Amo de la seducción

CAPÍTULO 19

Sofía

Finalmente, ha llegado el día donde llevaré a cabo el trabajo para el cual he sido contratada.

La idea ha estado rondando mi cabeza desde entonces. Sin embargo, he sentido un gran alivio al poder pagar el arriendo, los servicios y las largas cuentas de la clínca, mi hermano se mantiene estable, eso es un milagro.

Respiro progundamente mientras me ajusto la blusa de seda color blanco, con un cuello que insinua formalidad sin perder la calidez; un blazer azul noche, entallado para marcar mi silueta sin limitar la movilidad y una falda en el mismo tono con una sutil abertura a nivel de la pierna. En cuanto al calzado, opto por llevar unos stilettos a juego.

Peino mi cabello hacia atras y dejo que unas sutiles ondas caigan a los costados, los reflejos rubios recien hechos me hacen ver más fresca, fue una buena sugerencia por parte de Angelo, su estilista ha hecho un trabajo excelente. Ni siquiera me reconozco en el espejo cuando termino de aplicarme varias capas de máscara de pestañas para resaltar mis ojos, no llevo nada de sombras pesadas ni delineadores que puedan romper la naturalidad.

No es simple vanidad, es disciplina si quiero que todo salga bien, en mi cabeza, cada decisión tiene un porqué.

Es hora de mostrarme tal como soy: competente, decidida, lista para el siguiente gran paso.

—¿Ya estás lista? —Angelo está esperándome en la sala de mi hogar temporal

—Si —asiento guardando un labial en mi cartera para retocarme más tarde—¿Cómo me veo?

Me mira de pies a cabeza, luego sonríe.

—¡Estás perfecta! —exclama— Vamos antes de que se haga tarde.

—¿Estarás conmigo en el evento?

—No, solo te acompañaré hasta el sitio y quiero dejarte algo en claro, Sofía.

—¿Qué cosa?

—A partir de hoy necesito que seas lo más prudente posible, no podrás ver a John mientras estés trabajando para mi.

—¡¿Por qué?!

—Tu vida cambiará cuando pongas un pie en esa reunión, Vince es una figura pública, así que imaginate que los reporteros publiquen una foto con tu ex en el periódico y que luego el la vea. Puede que el sea un patán, pero le gusta la fidelidad, no puedo permitir que lo eches a perder.

—¿Por qué no me dijiste eso al principio? —lo observo con exceptisismo al montarme en la parte posterior del auto, un silencio breve se instala antes de escuchar su respuesta.

—¿Prefieres estar detrás de un hombre que no te da la hora o salvarle la vida a tu hermano y ayudar a tu familia?

—Tienes razón —miro por la ventana contemplando el paisaje mientras el vehículo avanza.

—Me alegra saber que entiendes las implicaciones —revisa en el bolsillo de su chaqueta y me extiende una gargantilla que no tarda en ajusta en mi cuello.

—Que lindo.

—Lo sé, es una forma de poder estar contigo —acomoda mi cabello y finalmente el auto se detiene cuando estamos frente al edificio—. Recuerda presentarte como Sofía Moore, no uses tu apellido real, no quiero que ese idiota intente investigarte. Nos vemos luego.

—Adiós.

Dejo a un lado la ansiedad para caminar con un paso medido hacia la sala donde la reunión está programada, me topo con muchos carteles y afiches con el rostro de Vince Smith, es claro que está haciendo campañas para atraer votantes.

La sala tiene una mesa larga de madera clara, varias sillas tapizadas en un gris suave, una pared con un par de pantallas, en el centro, una cámara de videoconferencia está lista para la transmisión en vivo. El lugar está casi lleno, así que tomo asiento en dónde me ubica una jovencita perteneciente a protocólo cuando le muestro la identifiación que me entregaron para poder entrar aquí.

Cruzo las piernas al fijarme que Vicen entra al salón cuando escucho la ronda de aplausos.

Y no está solo.

A su lado, una mujer de tez clara, cabello castaño recogido en un moño pulcro y con traje sobrio se planta a un costado tras darle un beso en cada mejilla.




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