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Volví de mis recuerdos con un estremecimiento, mientras mi tía se ponía el cinturón de seguridad y retomábamos el camino. Antes de que mi boca me pidiera permiso para hablar, me escuché preguntando, con una voz más urgida de lo que me hubiese gustado expresar:

- ¿Siguen los Hunter viviendo en el mismo lugar?

Elaine me miró seria y se mordió el labio. Volvió sus ojos a la carretera e hizo girar el automóvil por un viejo camino rural en desuso. 

- Creí que lo sabías. Creí habérselo contado por teléfono a tu madre… o a ti…

- ¿Qué? ¿Qué cosa?- sus palabras me dieron un mal presagio. 

Sabía que lo que escucharía a continuación no serían buenas noticias.

- Hace unos…cinco años, unos meses después de que tu madre y tú se marcharan, la casa de los Hunter se incendió…

Me tapé la boca con las manos para evitar gritar.

- ¡¿Y…los Hunter?!- balbuceé. 

Mi tía hizo un gesto negativo con la cabeza.

- Quedaron atrapados. No lograron salir.

- Y…¡¿el pequeño Hunter…también murió?!

- Oh…, no, no…Él no estaba esa noche. Se salvó de milagro. Pero sus padres y sus dos hermanas pequeñas fallecieron carbonizados.

Sentí una oleada de emociones contradictorias invadirme el pecho: mucha pena por aquellas vidas perdidas y una alegría y un alivio inexplicables al saber que el niño Mew había logrado sobrevivir.

- Más adelante, están las ruinas de la que fue su casa. Justo allí…- me dijo Elaine, señalando a través de la ventanilla.

Sólo una marca enorme, oscura, chamuscada quedaba de lo que había sido una hermosa cabaña de madera  a la vera del río Fraser. Volví a taparme la boca. No podía creer lo que veía.

- ¿Y dónde está el niño? ¿Qué sucedió con Mew?

- Los Hunter no tenían familia y la única alternativa era enviarlo a un orfanato. Pero el Jefe Li archivó el caso, luego de hablar con él…

- Y…, ¿entonces?

- Mew Hunter vive en un viejo remolque en Cayoosh Creek. Lejos del corazón del pueblo. 

Y entonces recordé el consejo del comisario de mantenerme lejos de aquel lugar.

- Hay muchas supersticiones sobre Mew Hunter.- continuó Elaine- Nadie entiende porqué sigue vivo. El dijo al jefe Li que aquella noche no estaba en su casa pero unos testigos aseguran haberlo visto y escabullirse por atrás cuando comenzaron las llamas. Los Hunter nunca fueron bien tratados en este pueblo. Demasiado extraños, demasiado albinos, demasiado esto y aquello, que no son humanos, que vienen de otro lado...Tú sabes, toda esa basura de los reptilianos… Algunas cosas nunca cambian…