Amo de Todo

33. Sin piedad

 

Los noticiarios quieren hacerte sentir mal.

Enciendes la TV y tienes dos opciones: la ira o el miedo por un lado, la risa banal o el morbo del asco por otro.

No sé cómo fue en tiempos anteriores a este, pero lo que consumimos todos los días también desde los formatos de nuestras redes sociales, es una brutal cantidad de información que no estamos seguros jamás.

Si te sientes bien, descuida que vendrá una notificación en tus redes, una noticia en el feed del inicio de tus perfiles o un anuncio en la calle que se encargará de recordarte la discordia en la que tienes que sumergirte.

Porque debes estar mal.

Recuerda: sales a la calle, te sientes bien, hay dos gráficas en la calle con dos figuras políticas que ninguna de ellas se salva de antecedentes de corrupción o te hartas con el mercado que hacen de las apariencias . Y sí, ya tienes ese bendito motivo para odiar una vez más, o al menos para recordarte que no estás bien y no mereces sentirte bien según lo que se observa.

Veamos de nuevo: tuviste un pésimo día, llegas a tu casa, enciendes el móvil, estás llena de mensajes de un trabajo que apenas te alcanza para tu subsistencia y en el intento de escapar de ambas realidades estresantes, entras a las redes con una finalidad recreativa, pero lo primero que ves es lo siguiente:

Un bombardeo.

Un escrache.

Propaganda política.

Un escándalo entre famosos insoportables.

Un cuerpo desnudo.

Una broma de mal gusto.

Lo valorado es lo peyorativo, lo que consumes te denigra, la información que llega a ti desde todas direcciones solo termina consiguiendo el objetivo de contaminarte. Ni más ni menos, tu cerebro en una cubeta de basura cada día más ahogado en la pudrición.

No estoy exagerando, es mi manifiesto ante los habitantes que quieran escucharme. Y si no lo temas en cuanto tal, pueden asumirlo simplemente como mi carta de despedida. No estamos seguros en ninguna parte.

 

Luego de que termino de grabar mi discurso, lo atesoran como algo importante a divulgar. Por la tarde lo sueltan y me llegan las repercusiones que se esperaban: teorías de todo tipo a fines de prever si se trata de algo por lo cual me estén obligando a hablar y cuál podría ser el descargo de parte de los gobiernos sobre mi posición.

Por la noche llega.

Es una respuesta.

Lo noto en el rostro de Benoit en cuanto llega a la camioneta donde nos transportan tras haber volado hoy por la tarde. Está frío. No tengo ni la menor idea de dónde estamos, pero mis sospechas indican que vamos camino al noroeste oceánico cercano a la zona donde yace el Ártico.

Cuando él llega tras hablar por uno de sus móviles de seguridad centralizada, me temo que las noticias no serían las mejores.

¿Y ahora qué?

—¿Qué…qué sucede?—le pregunto, tensa con la situación.

—Cruz es quien ha contestado.

—Quiero verlo.

—No son buenas noticias.

—Necesito escuchar con mis propios oídos lo que sea que haya salido de su boca, debo analizar cada palabra suya.

—¿Estás de nuestra parte, Alba?

Lo miro con cierta suspicacia.

No puedo estar de parte de quienes me secuestraron, pero me siento aún más incapaz de estar con los que engañan a todo el mundo y enfrentan a todos entre sí.

E intentan burlar cada intento de mi parte por contribuir a una ciencia que ya está completamente manipulada y monopolizada por ellos.

—Necesito saber del descargo de Cruz—insisto, con la voz raspando en mi garganta, quizá porque el frío y los cambios de clima tras cuarenta y ocho horas viajando me están comenzando a hacer sentir las consecuencias.

Una vez que me enseña su móvil, veo a Cruz con su uniforme que ha sufrido algunos cambios, plantado detrás de un atril.

Está vestido como si fuese un soldado o un alto comando de las Fuerzas.

 

Este es un aviso para toda la población, civiles y no. Funcionarios, miembros de las Fuerzas, guerrilleros y terroristas.

Todos conocemos cuáles son nuestras obligaciones.

Como buenos ciudadanos colaboramos a la convivencia pacífica de distintos sectores, creímos que éramos parte de una buena gestión que realmente buscaba lo mejor para ustedes.

Cada día fuimos sinceros, fuimos valientes y defendimos a cal y canto a cada miembro de nuestra asociación.

No obstante, la guerra se ha desatado como nunca en cada uno de los continentes del mundo, han decidido corromper la voz de las autoridades y se están conformando nuevas modalidades crimen organizado.

La condescendencia, la confianza y las buenas intenciones se terminaron.

Francia se suma a la lista de países aliados en la DEFENSA 2030, somos Naciones Unidas que darán guerra y ofensiva a asociaciones y países que adhieran en la destrucción de nuestro planeta. Esto se eleva a una escala mayor y convocamos a nuestros aliados y no aliados a ser parte de nuestras fuerzas unidas.

DEFENSA 2030 también buscará a figuras públicas del arte, el deporte, la ciencia y demás que busquen desinformar y amedrentar mediante el terror a nuestros habitantes. Serán juzgados y ejecutados en tanto lo que son sin ninguna clase de consideración mediante.

Fin del comunicado.

 

¿Qué? ¿Responderán con una guerra de destrucción masiva? ¿Esa es su respuesta? Que si me atrapan, seré ejecutada.

Ya no existe la clemencia para mí.

 




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