
Me quedo en silencio por unos segundos, su voz vuelve a traerme a la tierra cuando se cuela por mis tímpanos.
—¿Estás bien? —indaga con un gesto de preocupación genuina.
—S-Si.
—Te veo abrumada —musita no muy convencido— ¿Tienes mucha carga en el trabajo o algo por el estilo?
El estómago se me revuelve, me está costando aceptar esta nueva realidad.
—Me he quedado sin empleo —confieso—, mi hermano no está nada bien de salud y soy la única persona que ha podido costear sus tratamientos.
—Lo siento mucho Sofía.
—A causa de su enfermedad ha desarrollado insuficiencia renal, es una enfermedad complicada —suelto lo que he estado aguantando en mi corazón.
Me siento patética por estar desahogándome con un desconocido que apenas conoce un ápice de mi vida.
De verdad soy lamentable.
—Lamento tanto oír eso, espero que se mejore pronto, debes ser fuerte en esta situación. Si quieres seguir desahogándote, no tengo problema.
—Gracias…
—¿Crees que existe una forma en la que pueda ayudarte?
—Me gustaría trabajar en sitio, claro, si tienes una vacante disponible, no me importaría tener que limpiar retretes sucios o fregar copas.
Sus ojos me devoran completamente, no responde, solo se queda pensativo mientras que estamos de pie, entonces, sus labios se abren y lo escucho.
—Tengo una oferta mucho mejor —relame sus labios para después sonreír con coquetería— ¿Qué te parece seducir al futuro presidente de los Estados Unidos?