Amor a alta velocidad (run1)

capitulo 22


Capítulo 22
Riley


Me remuevo tratando de conseguí aire para mis pulmones. Los brazos de colín se han encargado de pagarme los más posible a su gran cuerpo y debo de admitir que por primera vez odio el ser tan pequeña. Su cuerpo está aplastado el mío con su peso.

Trato de girarme y quedar frente a él para poder despertarlo, pero es una tarea que se me está complicando.

—Deja de moverte capricho— habla con su voz gruesa, esconde su rostro en el hueco de mi cuello.

Una de sus manos descansa debajo de mi cabeza y la otra sea apoderado de mi cintura. Respiro ya que me lo permite, su respiración está cerca de mi oreja y mi cuerpo se electriza cada vez que suelta el aire contenido de sus pulmones.

Colín se quedó a dormir anoche en mi casa, de hecho, creo que lo hará por varios días. Luego de que Ales se fuera con Olivia y camil el chico de las carreras llamo a Mónica para que le enviara algo de ropa y cosas personales hasta mi casa.

Me hablo un poco de ella y dijo que está muy desesperada por conocerme. También su padre, me confesó que le ha hablado de mí.

Los minutos pasan y Colin aún no suelta mi cuerpo para nada. Juego con sus dedos frente a mi cara.

Sonrió al medir sus manos con la mía, mi mano están diminuta que se pierde en la de él. Colín es una persona con un cuerpo bastante grande, estoy acostumbrada a que la personas que me rodean sean más altas que yo, pero Colin lo es mucho más.

Todo en él es grande, largo y con bastante masa muscular.

Me pierdo en su cuerpo cada vez que el me abraza o me acerca a su cuerpo. Ahora me encuentro arropada por toda su anatomía y decir verdad no me molesta en lo absoluto. Su Calor corporal se siente bien.

Creo que me puedo acostumbrar a esto. A despertar a su lado.

Suspiro y trato de levantarme con cuidado de no despertarlo, si movimiento es rápido y me posiciona encima de él. Me congelo al sentir la parte de su cuerpo que se encuentra más despierta que él.

No me muevo no respiro, no pestañeo.

Abre sus ojos tras estrujarlos y acostumbrarse a la claridad que se cuela por debajo de mis cortinas. Me mira aún dormido y sonríe, yo aún no puedo reaccionar a nada. Su espalda baja se alza un poco para acomodarse mejor en mi cama y al hacer ese pequeño, pero satisfactorio movimiento siento todo de el en medio de mis piernas.

Dios… este hombro es bastante grande.

Lardea su cabeza a un lado y me observa con curiosidad. Sus manos acarician mi rostro con suavidad y cierro los ojos bajo su tacto.

—¿despiertas sonrojada caprichoso? — sus manos se pierden en las puntas de mi cabello. No contestó y el vuelve a hacer el mismo movimiento solo que ahora me toma de la cintura para sentarse ahorcas conmigo. —. Riley estás muy roja y caliente.

Acaricia mis mejillas esperando mi respuesta.

—¿Tienes fiebre? — pregunta preocupado.

—No— carraspeó.

—Entonces… — se mece hasta que su espalda choca con el espaldar de mi cama y vuelvo a sentirlo, el simple roce me hace perder la respiración.

—Riley…

—Solo no te muevas colin— pido en un susurro. —, solo un segundo.

Nos miramos por corto segundo y parece que el chico de las carreras ya se percató de la situación. Gira su cuerpo con un poco de fuerza haciendo que yo quede abajo de su cuerpo, sus manos no se despegan aún de mi cintura, al contrario, ahora la aprieta con más fuerza y se ubica mejor en medio de mis piernas. Colín me jala hasta que mi pelvi vuelve a chocar con esa parte de su cuerpo.

Guía mis piernas a sus caderas hasta enredarlas por completo. Su rostro vuelve hacer escondido en hueco de mi cuello y comienza a moverse de espacio, el frote de su miembro en medio de mis piernas me hace sentirlo más completo que antes.

Cierro los ojos y empiezo a respirar con dificultad. Los movimientos que hace son ricos y me hacer querer más. Sus dedos vuelve a encontrar el tiro de mi pijama y lo baja lentamente solo para dirigir su boca allí y morder mi hombro con fuerza.

 

—Me traes loco— lo dice de una manera bastante agresiva sin dejar de moverse. —lo sabías.

—Colín— lo llama y su rostro se conecta con el mío. No quiero que se detenga.

Me sonríe de manera genuina y no comprendo como él puede estar tan tranquilo ante esta situación, es como si a él no le afectara el tenerme así.

¿Es que acaso no le atraigo al chico de las carreras?

—Descuida capricho no haré nada que no quieras— me hace saber. —, seré paciente.

Pega su frente a la mía y suspira cerrando los ojos, su cuerpo no llega a aplastar el mío y se lo agradezco. Muevo mis manos hasta tocar su mejilla libre de barba y la acaricio con la mayor suavidad. Colín sigue soltando suspiros tras suspiro y dura un tiempo en esa posición.

Dejos un corto beso en sus labios, no lo profundizo para no ir a lastimar el mío.

Sonríe y se deja caer a mi lado sus brazos me jalan hasta el, abre sus párpados y continúa sonriendo.

—Buenos días capricho— aleja el cabello esparcido de mi rostro e intenta peinar las hebras rebeldes de la mañana.

—Buenos días.

—¿Como dormiste? — pregunta y me levanto un poco hasta apoyarme con mis brazos sobre su pecho. —. ¿No te incomode?

Niego.

—Solo me apostaste un poco, nada grave— le informo y lo escucho reí un poco alto. Su pecho vibra bajo mío por su risa.

—Perdón, tendré más cuenta en ello la próxima vez.

—Por favor. No soltaré mi cuerpo para nada.

Sus manos van a tras de mi cabeza y me jala hasta el, no ejerce fuerza en ello y eso es lo que más me gusta de su toque. El chico de las carreras nunca ha sido agresivo al tocarme.

Al contrario lo hace como si fuera una muñeca de cristal a la cual teme romper en cualquier momento.

—No quiero soltar tu cuerpo Riley— carraspea antes de hablar. —, nunca quiero hacerlo.

—No lo hagas sino quieres, no me quejo de ello.

Sus ojos bajan a mi herida y la observa por algunos minutos. Arruga sus cejas al verla y se levanta de cama, mis ojos recorren todo su cuerpo que solo está cubierto por el bóxer de poliéster negro que lleva puesto. Lo miro todo lo que quiera, veo sus largas pierna subo por sus glúteos trabajados y veo cada músculo de su espalda y brazos musculosos.

Si que es grande y fuerte.

Veo el tatuaje que adorna su espalda debajo de su nunca. Me sorprendo al ver la tinta oscura adorar su piel. No sabía que el estuviera tatuado, al parecer es el único que posee.

Lo observo detenidamente y no lo entiendo nada o su significado si es que tiene uno. El tatuaje es unas alas que cubre la parte trasera de sus hombros y en medio de ellas lleva un nombre escrito en vertical.

Cosima.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.