Capítulo 4
Colin
Siento la adrenalina correr por todo mi cuerpo y es la sensación que más me place sentir al estar en carrera.
Me encuentro una prueba de auto para la próxima carrera, el circuito a correr es el circuito estadounidense. Es una de los más largos y complicado de todo el calendario de carrera, y es por ello por lo que el motor de mi auto no conoce el termino de frenos.
Conduzco a una velocidad de reciéntenos ochentas kilómetros por horas, para un conductor promedio esa velocidad sería una exageración y una alta posibilidad de muerte y eso es los más fascinante de ser un piloto de la F1.
Desde muy pequeño te entrena para no tener miedo cuando tienes el control del volante, al ser un corredor de alta velocidad no conoces el límite de velocidad y el miedo a la muerte se vuelve adrenalina cada vez que llegas a una velocidad extrema.
Estoy en mi última vuelta de circuito, a través de mi casco escucho hablar desde la cabina de control todo mi proceso de práctica.
—Muy buena práctica Prescott, si continuas así tendremos una excelente puntuación en la clasificación de estados unidos— Escucho a Michael hablarme a través de mi casco.
—¿Michael, ¿todavía no está acostumbrado a verme ganar lo GP? — le pregunto sarcásticamente.
—Solo necesitamos que mantengas ese ritmo para el circuito del domingo, tu puntuación es buena.
—GP de estados unidos tiene mi nombre ya— Le respondo con superioridad.
No vuelvo a escuchas la voz de Michael en mi bocina y termino de completar la última vuelta al circuito. Me encanta este auto, el auto de Alessandro y el mío son los más veloces que hay en la formula hasta ahora. La escudería de Ferrari se luce cada día más con los motores, modelos y diseños de nuestros autos.
Voy haciendo para en boxes y mientras salgo del conche puedo visualizar Michael salir de cabina y llegar hasta mí.
—Sabes que tienes que mantener ese mismo ritmo en el circuito estadounidense, para que tu única amenaza se Alessandro— No le presto mucha atención y avanzo donde están algunos chicos del equipo y pido mi termo para hidratarme. Todavía siento a Michael detrás de mí.
—Deberías de confiar más en tus pilotos, al único que dejaría que pase delante de mí sería a Alessandro eso ya lo sabes— Exclamo bebiendo de mi agua.
El hace el intento de hablar y no lo dejo.
—Ganaremos el GP de estado unidos, ales y yo haremos que la escudería gane también. Tu única preocupación debería ser que los autos están en el mejor estado posible, red Bull nos quiere hacer competencia en motor. ¿sabías eso? — expreso y termino de tomar toda mi agua.
—Lo que se y estoy seguro de ellos es que anda en busca de tu nueva distracción de temporada.
Ruedo los ojos. Pensé que él lo había olvidado.
—No quiero distracciones, Prescott me escuchaste-. Sentencia Michael.
Michael es quien queda a cargo de las practicas mientras mi padre no está, también es mi encargado personal para que yo no tengo “distracciones”.
Distracciones es el término que Michael utiliza para referirse a las chicas con la que salgo mientras estamos en la temporada de carreras o no. No sé quién fue el que le lavo el celebro para que lo hiciera pensar que dejare a las mujeres de lado.
—¿Hasta ahora me has visto con una bella distracción, Michael? — preguntó haciéndome el inocente.
—Solo mantente así de concentrado, no queremos que se lo arabia saudita o lo de Jessica, Prescott.
—Ya supéralo, Michael, ales lo hizo, yo lo hice. Retomo mi camino así la salida de Alessandro.
Como se atreve a mencionarla, él ni siquiera sabe que paso entre nosotros, ese nombre esta más que prohibido en mi presencia. El año anterior no fue mi mejor año, y no puedo seguir permitiendo que Michael sigua entrometiéndose en lo que importa.
No sé qué tantas atribuciones le hayan dado mi padre, pero esta no se la dejare pasar, tengo veinticuatros años y él no es mi papa.
—Está bien papa, no te preocupes— Paso por su lado antes de que vuelva hablar.
Como si me importara lo que él quiera o piense, en esta temporada no cometeré errores de eso estoy seguro.
Llego hasta donde se encuentra Alessandro, su parada de boxes se encuentra al lado de la mía. Lo encuentro acomodando su traje de carrera.
—Solo para que sepa que Michel es un jodido fastidio mientras está a cargo de la radio— Le dijo palmándole el hombro.
—Que verdad te habrá dicho esta vez— Contesta subiendo a su auto.
—Él no dice verdades, él dice puros disparates ales, desde arabia saudí dice que deje a las mujeres de lado— Bufo y le paso el casco a Alessandro.
—Eres consciente de que tu padre tiene influencia en el.
—Si lo soy-. Confirmo alejándome cuando Alessandro prende los motores.
—Cual fue tu puntación.
—Trecientos ochentas kilómetros. — sonrió. Esa puntuación no será problema para ales.