Amor a alta velocidad (run1)

Capitulo 39

Capitulo 39.

 

Colin.

Todo mi cuerpo duele por el impacto recibido, trato de moverme en el estrecho espacio que tengo dentro del monoplaza u al hacerlo me doy cuenta de la fractura en mi hombro derecho.

—¡Diablos como duele!— exclamó con bastante dolor. —. ¿Papá?

Lo llamo a través de la radio de mi casco, No recibo una respuesta de él, toco lo botones en piloto del auto tratando de comunicarme con la torre de control. Necesito escucharla, hacerle saber que estoy bien.

Riley ya tiene que estar enterada de esto y debe de estar preocupada por mí. Maldición. Yo necesito y quiero escucharla. Necesito decirle que la amo ya no puedo esperar más tiempo para eso, está maldita carrera me hizo reflexionar en que debo decirle esa palabra y que sepa que lo siento, que lo llevo sintiendo desde hace mucho tiempo.

Ella tiene que saberlo antes de que pueda morir de esta manera.

Presiono con más desesperos los botones adecuados para comunicarme con Michael ante el pedido de mi padre por parte de Riley. No consigo nada.

Increíblemente el motor de mi mono plaza sigue respondiendo, no sé en qué parte del circuito estoy, recuerdo haber estado cerca de pasa la línea de meta antes de impactarme.

Muevo mi cabeza a los lados tratando de ver o escuchar algo, no logro hacerlo ya que una nube de arena oculta todo a mí alrededor. Los dos hijos de puta de Red Bull hicieron que me estrellara y esta no se quedará así, haré que lo terminen de calificar a toda es escudería por el reto de la temporada.

Suspiro.

El calor se está haciendo insoportable en mi traje de piloto haciéndome sudar con descontrol, y la incomodidad de mi cuerpo no la soporto tampoco, quiero escucharla y por más que trato de conectarme con Michael o mi padre no lo logro.

Esto no debería de estar pasando, al no tener información de nadie en control no sé cómo me encuentre y esto es grave, cualquier cosa podría pasar en estos momentos y no sabría qué hacer para enterarme.

Nadie ha venido en nuestra ayuda y eso me está frustrando. Le prometí una cita a la pequeña bailarina y no pienso fallarle ahora. Es poco el tiempo para admitir esto, pero Riley es el motor de esto. Antes de conocerla no me importaba ni me atemorizaba el dar mi último suspiro en un momento como este.

Ya no pienso en mí, lo hago en ella.

Cuando eres corredor de carreras como estas, sabes la consecuencia y los riegos que corres a exponerte así y aunque nadie lo comprenda no solo sabes ir rápido en la pista sino que también en tu vida.

Cuando conoces a una persona especial siendo corredor, no te detienes a esperar que el destino te sorprenda. Quieres todo para ya con esa persona, casa, matrimonio, hijos, un hogar estable en donde puedas tener el motor de tu vida, a tu esposa.

La primera noche que la vi bailar para mí desde mi lugar, la quise tener. Quise tener a Riley para mí esa noche y me arriesgué en pedirse y que ella me rechazara de esa manera, fue un deseo primitivo en el momento y lo reconozco, pero ahora es diferente ya no es un deseo primitivo, es uno a futuro.

Quiero que Riley sea mi esposa, que ella sea la madre de mis hijos en su momento, que sea la persona que me acompañe a subir a una carrera y que se la que me espere al ganarla.

Con ella lo quiero todo y más.

Por esa razón debo de salir de aquí con vida y volver a sentirla en mis brazos, volver a sentir sus labio en los míos y su cuerpo acoplándose a mí en todo momento.

La quiero y la necesito y la voy a tener por un largo tiempo, porque no pienso renunciar a mi pequeña bailarina en todo este tiempo, nunca voy a renunciar a ella y mucho menos ahora y de esta manera.

Debe de estar desesperada al no tener un respuesta de mi parte. Me jode hacerla pasar por esta situación.

Toso descontrolado al ingerir el olor a azufre que invade el aire proporcionado en el traje. Alzó las viseras de mi casco y veo la gravedad del asunto, uno de los Red Bull a mi lado se está incendiando.

La bajo con rapidez y me preparo para volver a correr. Juré que no iba a morir hoy y no lo haré. Mis neumáticos rechinan en la grava al pisar el acelerador al fondo, salgo de lugar del choque y no llego a alejarme mucho cuando el impacto de una exposición interfiere en mi camino haciendo que reciba daños mínimos en mi monoplaza. Algunos neumáticos son lanzados a todas partes haciendo que lo esquive con rapidez.

La velocidad a la que corro ahora me pasa factura haciendo que mi cuerpo duela más de lo que yo lo hace. Todo mi cuerpo está ardiendo en dolor.

La radio entra en conexión con la torre de control la primera voz que se hace presente es la de mi padre.

—¡Joder Colin!— habla con fuerza en mi oído. —, pensé que te había perdido hijo.

Respiro sonoramente tras escucharlo, me alegra escucharlo, pero muero por escuchar a otra persona.

—¿Estás herido?— pregunta preocupado, escucho el murmuro descontrolado que hay en control.

—Si— digo en un gemido. —. Papá…

Lo llamo y no necesito pedírselo para que comprenda lo que necesito.

A ella es lo único que necesito ahora.

—Lo sé Colin— lo escucho hablar con Michael a su lado. —, quitaremos la transmisión general para que puedan hablar con tranquilidad, esta que casi mata a Enzo para que la suelte— me preocupa cómo se encuentra ahora. —. Te falta una curva para cruza la línea de meta.

—¿Mi posición?

—Segundo— dice. —Alessandro primero.

No respondo.

—¡Amor!— su voz quebrada llega a mí como gota de vida, amo a esta mujer. —, ¡amor dime que estás bien…! ¡por favor Colin…!

—Capricho— la llamo con suavidad ahogando un quejido de dolor. —, cálmate estoy bien pequeña, solo algunos golpes, pero estoy bien.

Continúa llorando en la radio, sus gritos es lo único que tengo ahora de ella.

—¡Dios estás golpeado y aún sigue corriendo!— sonrió a medias. —, debes parar amor y venir aquí. Quiero verte aquí Colin asegurarme yo de que estés bien.

Veo la bandera cuadro cuando la escucho hablar, no me detengo a estacionar el coche en la estación donde corresponde, entro directamente a pist.

—Estaré contigo en un minuto amor, necesito besarte y tenerte en mis brazos.

No responde y solo la escucho gemir en llanto a través de la radio, mi padre es quien habla ahora.

—Al bajar un doctor te revisará completamente hijo, sé que lo odias, pero con esto harás que todos no sintamos mejor, en especial ella. ¿Necesitas algo más?

—Agua, para beber y tomar un baño con hilo— le hago saber.

—Tendrás ambas al bajar…




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