Amor a alta velocidad (run1)

capitulo uno

Capitulo 1

 

Riley

Despierto abrumada y miro mi reloj en la mesita de noche y estoy diez minutos tardes para la academia de ballet. Salgo de la cama a gran velocidad y me mareo por el movimiento tan repentino, trato de no caer al piso y me estabilizo yendo de camino al baño.

Todavía me encuentro muy cansada por la presentación de la noche anterior, pero a la vez sigo emocionada, por primera vez en mi vida he tenido tres solos en una presentación.

Soy una ballerina profesional, pero me alegra saber que estoy empezando con buen pie, ya que solo las grandes ballerinas logran un éxito completo en esta carrera y yo seré una de ellas.

Tomo un baño rápido y corto. No quiero atrasarme más, me paro delante del lavamanos, lavo mis dientes y empiezo mi rutina de skincare  

Logro terminar en menos de cinco minutos y me visto adecuadamente para mi rutina de balle.

Mi vestuario consiste en unos leggins negros con franela a juego, falda de tela suelta y fresca y mis zapatillas de ballet.

Voy a la cocina de mi departamento y me preparo algo rápido y nutritivo para mi desayuno.

Mientras voy desayunando voy pensando en la nueva presentación que será dentro de cincos días. Quiero que esta sea impresionante, ya que por lo que tengo informado vendrán a verla personas importantes de toda Italia, de distintos ámbitos y entretenimientos.

No es por ser superficial ni nada por el estilo, pero siempre doy lo mejor de mi en cada una de mis presentaciones.

Termino mi desayuno, tomo mis cosas y salgo rápidamente del departamento. Llego hasta la recepción y saludo al señor Darío. Él es el encargado de la recepción del edificio donde vivo. Es muy servicial y cordial, creo que su jefe nunca a recibido una queja de el por parte de nosotros.

El es un gran amigo.

Llego hasta el mostrador y lo saludo.

-hola señor Darío ¿cómo amanece el día de hoy? -. se encuentra a acomodando unos papeles, levanta su rostro y me saluda cordialmente.

-hola, señorita Riley todo bien gracias y usted ¿cómo amanece? -. pregunta cariñosamente.

-un poco cansada pero feliz-. Respondo entusiasmada.

-eso veo señorita. ¿va a la academia? -. ya que desde que baje no encuentro a Thomas.

-sí y estoy un poco apurada y bastante retrasada-. Respondo. - ¿podría decirme donde se encuentra Thomas? -. pregunto con una gran sonrisa.

-está en busca de su auto señorita-.

-gracias- dijo y me acerco a la entrada a esperar a Thomas.

Este llega en pocos segundos con una gran sonrisa de oreja a oreja y yo quisiera matarlo en este mismo instante para que no juegue con mi tiempo.

- ¿no podías subir un poco más rápido? -. pregunto llegando hasta mi auto.

-disculpa, pero te estacionaste en medio de un jeep y un Ferrari-.

-y….

-que no dañare los autos de los demás residentes por el simple hecho de que estes apurada. Dice recostado de mi auto.

Un día lo matare estoy segura de eso.

-admítelo, Thomas te gusta mi auto- dijo abriendo la puerta del asiento del piloto y le pido mis llaves. - mis llaves Thomas extiendo mi mano.

-bien pitufa gruñona. -

Soy de estatura baja. A mis 20 años mido 1,50 y Thomas se ha encargado de llamarme pitufina gruñona. Siempre lo hace, creo que ya no recuerda mi nombre, al principio me molestaba el que me llamara de esa forma, pero ya estoy acostumbrada.

Mi auto es un mini cooper gris, y me encanta es mi auto soñado desde que era una niña. Lo pongo en marcha y en menos de diez minutos me encuentro en la academia.

Gracias al padre la avenida no se encontraba contagiadas.

Me apresuro a llegar a la sala de entrenamiento, para cuando llego todos mis compañeros están calentando y estirando. La profesora Isabelle no se encuentra cerca y llego hasta donde mi amiga camil.

Camil es la menor de tres hermanos y es una hermosa morena italiana muy hermosa es bastante alta y delgada, tiene un largo cabello castaño muy rizado el cual invidio desde que la conocí cuando llegué a Italia.

Es mi única y mejor amiga.

-wao sí que te luciste hoy Riley- susurra cuando me acerco a donde esta.

-ni me lo digas. - respondo dándole un pequeño abrazo.

Empiezo mis estiramientos y en poco se acerca Olivia. Es una compañera de la academia hemos compartido varias presentaciones juntas, pero nunca hemos sido amiga.

Cree que porque nunca ha tenido un fallo en una presentación es la mejor de todas.

-hola, Riley, camil.

-hola.

Respondemos al tiempo y seguimos con nuestros estiramientos. Logro ver a camil a través del gran espejo que está ubicado frente a la barra de equilibrio y veo que con sus expresiones faciales que son bastantes graciosas invita la actitud de Olivia.




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