Capitulo nueve

Capítulo 9

 Riley 

Pero que se cree este maldito idiota al darme órdenes a mí, ni que se creyera mi papá. Pero juro por Dios que haré su vida miserable.

Hace más de diez minutos que estuvo aquí mientras miraba las practica de Alessandro y prácticamente me ordeno verme con él, al poco tiempo de marchase Alessandro termino sus prácticas y le informé que Camil tuvo que irse ya que mateo la llamo.

Me encuentro en espera de Alessandro para largarme de esta pista y no volver a ver la cara del idiota de las carreras Más nunca en mi vida.

El piensa que la tendrá fácil conmigo. El idiota no sabe lo que te espera.

Alessandro llega a mi lado vestido con ropa adecuada y nos dirigimos al parking del circuito.

—Nos vemos en la cena de estas noches riri—. Se despide y se monta en su auto, yo por mi parte me dirijo al mío. Cierro la puerta y me dirijo al Ferrari rojo y espero al idiota.

Quien sabe y si pasa un mal rato conmigo se le quite lo intenso.

Pasan varios minutos desde que me encuentro aquí y no hay señales de Colin. Decido irme a mi coche ya que no me quedare parada aquí toda tarde como una idiota en espera de otro idiota

—Eso te pasa por hacerle caso al idiota de las carreras—. Dijo en voz alta solo para mí.

—Idiota de las carreras— Los escucho reír. —Sí que eres creativa.

—Hasta que te digna— Dijo de mala gana cruzándome de brazos. —Di lo que seas que tengas para decir y se rápido no tengo todo el día y mucho menos para idiotas cómo tú—. Expresó y el solo sonríe.

—¿Quiero dijo que tú y yo hablaríamos preciosa? — Informa burlón —Sube. — se aleja de mi coche y se dirige al suyo.

Ahora la que río soy yo.

—¿a tu coche? —. Señaló el auto cuando llego a su lado y el asiente. —Ni lo sueñes Colin.

Me dirijo a mi auto que no se encuentra lejos del de él y lo siento seguirme. Cuando abro la puerta del piloto de mi auto en la cierra y carga como un costal de papá.
 

—Te lo pedí amablemente preciosa, pero tú no escuchas. — lo oigo decir mientras me carga en su hombro.

—¿Pero que…? Colin bájame— No me hace caso y se dirijo conmigo sobre sus hombros a su auto nuevamente, abre la puerta del copiloto y me deposita suavemente en el asiento. Baja para estar a la altura de su coche y me coloca el cinturón de seguridad.

—Eres tan terca. Pero descuida trabajaremos eso más adelante— Me acaricia la mejilla y le suelto un golpe en la mano para que la aleje de mí.

Se ríe por mi comportamiento y cierra la puerta, intento abrirla y la malvada no abre, lo veo abrir la otra puerta y cuando esta a punto de subir lo veo saludar a algunos de los mecánicos que pasan por su lado. Uno de ellos se acerca y le dice algo en secreto que no logro oír.

—¿tiene que ser ahora? — colin le pregunta a chico y este asiente. —bien enseguida voy. — el chico se marcha y veo a colin de pies junto a la puerta de su coche.

—preciosa ¿me regalas un minuto?

—Todo el que quieras. — dijo con sarcasmo.

 —Vendré en seguida, tengo que resolver algo urgente. — me ignora mientras toca algunos botones dentro del coche.

—¿Y piensas dejarme aquí? — pregunto lo obvio. —di lo que tenga que decir y me largo, tengo cosas que hacer. — le dijo al idiota de las carreras y parece no hacerme caso.

—solo será un minuto. — enciende el auto y este queda neutro.

El chico de las carreras me sigue ignorando mientras Comprueba la calefacción del auto, alza la vista y me sonríe para luego salir del coche como si nada. Trato de abril la puerta de mi lado y esta sigue sin ceder.

—¡Colin! — grito cuando lo veo alejarse y volver al Paddock.

Alguno de los mecánicos pasa al lado del coche y hago cualquier tipo de movimiento para llamar su atención, pero es en vano ya que parece que no me ven ni me escuchan. Me quedo en tranquilidad unos minutos y observo detenidamente el interior del coche. Es totalmente negro dentro y no hay muchos accesorios, solo tiene dos asientos, en el que me encuentro y el del piloto. No niego que el auto es bonito por dentro y cómodo, cuando la calefacción llega a una temperatura agradable empiezo a sentir el aroma del coche y es un aroma exquisito. Este combinado con un olor a limpio y una fragancia varonil, cierro los ojos un momento para sentir el aroma entrar por mis fosas nasales.

Me sobre salto al escuchar la puerta del piloto se abierta, por ella entra un colin muy sonriente que me observa mientras se posiciona en su asiento.

—Ves no me tomo mucho.

—¿Enserio piensas secuestrarme? Cuando les cuente a ales… no mejor a mi padre de que te atreviste a tocarme y tratarme de esta manera te arrepentirá de todo.

—Mejor dile a tu padre que te de los modales que nunca te inculcaron. — pone el auto en marcha y salimos del circuito.

—Y a ti el respeto que nunca te enseñaron.

—Nunca te he faltado el respectó—. Expresa con evidente confusión

—A mí no, pero si a tu novia. — Informó.

Odio recordarle que tiene una novia, el debería de estar con la pelirroja y no conmigo. ¿Qué le pasara a este hombre?