12. Descifrar

Es un lenguaje.

Tiene un mensaje.

Intenta decirnos algo y la manera que encuentra de comunicarse es al darnos una imagen, un sonido y un circuito que empieza y termina, se repite una y otra vez, conformando así un código. ¿No es esa la manera a partir de la cual nos comunicamos?

Me encargo de redactar esta información durante la mañana luego de obtener los resultados del laboratorio improvisado en el auditorio del Palacio.

Una vez que tengo todo y lo envío al vocero presidencial, una alarma se suelta nuevamente. ¿Y ahora qué?

Me muevo con prisa y afuera el guarda de seguridad que me secunda entre los pasillos me informa que el edificio está fuera de peligro, pero me sugiere mantenerme en resguardo.

—¿Entonces qué pasa?

El resto del equipo también sale del auditorio, inclusive personas de otros despachos.

—¿Qué está sucediendo?—preguntan casi al unísono.

El guardia mantiene una indicación por el auricular y luego nos ordena a todos los que estamos en los pasillos, entrar al auditorio.

Algunos ya están mirando en sus móviles y, mientras nos metemos en el mismo espacio, una de las ingenieras suelta un grito:

—¿Qué sucede?—me vuelvo a ella.

—¿Un atentado al Pentágono?

—No. No fue un atentado. Por favor, entren todos.

Cierran la puerta tras nosotros y el tipo de seguridad nos brinda la información completa:

—Una serie de drones de guerra se levantaron en el Parlamento y abrieron fuego dentro del edificio.

—¡Oh, cielos!—sueltan algunos de mis compañeros mientras mi cabeza ata cabos.

—No hay culpables exactos a quienes poder señalar—continúa el segurata—, porque los drones están programados con Inteligencia Artificial.

—Programados para matar.

Como los perros robots de guerra que también actúan de manera similar.

—¿Por qué los drones harían eso?—le pregunto.

—Se ha considerado una señal de alarma y han enviado mayor vigilancia a la figura.

—¡No!

Me pongo de pie, alterada.

—¡Deben dejar de hacer lo que sea que estén haciendo!

—Doctora, le pido por favor que mantenga la calma y…

—¡Es un lenguaje! ¡Nos hablan desde un lenguaje y nos enviaron un mensaje! ¡El ataque de los drones fue solo una respuesta al envío de drones que enviaron!

—Ellos nos dan un mensaje, nosotros respondemos con drones de guerra, ellos nos contestan también con drones de guerra—me secunda Chloé, una experta del equipo.

—¿Con los nuestros?—pregunta otro del equipo.

—Sí—intervengo—. Con electromagnetismo—contesto, recordando la manera en la que vibraba el diapasón y algunos artefactos a medida que me fui acercando al Palacio cuando salí de casa sin ser consciente que puede que no regrese a ese lugar, al menos ¿con vida? Intento alejar pensamientos tremendistas y añado—: Inclusive, podrían usar todos nuestros avances tecnológicos para ponerlos en nuestra contra.

—No le veo sentido—salta otro del equipo que tiene que ver con estrategia militar, no debería formar parte de este equipo—. Eso fue un atentado americano y deberían resolverlo entre ellos, provino desde adentro del Parlamento, no bajó de la figura.

Pero qué imbécil.

—¡¡CARAJO!! ¡¡YA SEXTA FIGURA!!

Esta vez lo grita Alice, ingeniera en sonido.

Mi piel se eriza de repente cuando ella añade:

—En Stanley, o bien, Puerto Argentina de las Falkland Islands. Islas Malvinas en el Atlántico Sur.

Sus palabras provocan un chispazo en mis pensamientos y salgo corriendo.

Esto pone en alerta al equipo de seguridad.

Cuando entro en mi oficina, tomo el globo planisferio que está sobre un escritorio donde he marcado con fibrón las cinco figuras halladas hasta el momento y descubro algo que…

—¡Doctora!—me llama el agente con una mano palpando su revólver—. No puede salir en medio de una reunión oficial.

—¿Dónde está Cruz?

—¿Qué?

—¡Que dónde está el presidente!

—Me temo que esa inf…

—¡Tengo el lugar de la séptima figura! ¡Estoy segura de que será la última! ¡Ya podremos descifrar de una vez el mensaje!