CAPÍTULO 18

Sofía

Me giro lentamente, los latidos aún siguen desbocados, descubro la silueta de Angelo a la luz suave de la habitación. Él se acerca sin prisa, sus dedos rozan mis caderas con disimulo.

—¿Qué te parece tu hogar?

—Es precioso —contesto—. No sabía que tenías llaves de aquí.

—Bueno, fui yo quien se encargó de rentar esto a mi nombre, pero no te preocupes, para la próxima te avisaré.

—Bien…

—Puse cuidado en cada prenda para que te sientas poderosa, Sofía —murmura, casi como una promesa, mientras su aliento me eriza la piel.

Mi pulso late con más fuerza. El clóset parece cobrar vida con cada movimiento suyo, el aroma a madera, cuero y un toque de su colonia se entrelaza con el perfume sutil de la ropa. Sus dedos, firmes pero gentiles, recorren el borde de una tela, dejando un camino tibio en mi brazo.

Me mira con esa mezcla de confianza y deseo que me desarma, en sus ojos leo que el siguiente paso está a punto de cambiar todo.

—Me gustan estas elecciones. Cada una parece creada para que me sienta diferente.

—Quiero que descubras cada textura conmigo. Seda, encaje, algodón… que cada una susurre tu nombre cuando te toque.

—Estoy dispuesta a seguir tus consejos y todo lo que tengas preparado para mi.

—Si confías, te llevaré suave, paso a paso. Todo esto está fríamente calculado para que logres atrapar a Vince.

—Es peligroso, pero estoy dispuesta a tomar riesgos…. Por cierto, ayer lo ví mientras hacía compras.

—¿Llegaste a toparte con el?

—No, solo lo vi de lejos.

—Perfecto, debemos construir tu perfil para que puedas entrar en su círculo.

—¿Qué te inventarás?

—Tengo mis contactos —curva sus labios en una sonrisa—. Eres arquitecta ¿No? Podemos usar eso a nuestro favor.

—Mi currículum no es tan amplio para llamar su atención, no soy famosa, ni nada por el estilo.

—Eso es lo de menos —se cruza de brazos—. Es un político en plena campaña,

estoy seguro de que quiere prometerle muchas cosas al pueblo, hacer alguna que otra obra para ganarse el voto del público.

—¿Y entonces?

—Aquí es donde llegas tú, con los contactos adecuados me encargaré de construir un prontuario que él no podrá resistir, tu inocencia y belleza serán un plus.

—¿Cuando me encontraré formalmente con el?

—La semana que viene, hay un evento donde habrán muchas personas importantes, le diré a mi gente que prepare todo para tu aparición pública.

—Oh por Dios, ya puedo sentir los nervios.

—Ahora, mira estas prendas y dime cuál te invita primero a perderte en la experiencia.

—El vestido de encaje negro, es muy sensual.

—Buena elección, ese será el que usarás el día del evento.

—¿Vas a seguir dándome lecciones? —indago para calmar mis dudas— Tu conoces a Vince a la perfección, yo no y me preocupa estropearlo todo.

—Le fascinan las mujeres inocentes, como tú —confiesa—. Debo mantenerte al margen, no quiero estropearte.

—¿Estropearme? —arrugo el entrecejo— ¿Por qué harías eso? Estás aquí para enseñarme a seducir y conquistar.

—Si, pero no quiero corromperte... No aún —explica tras cruzarse de brazos—. Eres inteligente, linda, deja que eso lo cautive al principio, sabrás fácilmente hasta dónde arriesgarte y si algo puedo decirte es que, Vince Smith ve a las mujeres como un accesorio más que como cualquier cosa, es una gran prueba de su ego.

—¿Qué tendré que lograr en este primer acercamiento?

—Que te pida una cita —musita—. Le gustan las mujeres que sean un reto para él y no te preocupes, ese día estaré allí contigo aunque no lo creas.