Capitulo Quince

Capítulo 15

Riley

—Mañana será tu carrera— pronunció tras soltar los labios de Colin.

—Si— da un pequeño beso en mis labios y pega su frente a la mía. —, prometo regresar luego de que acabe.

—La veré mañana con camil, así que tienes que ganar sino quiere decepcionarme— bromeo.

Colin suelta una baja y ronca risa, cambia la posición en la que nos encontramos, ahora es el quien está sentado en capo de mi auto y me coloca entre sus piernas. Nos encontramos en la pista de despeje privada de su escudería, hace poco que llegamos aquí y él no ha querido separar de mí.

Yo tampoco he querido alejarme de él, Alessandro y Olivia se encuentran junto al igual que nosotros, pero no le prestamos atención, estamos aprovechando el tiempo mientras que ellos terminan su conversación.

—¿Así que me verás mañana? — aprieta posesivamente mi cintura y asiento a su pregunta —, te pediré que hagas una cosa por mí.

—¿Qué? — preguntó con curiosidad.

—Cuando estes viendo la carrera de mañana Podrías colocar y escuchar la radio de mi auto y la mantendrías hay hasta que yo gane la carrera.

—¿Por qué?

Se encoje de hombros.

—Me estarás escuchando todo el tiempo, me agrada esa idea— me jala más a su cuerpo y poso mis manos en su pecho, visualizo la una cadena que cuelga en su pecho y la toco con las yemas de mis dedos.  El baja su rostro hasta donde se encuentran mis manos y no dice nada.

sube su rostro hasta llegar a mi boca y vuelve a pegar sus labios de los mío, he perdido la cuenta de cuántas veces me ha besado esta noche y no es que me moleste mucho el hecho, he descubierto que podría volverme adicta a los besos del chico de las carreras. Muerde y tira de mi labio inferior al separarse. Me quedo observando sus ojos por un corto tiempo, colin sonríe y acaricia la punta de mi cabello.

—Te escuchare mañana entonces.

—¿Sabes?— pregunta y niego —, deberías de venir conmigo a Austria y verme correr— me pega a su cuerpo y escode su rostro en el hueco de mi cuello. Las respiraciones que suelta causan una suave corriente en mi piel. —, creo que eso me motivaría más.

Acaricio el inicio de su cabello en la parte trasera de su cabeza y recuerdo la noche en su auto que estuvimos en la cafetería. Le dije que esto que sería complicado él tiene su profesión que le exige moverse de un lado a otro y yo tengo mi carrera artística que me permite establecerme en un lugar por Lagos periodos de tiempo.

Pero aun así el intenta tener esto que estamos empezando, ya veo que no seré la única terca aquí.

—¿Cuantas veces corres?— Me mira confundido.

—Depende la temporada. — dice y ahora la confundida soy yo. Me observa y sonríe. —, entre más circuitos tengamos que correr más viajes serán, así que todo depende de la temporada y la Fía. Ellos deciden cuántos circuitos se corren.

—Oh…— logró pronunciar.

Ríe más alto.

—No entendiste cierto— acomoda un mecho de mi pelo detrás de mi oreja. Al parecer le gusta mucho porque no deja de jugar con él.

—Tan evidente fui— inquiero avergonzada.

Asiente y deja un corto beso en mis labios.

—Aún no se nada de las reglas de la fórmula 1— explico.

—Te las enseñare todas— susurra. —, lo prometo. —. ¿es muy rápido para decirlo?— pregunta.

—¿Qué cosas?

—Me gustan tu labios— mi labios se curvaron en una pequeña sonrisa cuando él dice tal cosa. —, no puedo dejar de besarlos— confiesa y dirige su dedo pulgar para acariciarlo.

—¿No puedes?— pregunto coqueta y niega.

—Confieso  que eres un poco adictiva…— me besa —, y caprichosa… —otro beso más es dejado en mis labios. —, y mi…

Las palabras mueren en su boca al ser interrumpido por Alessandro que se acerca con Olivia. Ambos tiene sus manos entrelazadas y ella abraza su antebrazo con cariño.

¿Olivia es caspa de sentir cariño?

No lo creo, su corazón no conoce ese sentimiento.

—Dovresti lasciarla andare adesso, non credi, Prescott?— Ales es el primero en romper el silencio y le dice algo que no logro entender a colín.

Deberías dejar ir ahora, ¿no crees Prescott?

—Lascia perdere Lombardi, lei é con me— le responde Colin

Supéralo Lombardi, ella está conmigo.

Ales le da una mirada no muy agradable y no dice más, Colin me pega más a su cuerpo como si eso fuera posible y ya creo tener una idea de lo que están hablando en su idioma natal.

—Podrían decirlo que yo entienda — me remuevo incómoda en los brazos del chico de las carreras, a regañadientes me deja salir de su agarre y puedo notar el alivio en el rostro de ales.

—No es nada importante riri— expresa Alessandro.

—¿No sabes italiano?— pregunta Olivia sorprendida por el descubrimiento.

No contestó y ruedo los ojos en su dirección, veo la pequeña sonrisa que se gira en su rostro.

¿Poque siento que se aprovechara de ello?

—Ya es hora Prescott. — Alessandro se gira hasta estar frente a Olivia, besa con delicadeza sus labios y mi mandíbula cae al suelo al apreciar la escena.

Camil no me o va a creer.

Al finalizar el beso le susurra algo a Olivia y está solo asiente, le entrega las llaves de su auto y la acompaña hasta él.

—La beso— dijo aún sorprendida por ello, Colin toma mi rostro entre sus manos. —¿Si lo viste?, ¿Viste como beso a la bruja?

Colín ríe fuertemente y llama la atención de Alessandro y Olivia.

—¿No te llevas bien con ella por lo que veo? —pregunta y gira mi rostro en su dirección. —, déjalos capricho eso no importa.

—¡Que no importa!— expresó aún sorprendida. —, ella es una bruja Colin y es cruel.

El chico de las carreras pega sus labios a mi frente y deja un tierno beso en ella, alza mi rostro hasta que sus ojos conecta con los míos y me regala una amplia sonrisa.

—Entiendo es una bruja y no te cae bien— habla bajo y observa a Olivia  —, pero ya es hora de que vuelva y no quiero dejarte.

—Solo serán algunas horas,

—Me tocará ser más rápido esta vez.

—Y ganar.